Los planes para el fin de semana más navideño del año tenían que incluir funciones infantiles ligadas a estas fechas como las de Matadero Madrid, complementada con atracciones al aire libre como una evanescente instalación luminosa entre la Almudena y el Palacio Real, ideal para sacarse unas fotos plenas de color. Llega una versión urbana del ballet 'Cascanueces' donde no se excluyen los pantalones de chandal; fotografías y flyers que nos retrotraen a la Movida; la magia flipante de Jorge Blass; y una visión más festiva de 'La vida es sueño'.
1. Teatro. 'La vida es sueño' de Cheek by Jowl
Es un monumento de nuestro teatro, una cumbre de las letras al servicio de la escena, en España y en el resto del mundo. La vida es sueño (1635), de Pedro Calderón de la Barca, que se representa ahora en el Teatro de la Comedia, precisamente responde a la trascendencia de un texto que alcanza repercusión universal, contando con la producción de la compañía británica Cheek by Jowl y LAZONA, y la adaptación de la dramaturgia a cargo de Declan Donnellan y Nick Ormerod, ligados indisolublemente a la representación de Shakespeare, en su primer montaje en español.
La historia de Segismundo, príncipe de Polonia, que ha vivido desde su nacimiento encerrado en una torre por las sospechas de su padre, el Rey Basilio, sobre su validez para heredar el trono, nos llega en una versión que ha optado por desdramatizar un texto con profundas derivadas filosóficas. Nunca este personaje apareció tan alejado de las costumbres sociales, hasta el extremo de que su habla se desarrolla a partir de un balbuceo primigenio al que asistimos, descubriendo el mundo con asombro, palpando cada objeto como si del Pequeño salvaje de François Truffaut se tratara. Reconociendo a sus semejantes con el asombro mostrado por los indígenas que se topan con el hombre blanco.
La Segunda jornada de este drama, en la que Segismundo es conducido al palacio mientras duerme, para despertarle como heredero en un juego que permita observar sus reacciones, alcanza intensa brillantez en la versión de Donnellan. Se emplea el patio de butacas como escenario de su descubrimiento de otros rostros, los nuestros, antes de fundirse en un abrazo expresivo, bellísimo, con el padre que le repudió, en un reencuentro de alto voltaje.
A dicha intensidad contribuye la interpretación extraordinaria de los dos actores principales. Ernesto Arias compone un Rey Basilio que adquiere gran visibilidad al permanecer casi continuamente en escena, como observador sorprendido de los sucesos. Sus parlamentos dirigidos al pueblo polaco, que asumimos orgullosos los espectadores, son de una serenidad y profundidad encomiables. Arias demuestra una vez más su categoría de actor grande, su gusto por decir el verso con donosura. Esto ya no resulta sorprendente, pero sí lo fue la prestación de Alfredo Noval encarnando a Segismundo, con una actuación reveladora, memorable, apoyada tanto en la palabra como en lo gestual, mesurada dentro de su carácter primitivo.
La jornada final se plantea como un bombardeo continuo en un frenético abrir y cerrar de puertas. Previamente alguna escena se ha aligerado hasta perfilarla como una especie de vodevil con risas enlatadas, lo cual a algunos les parecerá una herejía, pero lo cierto es que aporta frescura a algunos pasajes. Tanto como escuchar a Carmen Miranda, acompañada por al orquesta de Xavier Cugat, en un transistor que acompaña al pobre Segismundo en su cautiverio, como única ligazón con un mundo del que sólo puede escuchar el eco de una alegría que desconoce.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico dedicará varias sesiones relacionadas con esta inmortal obra de Calderón, durante el resto de la temporada, con dos Diálogos contemporáneos a cargo de Antonio Álamo y la compañía de danza Mal Pelo, así como una representación del auto sacramental del propio Calderón, también titulado La vida es sueño. Ya hablaremos de ello cuando llegue el momento pero, por lo pronto, no se pierdan esta 'Vida' que ahora se representa en la Calle Príncipe.
2. Fotografía. Pablo Pérez-Mínguez, 'Modernidad y Movida'
Las fotografías que Pablo Pérez-Mínguez tomó a Pedro Almodóvar son una de las series más famosas dedicadas al director manchego, reflejando la época en que comenzaba a destacar como uno de los baluartes del cine español más transgresor. Insertadas en la época de la Movida madrileña, que también retrató este fotógrafo, no son más que una pequeña parte de una carrera que se resume en la exposición que le rinde la Comunidad de Madrid y puede verse en la Sala El Águila.
Pablo Pérez-Mínguez se veía a sí mismo como un autista al que la fotografía había salvado, y algo de ese trastorno puede intuirse al contemplar los miles de 'post it' y numerosos diarios que se conservan, donde él anotaba frases y pensamientos, siempre con letra mayúscula. En un video muy ilustrativo sobre su personalidad, entramos en su domicilio, con las paredes completamente llenas de textos, algo que se intenta simular en las escaleras del centro cultural El Águila que alberga la exposición. En realidad, Pérez-Mínguez se consideraba más un escritor que un fotógrafo, puesto que a esa actividad dedicaba la mayor parte del tiempo.
