Un año más, la crónica más negra tuvo su larga lista de sucesos y muertes. Más allá de la terrible pesadilla de la violencia de género, que no cesa, en 2022 nos asaltó el estupor por desapariciones, raptos y asesinatos.
Repasamos aquí los crímenes que estremecieron a España en el año que acaba y que en muchos casos siguen sin resolver.
El complejo caso de Esther López
Esther López desapareció el 13 de enero de 2022 en la localidad vallisoletana de Traspinedo. Sus vecinos la buscaron durante días, hasta que su cadáver apareció el 5 de febrero de 2022 en una cuneta de la N-122. La joven de 35 años murió de un fallo multiorgánico e hipotermia. Había sido atropellada. La persona que la mató la dejó agonizando.
La Guardia Civil encontró que sus lesiones eran compatibles con las que puede causar, en concreto, un Volkswagen T-Roc. Ese es el vehículo de Óscar S., amigo de Esther y la última persona -se supone- que la vio con vida (Esther salió de un bar en compañía de este hombre). La mañana después de los hechos, este hombre se fue a lavar el coche (¿a eliminar restos y huellas?)
Hay otros dos sospechosos. Ramón J.G.F, ha sido el único investigado que fue detenido, encarcelado y posteriormente puesto en libertad. El otro es Lucio Carlos G.D., 'Carolo', uno de los mejores amigos de la mujer y camarero de profesión.
El complejo caso está aún sin aclarar. Un año después, la jueza de Instrucción Número 5 de Valladolid, Soledad Ortega, lo sigue teniendo sobre su mesa. El pasado 21 de diciembre, rechazó la petición de archivo porque consideró que es prematuro adoptar esa decisión en este momento, por cuanto aún no conoce el resultado de todas las diligencias.
Lo último sobre el caso son los dos informes que han presentado el Grupo de Apoyo Técnico y el Grupo de Lucha Contra el Cibercrimen. Demostrarían que la versión de Óscar en su declaración no es real. A ellos ha tenido acceso Alfonso Egea, de El Programa de Ana Rosa (Telecinco). Los informes han sido revisados durante una reunión con la jueza y el fiscal del caso.
La tía de la mujer de Luis Lorenzo ¿murió envenenada?
María Isabel Suárez murió el 28 de junio de 2021. Fue en el domicilio de Rivas Vaciamadrid de Arancha Suárez, su sobrina, y el actor Luis Lorenzo, marido de Arancha. Ellos trasladaron el cuerpo a Asturias para su entierro, momento en el que el hermano de la fallecida sospechó que la muerte podría no ser natural y lo denunció a la Guardia Civil, solicitando una autopsia.
Desde entonces, la Benemérita investigó durante cerca de un año al actor y a su pareja por presuntamente acabar con la vida de la octogenaria con el objetivo de quedarse con su herencia. La jueza también mantiene investigada en la causa a la mujer que cuidó a la anciana en los últimos meses de vida.
La Guardia Civil acusa al matrimonio de envenenar presuntamente a su familiar por "un móvil económico" y les señalan por "originar constantemente un historial de enfermedad mental y desatenderla de sus necesidades físicas y médicas, haciendo que su salud se deteriorara hasta la muerte".
El asunto sigue en el aire. El pasado mes de septiembre, el director del Instituto Nacional de Toxicología, Antonio Alonso, explicó ante la jueza que el fallecimiento pudo no deberse a un envenenamiento porque la alta concentración de metales pesados en su cuerpo podría deberse a un trasvase postmortem.
En noviembre, durante su declaración ante la jueza, Lorenzo cargó contra la Guardia Civil y tildó de "chapuza" la investigación que le incrimina a él y a su mujer. El actor estaba a la espera de que un perito de parte explicara en un informe por qué en la autopsia se detectaron altos niveles del metal cadmio conforme a la teoría del responsable de Toxicología.
El bebe secuestrado de un hospital de Bilbao
En la noche del miércoles 19 de octubre, una mujer de 24 años intentó secuestrar a un recién nacido en el Hospital de Basurto (Bilbao). El bebé había nacido un día antes y fue raptado de la propia cuna de la habitación, cuando la mujer, vestida de sanitaria, se hizo pasar por personal del hospital con el pretexto de hacerle unas pruebas.
La joven abandonó el centro con el bebé en una bolsa, según captaron las cámaras de seguridad, y pasó con él toda la noche, hasta que lo depositó a las ocho de la mañana del jueves en el felpudo de una vecina de su barrio, poco antes de ser detenida. El bebé estaba sano, salvo y "sin un solo rasguño". Tras una breve confesión del secuestro, ella pasó a disposición judicial.
