Hepatitis infantil, viruela del mono, estreptococo, bronquiolitis... los otros virus que tomaron el relevo de la covid en 2022

Hepatitis infantil, viruela del mono, estreptococo, bronquiolitis... los otros virus que tomaron el relevo de la Covid en 2022.
Hepatitis infantil, viruela del mono, estreptococo, bronquiolitis... los otros virus que tomaron el relevo de la Covid en 2022.
Henar de Pedro
Hepatitis infantil, viruela del mono, estreptococo, bronquiolitis... los otros virus que tomaron el relevo de la Covid en 2022.

Creía Argán, el famoso enfermo imaginario de Molière, que diferentes afecciones lo torturaban de manera permanente y buscaba, a la desesperada, emparentar con un médico que lo atendiese sin necesidad de pagar por sus servicios. Lejos de esta percepción distorsionada del personaje del dramaturgo francés, la proliferación de patologías de diversa gravedad y penetración ha representado una constante este 2022, en el que distintas dolencias han llegado para tomar el relevo de la covid-19.

La hepatitis infantil aguda de origen desconocido, la viruela del mono, el estreptococo del grupo A y la bronquiolitis han marcado este año, en el que el coronavirus ha pasado a un segundo plano en buena parte del planeta. Sin embargo, ante el resurgimiento de estas enfermedades, surgen varias dudas: ¿tenían antes la misma prevalencia, pero recibían menos atención? ¿Se está magnificando la dimensión y el alcance de estas patologías? ¿Se ha desacostumbrado el sistema inmunitario de los seres humanos a tratar con virus y bacterias tras el uso de las mascarillas y el predominio de la covid?

"En el caso de las infecciones, hemos estado mucho tiempo protegidos con mascarillas y no nos hemos expuesto. Es lo que ha ocurrido con las viriasis de los niños. No obstante, también es cierto que ahora nos fijamos más, y estas enfermedades saltan más a los medios de comunicación. A raíz de esta desgracia de la covid, nos hemos puesto más alerta, pero ya ocurrían. Han sucedido siempre y ahora les hemos dado más importancia", explica Marcos López Hoyos es presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI).

No parece que, de momento, esta tendencia vaya a cambiar, y distintas afecciones pueden continuar aflorando en los próximos años. "Las zoonosis y las infecciones vamos a tenerlas, probablemente cada vez más, por nuestros hábitos de vida", detalla el inmunólogo. Ahora bien, ¿cuáles han sido, cuándo han surgido y cómo han evolucionado las que han condicionado el 2022?

Hepatitis infantiles agudas graves

Apenas comenzaba España a reponerse del enésimo pico de covid-19, alcanzado a principios de año, cuando otra patología hizo saltar de nuevo todas las alarmas. Reino Unido había detectado diez casos de hepatitis agudas graves de causa desconocida en niños, lo que suponía un aumento con respecto a los años precedentes. Ante estos datos, el 5 de abril las autoridades sanitarias trasladaron una alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que puso sobre aviso a otros países, entre ellos España, que empezó la vigilancia de la enfermedad.

La principal inquietud de los expertos fue desde un principio el desconocimiento del origen de la patología, puesto que los casos notificados parecían no compartir las causas. Barajaron en un inicio varios posibles responsables: desde diferentes virus hasta agentes tóxicos o químicos, pasando incluso por un motivo autoinmune. Actualmente, la principal hipótesis se encuentra en torno a una infección por adenovirus, puesto que se ha asociado de forma "muy significativa" a los casos de Reino Unido, según el último informe del Ministerio de Sanidad, del 14 de noviembre.

"Parece ser que fue por un adenovirus. Es cierto que no es habitual, pero fue algo muy puntual en un contexto de la pandemia, muy localizada en el espacio y muy focalizada en el tiempo. Son cosas de las que aprendemos, vamos tomando lecciones y medidas al respecto", señala López Hoyos.

No obstante, hasta la fecha no ha sido posible probar de forma definitiva que este tipo de organismo esté efectivamente detrás de estas hepatitis. En España, hasta el 10 de noviembre se habían detectado un total de 59 casos -48 de ellos en niños de 10 años o menos- y 15 de los 32 analizados (47%) resultaron positivos en adenovirus, mientras que 8 estaban relacionados con herpes. En cuanto a los fallecidos por esta enfermedad, los decesos en España han sido tres.

"Es cierto que no es habitual, pero fue algo muy puntual en un contexto de la pandemia, muy localizada en el espacio y muy focalizada en el tiempo"

En vista de estas cifras, Sanidad afirma que tanto el número de casos como el de trasplantados (tres, de los que murieron dos) se encuentran "dentro de los esperados según las estimaciones realizadas con datos de los años previos". En total, hasta el 27 de octubre se habían notificado en Europa 563 casos en 22 países, de los cuales 280 son de Reino Unido.

Viruela del mono

De forma casi simultánea a la detección inicial de estas hepatitis, otro virus sembró la preocupación primero en Europa y después en el continente americano. Se trataba de la viruela del mono, una infección zoonótica viral poco frecuente en humanos y endémica de África occidental y central que cursa con lesiones en la piel y puede provocar fiebre, dolor muscular y de cabeza e inflamación de los ganglios linfáticos. Fue, en palabras de López Hoyos, la que supuso "una mayor sorpresa" de todas las enfermedades de 2022.

