La otra Navidad de musulmanes, orientales, judíos o budistas en España

  • Las diferentes sensibilidades conviven en nuestro país con la celebración del nacimiento de Jesucristo.
  • Muchas personas se intentan adaptar a las tradiciones navideñas, respetando sus propias creencias.
  • "En el colegio tenía 7 años y los niños hablaban de sus regalos. Te sientes aislado", explica un joven oriental.
fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Cena Janucá. Cenas de Navidad
Celebración de la Janucá en la Plaza de la Villa
José González
fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Cena Janucá. Cenas de Navidad

En Navidad, los cristianos celebran el nacimiento de Jesucristo por todo el mundo. España es un país aconfesional y únicamente el 18,2% de las personas se consideran católicos practicantes, según el último barómetros del CIS. Aún con estos datos, la mayoría de las personas celebran, en mayor o menor medida, la Nochebuena, el Año Nuevo o los Reyes Magos. Sin embargo, es evidente que en nuestro país existen diferentes formas de vivir estas fechas.

"Soy musulmana y no celebro la Navidad", se presenta Inas, una joven española de 27 años y de ascendencia siria. Es una de las muchas realidades que existen en nuestro país. Los españoles que se definen como creyentes de otra religión son el 2,6%, los agnósticos, el 12,3%, los no creyentes, el 12,5%, mientras que los ateos llegan al 15,5%.  

Aunque Inas no celebre la fiesta religiosa, admite que le gusta el ambiente de las luces y la decoración que estos días inundan las calles. "En Nochebuena aprovechamos las vacaciones y hacemos una cena familiar". En casa de Inas no tienen árbol de Navidad, pero recuerda que de pequeña sí celebraba esta fiesta cristiana: "En el colegio festejaba con los demás niños y me vestía de pastorcilla", explica a 20minutos

En su casa siempre le han inculcado las fiestas musulmanas, como el Ramadán y la Fiesta del Sacrificio, pero eso no es problema ninguno para que a Inas le encante ver las típicas películas que se emiten en estas fechas: "Es algo más cultural que religioso". Entre otras cosas, se reúne con amigos para hacer cenas navideñas, come roscón de Reyes y ve la cabalgata: "Es una época que nos encanta, el ambiente es muy bueno y se ve más feliz a todos".

Inas es una joven española de origen sirio y musulmana
Inas es una joven española de origen sirio y musulmana
Imagen cedida

Cheikhna Baba lleva 13 años en nuestro país y es profesor universitario. "La primera vez que vine a España me sorprendió la forma de celebrar la Navidad en las calles". Cheikhna es mauritano y aunque es musulmán, sí celebra con sus amistades la Navidad: "La gente que no sabe muy bien de religión, se cierra a la tradición literal y rechaza celebrar. Los principios de las religiones son los mismos, no tengo ningún problema". Este profesor de 39 años explica que ha elegido vivir aquí y pretende adaptarse a sus tradiciones: "Va más allá de una fiesta religiosa, vemos a los jóvenes que no son practicantes".

Cheikhna afirma que la educación es clave para entender y conocer estas tradiciones: "Mi familia que no ha salido nunca de su país, siguen pensando que es una fiesta religiosa estrictamente. Pero mis amigos musulmanes en España opinan como yo".

Cheikhna delante de la iluminación navideña en Torrejón
Cheikhna delante de la iluminación navideña en Torrejón
Imagen cedida

Las vacaciones navideñas son un motivo perfecto para reunirse y cenar juntos para este profesor mauritano: "En Nochebuena viajaré a Alemania para ver a mi familia y celebrar con ellos". Continúa muy claro con su discurso sobre la convivencia de religiones: “Los musulmanes tradicionales son cerrados, la gente que estudia ve las cosas de otra manera. Hay que adaptarse a las culturas, puedo celebrar la Nochebuena con mis amigos y respetar mi religión”. La única excepción que Cheikhna asume es el no consumo de cerdo y de alcohol: “En las celebraciones es lo único que no comparto de la Navidad”.

Navidades orientales y la Janucá judía

Además de la comunidad islámica, los judíos o los orientales viven de forma diferente estas fechas festivas. Dani vino con solo 7 años a Madrid: "Conocía algo de la Navidad porque salía en los dibujos animados, pero venía de un pueblo pequeño. En los lugares más tradicionales de China no se celebra ni el Año Nuevo occidental, aunque en ciudades más modernas sí", explica este joven oriental de 26 años.

“Llegué en invierno y para mí, la Navidad era una novedad en mi vida. No me habían enseñado nada. Mis primeros recuerdos eran ver Cortylandia en Madrid”, explica. Dani no entendía tampoco la tradición de dar regalos: "En el colegio tenía 7 años, volvía de vacaciones y los niños hablaban de sus regalos. Te sientes aislado y desubicado, y te preguntas: ¿Por qué a mí no me hacen regalos?". Este joven afirma que nunca llegó a preguntarle a sus padres, aunque más tarde fue conociendo la realidad.