Compuesta por más de 300 imágenes y documentos personales procedentes del Fondo Pablo Pérez-Mínguez, presenta una completa aproximación al Madrid del último tercio del siglo XX a través de su figura. La exhibición se complementa con la exposición de material de carácter personal del artista, con objetos que formaban su discoteca y biblioteca particular, los collages que realizaba o la colección de flyers reunidos a lo largo de su vida.
El diseño de la exposición es colorista y envolvente, ofreciendo una muestra de los centenares de reportajes y motivos perseguidos por este fotógrafo en las décadas de los setenta, ochenta y noventa, al que, lamentablemente, el Premio Nacional de Fotografía, concedido en 2006, le llegó demasiado tarde. Él mismo reconocía que nadie le llamaba para ningún trabajo, a partir de cierto momento, y su situación económica era ya ruinosa.
Personajes como Marisa Paredes, Rossy de Palma, Carlos Serrano, Alejandro Sanz, Vicente Molina Foix, Luis Antonio de Villena o Fernando Savater. Retratos maravillosos de Radio Futura, Alaska, Javier Furia, Carlos Berlanga y otros muchos cantantes, artistas y grupos musicales del momento, realizadas en locales de moda como Rock- Ola, el Teatro Alfil o la Sala El Sol.
La sección Detalles Invisibles muestra su nivel artístico más refinado, con fotografías de gran formato y no menor calidad. Distintas obras que reflejan cómo entendía su trabajo cuando afirmaba que "un fotógrafo que pasea con su cámara va seleccionando esos instantes mágicos, aparentemente invisibles para los demás, pero que él sabe detectar e inmortalizar".
3. Danza. 'Cascanueces' en versión hiphop de Blanca Li
Cascanueces es uno de los ballets más representados en estas fiestas navideñas a lo largo y ancho de todo el mundo. Lo tendremos en los Teatros del Canal durante este fin de semana y hasta el 30 de diciembre, además en la Sala Roja, la más grande de los teatros. Lo original es que se ofrecerá en una imaginativa y actual coreografía a ritmo de hiphop creada por la coreógrafa y directora de los Teatros el Canal, Blanca Li.
La historia que se relata en este Cascanueces es la misma que en la versión original: la de una niña que ve cómo su juguete se convierte en príncipe, lucha contra los ratones y viajan juntos al mundo de los títeres. "Simplemente - afirma Blanca Li-, en vez de estar en un ambiente de época se cuenta desde el hoy de los jóvenes. Se trata de un grupo de amigos que organiza una fiesta de Navidad y, entre los regalos, hay dos cascanueces. Uno de ellos es el clásico de madera, pero otro es un cascanueces robot, interpretado por un bailarín de popping (estilo del hiphop que imita los movimientos robotizados). Es este último el que se convierte en príncipe".
"Este género -explica la coreógrafa y directora de Teatros del Canal-, tiene una energía muy fresca. Es una danza que no existía hace treinta años, y creo que El Cascanueces como historia encaja muy bien con la juventud valiente que practica esta danza. Me apetecía darle al hiphop la posibilidad de contar una historia donde hay mucha fiesta, mucha energía, pero también mucha poesía y magia".
El Cascanueces se estrenó originalmente en 1892 con música de Piotr Ilich Chaikovski. Ya entonces, el ballet logró una popularidad que no ha decaído a lo largo del pasado siglo. Quién sabe qué opinaría el compositor ruso de esta propuesta que cambia el tutú por unos pantalones de chandal.
Esta versión tan especial del Cascanueces se estrenó en el mes de febrero de este año en el festival de Cités Danse de Suresnes, uno de los festivales más importantes de Europa de danza urbana, que lo encargó para celebrar sus 30 años de existencia. Su director le pidió a la coreógrafa española una creación para este aniversario y ella propuso El Cascanueces. "Tenía ganas de hacerlo desde hace tiempo y realmente el público y la crítica lo acogieron de manera maravillosa. Ha sido un gran éxito que nos ha conducido a una gira ya en marcha por más de 60 teatros de toda Europa".
4. Instalación. 'Evanescent' en el Palacio Real
La plaza de la Armería, en el espacio que separa el Palacio Real de la Catedral de la Almudena, acoge la instalación de luz y sonido Evanescent, los días 22 y 23 de diciembre, de 12:00 a 23:00 horas, como adelanto del Festival Internacional LuzMadrid 2023, dentro del programa diseñado por el Ayuntamiento para celebrar la Navidad en Madrid. La entrada es libre.
Creado por Atelier Sisu, estudio de arte con sede en Sydney (Australia), dirigido por el escultor y diseñador industrial Renzo B. Larriviere y la arquitecta y artista Zara Pasfield. Evanescent, utiliza luz natural y artificial para crear un espectáculo dinámico de coreografía colorida. Los cúmulos de burbujas de gran tamaño, cubiertos con una película diacrónica, funcionan como un lienzo, capturando los rayos de luz desde todos los ángulos y descomponiéndolos en diferentes colores. A medida que el sol brilla, la película se refracta, creando orgánicamente un jardín de esferas iridiscentes. El resultado es mágico y los colores van alterándose a lo largo del tiempo
Evanescent es una instalación que explora el concepto de lo efímero, ya que, además, se monta y desmonta cada día. Sombras complejas de color se proyectan sobre el entorno, alrededor de la obra, emulando la reflectividad y singularidad de las burbujas.