La mujer, Mireia C.S., es una persona "con una capacidad mental limitada". Había fingido estar embarazada y había comprado diferentes artículos de bebé. Aunque ella misma, su abogado y sus familiares pidieron su ingreso en un hospital psiquiátrico, la jueza la puso en libertad provisional sin medidas cautelares, pese a haber apreciado indicios fundados de la comisión de un delito de detención ilegal (secuestro).
Sin embargo, desde el 25 de octubre, estuvo ingresada en la unidad de enfermedades mentales del propio hospital de Basurto. Finalmente, a finales de noviembre, Mireia fue trasladada al hospital psiquiátrico de Zaldibar por orden médica.
La niña asesinada por su madre en Gijón
La muerte de Olivia, una niña de 6 años, conmocionó a todos. La asesinó Noemí, su madre. La autopsia reveló que había muerto por una sobredosis que triplicaba la cantidad de fármacos que una persona de 20 kilos puede ingerir sin fallecer.
Los hechos ocurrieron poco antes de la medianoche del domingo 30 de octubre en en el barrio gijonés de El Llano, donde la mujer y su hija vivían desde hacía pocos meses. Tras recibir una llamada en la que se alertaba de la desaparición de ambas, los agentes lograron entrar en el piso y encontraron a la niña ya fallecida tendida en la cama junto a su madre.
Eugenio, el padre de Olivia, fue alertado en su casa de Segovia por agentes de la policía. Conmocionado, se trasladó hasta Gijón, donde relató que acababa de obtener la custodia tras un proceso que se había prolongado durante cinco años. El hombre no contaba aún con la custodia porque sobre él pesaba una causa judicial por violencia de género y una condena de nueve meses de prisión.
La niña se había quedado al cargo de la madre durante el fin de semana y estaba previsto que el padre se trasladara el lunes siguiente con la menor a Segovia. La psiquiatra del hospital de Gijón que atendió a Noemí aseguró días después que, a las pocas horas del crimen, la mujer era "consciente" de que la había matado, que su estado era "normal, distante y frío" y que no mostró arrepentimiento alguno.
La desaparición de Sandra Bermejo
La psicóloga madrileña Sandra Bermejo, de 32 años, desapareció el 8 de noviembre en el entorno de Cabo Peñas, en Asturias. Trabajaba como psicoterapeuta en Gijón desde 2020. Era una aficionada al senderismo y por eso se había mudado a esa región. No tenía pareja y sus amigas y conocidos la describen como una personal alegre y jovial.
La principal línea de investigación es que se trata de una desaparición voluntaria y trágica. Dice el comisario jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Gijón, Jesús Marco Riaño, que lo más probable es "desgraciadamente encontrarla en el mar".
Pero la Policía Nacional mantiene abiertas todas las hipótesis sobre la desaparición y tratan de esclarecer si hubo intervención de terceras personas. Según el programa Espejo Público, los investigadores están revisando en la actualidad las placas de matrícula de los vehículos estacionados en el aparcamiento de la zona el día de la desaparición de la joven dado que ella pudo haberse subido a un coche que no era el suyo.
El pasado 23 de diciembre una persona encontró restos humanos en el entorno del Cabo Peñas. La Guardia Civil está procediendo a su recuperación en una zona de difícil acceso. Según el abogado de la familia, no se sabe si los restos humanos son de un hombre o de una mujer, "ni si son de Sandra". De momento, cautela.
Milena, la joven prostituta asesinada en Madrid
El 28 de noviembre, Milena, una joven que llevaba una semana desaparecida, fue hallada muerta en un domicilio del distrito de Arganzuela en Madrid donde una semana antes se había descubierto el suicidio por ahorcamiento de un hombre. Milena Sánchez Castro sólo tenía 20 años.
Era pequeña, pelirroja, española de origen cubano, residía en Alcalá de Henares y tenía pareja. Se cree que el martes 22 de noviembre quedó con el hombre hallado más tarde ahorcado para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero. Al día siguiente, doce horas después del encuentro, su pareja denunció su desaparición a la Policía Nacional.
Aunque el cuerpo del hombre fue localizado ese mismo martes, los agentes no sospecharon en un primer momento que el suicidio pudiera estar relacionado con la ausencia de la joven y no realizaron una inspección en profundidad. Con el trascurrir de los días, las pesquisas condujeron a los policías de nuevo a ese piso.