Dani lleva desde los 7 años viviendo en Madrid
Dani lleva desde los 7 años viviendo en Madrid
Imagen cedida

En su casa nunca verás un pesebre ni un abeto navideño, pero admite que algún año hacen una cena familiar: "Es una excusa para juntarnos, no cantamos villancicos ni nada". En cambio, fuera de su hogar, sí celebra Navidad: "Nos damos regalos, sales a ver las luces, disfrutas con amigos".

¿Por qué a mí no me hacen regalos?

En el otro lado, están sus sobrinos que nacieron en España: "Mi hermana intenta realizar una proyección de lo que sería la Navidad porque han crecido con esta cultura, les da regalos por Papá Noel y decora algo la casa". En toda esta situación, Dani confiesa que le encantaría que su familia celebrase la Navidad: "Poca gente celebra ya el nacimiento de Jesucristo, se ha convertido en un época de consumismo y fiestas". Sus amigos españoles son conocedores de su cultura desde el primer día: "Todos dan por hecho que no celebro estas fiestas".

El pasado miércoles, las luces navideñas de la Calle Mayor en Madrid se entrelazaban con la celebración de la Janucá en la Plaza de la Villa. La comunidad judía se reunía para conmemorar el milagro de Janucá, donde los macabeos se rebelaron con éxito contra los invasores griegos. El templo de Jerusalén fue purificado y los macabeos utilizaron una pequeñísima cantidad de aceite para purificarlo, que resultó suficiente para mantener el candelabro iluminado durante ocho días. Por eso, durante ocho días se enciende una vela, cada día una, con un candelabro especial llamado Januquiá que tiene nueve brazos.

Bendiciones de agradecimiento, bailes, música y dulces típicos, como los sufganiot (buñuelos fritos rellenos), formaban parte de esta celebración que tiene la motivación de llevar las celebraciones judías a las calles. Así 40.000 judíos viven en nuestro país y conviven su particular Janucá con la Navidad cristiana. "Me adapto a mis tradiciones judías, pero comparto regalos con amigos y vecinos como hacen en Navidad", explica Sady, de 63 años y que lleva tres viviendo en nuestro país. Mientras disfruta del ambiente de la celebración, afirma que las diferentes sensibilidades religiosas se hacen recíprocas en estas fechas: "Lo importante es el respeto mutuo entre cristianos y judíos". 

fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Cena Janucá. Cenas de Navidad
Candela celebra la Janucá junto a sus amigos
José González

Candela es una joven madrileña de 23 años que celebra tanto la Janucá como las tradiciones cristianas de Navidad: "Mi familia paterna es judía y encendemos las velas en la januquiá". Por su parte materna viven más tradiciones como la Nochebuena o el día de Reyes. "Aunque celebro el judaísmo en un plano más íntimo, cuando no he estado en casa en estas fechas también he alumbrado las velas durante los 8 días de la Janucá". Ella cuenta que sus amigos le preguntan sobre estas tradiciones: "Hay curiosidad al respecto, por eso es bueno que la Janucá salga a la calle y que cualquier persona conozca nuestra cultura".

fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Cena Janucá. Cenas de Navidad
Janucá en la calle, en la Plaza de la Villa de Madrid
José González

Entre los asistentes, una madre cuenta que aunque no es judía, sí cree en ciertas de sus interpretaciones, por ello intenta inculcar estos valores a sus hijos: "Estos días no los he llevado a la escuela porque no quiero que celebren la Navidad, es un esfuerzo que hago por seguir mi fe". Un padre e hijo judíos afirman que el nivel de celebración tiene mucho que ver con el mayor o menor compromiso religioso: "Celebramos también la Navidad. Al final no la tomamos como algo religioso, sino que es una fiesta cultural que viven todos”.

Ateos y la Navidad

Los budistas son otro buen ejemplo de comunidades que celebran la Navidad. Luis Morente, presidente de la Federación Budista de España, cuenta a 20minutos que la Navidad no va en contra del budismo: "Es algo personal de cada uno. Jesucristo es un ser iluminado y no vemos nada incompatible en celebrarla". Entre risas, Morente afirma que ir en contra de los valores navideños "sería muy poco budista".

"Nos molesta que la Administración gaste dinero público en la Navidad", es la opinión de Albert Riba, presidente de la Asociación Española de Ateos y Librepensadores. Riba cree que se debería apostar por una celebración más inclusiva: "El solsticio de invierno es una fiesta más neutra y todo el mundo podría adherirse, además es una celebración histórica". En su familia no se celebra Nochebuena, pero Papá Noel sí visita su hogar la noche del 24 de diciembre: "Cenamos juntos, pero sin ninguna tradición religiosa. En Barcelona, también tenemos el Tió de Nadal para mantener la ilusión de los niños con los regalos". Riba considera que es importante que los ateos no celebren estas fiestas navideñas porque "no hay que retroceder en las libertades aconfesionales de España".

Más o menos creyentes, parece que la Navidad seguirá vibrando en nuestras fronteras un año más, aunque cada vez más las diferentes sensibilidades de la sociedad se ven reflejadas en estas fechas vacacionales que se viven de forma tan especial e ilusionante (para algunos).

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