Por la noche, la instalación cambia y las proyecciones de luz rebotan dentro de la capa reflectante de las esferas creando una experiencia completamente nueva.
5. Navidad al aire libre en Matadero Madrid
El Ayuntamiento de Madrid inaugura el jueves 22 de diciembre en Matadero Madrid, la cuarta edición de Madrid, Navidad de encuentro, con Italia como país invitado. Entre las muchas opciones que se van a ofrecer en la amplia Plaza Matadero de este centro cultural, desde este fin de semana, destacamos tres de ellas.
El Titiriscopio es un teatro en miniatura a la italiana, para niños a partir de 6 años, donde se representan piezas cortas de títeres y hologramas. El teatro aúna música, narración, artes plásticas y títeres permitiéndonos entrar en el mundo de las emociones y en lugares simbólicos de enorme poesía, a lo que se suma una proyección de hologramas que permite utilizar los medios escénicos propios de grandes teatros en muy poco espacio. En su interior: teatro de objetos, títeres de sombra, fantasmagorías, todo tiene cabida en esta pequeña caja mágica, un dispositivo escénico sin barreras arquitectónicas, funcional, inclusivo y diferente.
- Del 23 al 30 de diciembre.
- De 11.30 a 14.30 h y de 16.30 a 19.30 h
- Entrada libre hasta completar aforo
La Feria de los imposibles está dirigida a todos los públicos y es una propuesta de juegos de participación. El público disfruta de un mundo mágico, donde nada es lo que parece. Dos pícaros personajes nos proponen jugar, participar y pensar, con diferentes cajas y objetos misteriosos en una instalación de más de 350 metros cuadrados de superficie. La Feria de los Imposibles la componen artilugios de ingenio, cajas misteriosas, caleidoscopios, cuadros de doble visión, espejos surrealistas, inventos mágicos, taumatropos y un sinfín de ilusiones ópticas para todas las edades. Todo ello en el interior de unas curiosas barracas que consiguen que el público se sumerja en un renovado concepto de magia y viaje a las típicas ferias de antaño. Se trata de una producción de la compañía oscense Civi-Civiac.
- Del 23 de diciembre al 3 de enero
- De 11.30 a 14.30 h y de 16.30 a 19.30 h
- Entrada libre hasta completar aforo
Por último, la compañía Itinerària nos propone entrar en El Gran Laberinto, una instalación de gran formato que combina desafíos mecánicos y enigmas visuales. Una estructura laberíntica semi transparente que transforma el espacio. Atraído por la curiosidad y el desafío, el público se adentrará en un entramado de caminos que resulta a la vez un juego y una performance gracias a su interacción con la obra.
Reivindicando la calle como lugar de encuentro, en Itinerània practican la intervención efímera y festiva del espacio público basando sus creaciones en estructuras sencillas con artilugios de mecánica básica a la vista. Una propuesta marcadamente participativa para todas las edades.
- Del 23 de diciembre al 3 de enero
- De 11.30 a 14.30 h y de 16.30 a 19.30 h
- Entrada libre hasta completar aforo
6. Magia. 'Flipar' de Jorge Blass en el Reina Victoria
El conocido mago Jorge Blass está alcanzando un éxito completo con Flipar, su nuevo y esperado espectáculo en el que ha trabajado durante más de dos años. Según el propio creador, "mi reto artístico es que los espectadores no pierdan su capacidad de asombro, sus ganas de flipar".
Jorge Blass consigue que el público flipe, alucine y se entusiasme, incluso que se cuestione sus propios sentidos. Una experiencia única en la que la magia se adelanta a la tecnología para demostrarnos que no existe lo imposible y que dja al público sin respuestas.
Entre otras cosas, el show cuenta con: 27 efectos de magia en tan sólo 5 minutos, una persona del público se vuelve invisible cada día, hay un juego de teletransportación increíble… entre otras muchas cosas flipantes.
Jorge Blass es todo un referente en la magia mundial, creador de innovadoras ilusiones desde su debut a una edad muy temprana. Con 19 años ganó la Varita de Oro de Monte Carlo y durante 20 años no ha dejado de recibir los reconocimientos más importantes por parte de la crítica y el público. Su magia ha cautivado a iconos del ilusionismo como David Copperfield o Penn & Teller. Desde el Dolby Theater en Los Angeles, hasta la Exposición Universal de Shangai, recorriendo televisiones de medio mundo, emocionado a millones de personas con su extraordinaria manera de hacer magia.
En definitiva, las ilusiones traspasan las puertas del teatro dejando a los espectadores boquiabiertos con 'Flipar', que podrá disfrutarse hasta el 8 de enero en el Teatro Reina Victoria. Un show que, sin duda, no dejará indiferente a nadie.
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