La alerta se desató tras la detección de un caso en Reino Unido el 29 de abril en un residente británico que presentó síntomas de la enfermedad después de viajar a Nigeria, donde esta patología es endémica. Posteriormente, llegarían miles de casos dentro del país y más allá de sus fronteras, que llevaron a la OMS a considerar ese brote una emergencia de salud pública de importancia internacional. Desde enero de 2022, el virus ha provocado 82.624 infecciones -de las que el 98% se registraron en América y Europa- y 65 muertes, según la Organización Mundial de la Salud.

La infección, que tiene una duración de entre dos y tres semanas y presenta una mortalidad de en torno al 1%, resultaba especialmente llamativa por la sintomatología: provoca lesiones cutáneas que comienzan como ronchas rojas, se convierten en vesículas, pasan luego a pústulas y terminan como costras. Sin embargo, ha habido un cambio en este brote de 2022. Antes, las erupciones solían empezar en la cara, las manos y los pies para extenderse después al resto del cuerpo, mientras que en esta emergencia, con frecuencia, surgieron inicialmente en los genitales y la boca.

Registrada por primera vez en personas en 1970 en un niño de nueve años en la República Democrática del Congo, la viruela del mono no tiene vacuna, aunque quienes fueron inmunizados frente a su variante humana cuentan con una cierta protección. Respecto al contagio, suele producirse a través de gotitas y por contacto con las erupciones. "Lo más común para la transmisión es la actividad sexual, debido al contacto íntimo con lesiones cutáneas infecciosas", detalla el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

Bronquiolitis

Con el transcurrir de los días, no solo llegó el frío, sino también otro invitado habitual de esta época: el virus respiratorio sincitial (VRS), principal responsable de la bronquiolitis en niños, sobre todo hasta los dos años. Con una irrupción algo más temprana que otras temporadas, los contagios y los ingresos se cuadruplicaron en apenas un mes y la incidencia pasó de 19,5 casos por 100.000 habitantes en la semana 42 (del 17 al 23 de octubre) a 79,4 en la 45 (del 7 al 13 de noviembre). 

Se trata de una afección frecuente entre niños de menos de dos años, con especial penetración entre los dos y los seis meses, en la que se inflaman los bronquiolos y se produce una acumulación de mucosidades. Se caracteriza por una sintomatología similar a la del resfriado común durante los primeros días, como congestión, moqueo, tos o fiebre leve. Después, durante una semana o un poco más, se puede presentar dificultad para respirar o un silbido cuando el enfermo exhala.

Si bien es una patología usual, estos últimos años, el SARS-CoV-2, causante de la covid-19, cambió la estacionalidad de otros virus y, en el caso del VRS, llegó a provocar que desapareciera en su época habitual (otoño-invierno) y se registraran picos epidémicos en primavera y verano. En esta ocasión, la sensación es que se están recuperando los comportamientos prepandemia, aunque la eclosión de casos se ha adelantado, pues normalmente los pediatras la esperan para mediados de diciembre. Fue esta precoz explosión de contagios la que desató la preocupación.

"Los niños, en los primeros años de vida, se inmunizan, muchas veces a partir de la guardería. En estos dos años de coronavirus, no ha habido aprendizaje y, al dejar la mascarilla, de repente, se han visto expuesto"

"Los niños, en los primeros años de vida, se inmunizan, muchas veces a partir de la guardería. En estos dos años de coronavirus, no ha habido aprendizaje y, al dejar la mascarilla, de repente, se han visto expuestos. El número de infecciones ha aumentado algo en este tiempo, pero tampoco de una manera tan exagerada, desde luego no para causar una alarma social", indica el inmunólogo.

Estreptococo

Poco antes de fin de año, Reino Unido dio un nuevo susto a la comunidad sanitaria internacional. El 2 de diciembre lanzó una nueva alerta después de registrar un aumento inusual de las infecciones y de los casos graves provocados por el estreptococo del grupo A, también conocido como Streptococcus pyogenes. Pronto, este incremento infrecuente traspasó las fronteras británicas para extenderse a otros países, como España, Francia e Irlanda, y, desde entonces, el goteo internacional de casos ha sido constante.

No se trata, ahora bien, de un patógeno nuevo, sino de una bacteria bien conocida. Es la responsable de los cuadros respiratorios en vías altas, como las habituales amigdalitis con placas de pus y fiebre alta, según apunta el catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, Víctor Jiménez Cid. Sin embargo, a veces pueden pasar a la sangre y provocar infecciones llamadas sistémicas o invasivas, que son "muy peligrosas" y las responsables de los ingresos actuales.

Por el momento, es Reino Unido el país con una mayor incidencia de esta bacteria. Allí, el número de casos en la semana 46 pasó "de 186 en años precedentes a 851 en 2022" y la cifra de menores fallecidos asciende ya a 21. No obstante, la OMS ha asegurado que el riesgo de que la población europea desarrolle una enfermedad invasiva por estreptococo A es "bajo", si bien los Gobiernos deberán estar alerta ante un hipotético aumento de las infecciones en niños.

"Los mecanismos de control y vigilancia epidemiológica responden, y la población debe confiar en ellos"

En este escenario, López Hoyos saca una lectura positiva: "Apreciamos una cosa importante y es que la salud publica funciona. Los mecanismos de control y vigilancia epidemiológica responden, y la población debe confiar en ellos para cuando haya una alerta y se deban tomar las medidas".

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