Al registrarlo, hallaron el cadáver de Milena en una habitación cerrada con candado, postrado encima de la cama y con signos de violencia. El más evidente era un fuerte golpe en la cabeza, aunque tenía contusiones en todo el cuerpo. La causa de la muerte fue el ahogamiento.
Los primos de Carabanchel
El pasado 10 de diciembre, Fernando y Ángel, dos chicos de 17 y 11 años, desaparecieron en un supermercado del distrito de Carabanchel, en Madrid. Eran primos y habían salido a comprar unos bocadillos con el padre de uno de ellos cuando este se desvió un momento para acudir a una lavandería. Cuando volvió a buscarlos, no los encontró.
Comenzaron las pesquisas. Desde el primer momento, la familia descartó que se tratara de una huida voluntaria. Según fuentes policiales, los chicos podrían haber sido retenidos por unas personas que habrían chantajeado a su familia para conseguir un rescate por una deuda relacionada con las drogas.
Cinco días después se halló un cadáver en una cinta transportadora de residuos del vertedero Ecoparque de Toledo. Tras la autopsia y las pruebas de ADN, el día 23 se confirmó que el cuerpo era el de Fernando, el mayor de los primos. No presentaba signos de violencia (el informe preliminar de la necropsia descarta una muerte violenta), pero sí lesiones que podrían ser propias de las máquinas de basura. Se sigue trabajando en busca de pistas sobre el paradero de Ángel, el menor de los dos.
Las investigaciones apuntan a que los dos chicos, tras coger el metro en Madrid, acabaron en la provincia de Toledo (fueron grabados por una cámara de seguridad caminando por Toledo). El padre de Fernando ha revelado que su hijo -que ya estaba casado y la pareja esperaba un bebé- tenía una novia en Toledo.
La Guardia Civil que mató a sus dos hijas
El 15 de diciembre, en la localidad conquense de Quintanar del Rey, una agente de la Guardia Civil mató a sus dos hijas, de 9 y 11 años, y después se suicidó. La madre no tenía antecedentes por baja psicológica y al parecer, su comportamiento durante los últimos días había sido normal.
Se llamaba Paola, tenía de 42 años y era natural de Algeciras. Llevaba destinada en ese municipio de Cuenca desde 2009, y residía junto a sus hijas Iris y Lara en el pabellón oficial del acuartelamiento. Agente de Seguridad Ciudadana, se ocupaba de atender las denuncias de violencia de género.
Estaba separada de su pareja y tramitando el divorcio, circunstancia que le había llevado a enfrentarse con su expareja por la custodia. Eso pudo ser el detonante de la tragedia. Al parecer, Paola pensaba trasladarse con las niñas a Algeciras, motivo por el que estaba en trámites de negociación con él, quien sí es nacido en Quintanar del Rey. Su exmarido se había opuesto en los tribunales a que las menores se trasladaran a Cádiz. Ellas habían nacido y se habían criado en esa localidad conquense.
Mohamed, el niño muerto en Ceuta
El lunes 19 de diciembre fue encontrado en Ceuta el cadáver de Mohamed Abdeselam, un niño de 8 años que el domingo anterior había salido de casa para ir a jugar al fútbol. El análisis del cuerpo, hallado en una zona de monte muy próxima al lugar donde el niño vivía, mostró signos de muerte violenta. Murió como consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente.
De familia humilde, Mohamed era el menor de cuatro hermanos y cursaba 3º de Primaria. Aquel domingo, salió de su casa de la barriada de Loma Colmenar para jugar al fútbol en un polideportivo, según explicó su padre. Fue visto por última vez el domingo en torno a las 20.00 horas. La madre alertó al padre de que no lo veía en la pista donde siempre jugaba, a menos de 100 metros de la vivienda familiar.
Junto al cuerpo del menor se halló una pistola de juguete. La Policía ha interrogado a un hombre que estuvo en esa zona la tarde de la desaparición. Varios vecinos de la zona ya habían advertido de su presencia. Ese hombre estuvo hablando con los niños. Al parecer, los amigos de Mohamed se fueron a casa, pero él se quedó solo jugando. Se investiga la posibilidad de un intento de rapto.
Pero la Policía centra la investigación en los amigos del pequeño, más mayores que él. En el cuerpo hay huellas de hasta tres personas y muestras de ensañamiento. Creen los investigadores que una o varias terceras personas llevaran al niño hasta el terraplén donde fue hallado. Lo que sí se y descarta es que Mohamed fuera agredido sexualmente.
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