Silencio y dolor en el funeral de las dos niñas asesinadas por su madre en Quintanar del Rey

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Entierro de las niñas asesinadas por su madre en Quintanar del Rey

El trágico suceso que ha ocurrido esta semana en Quintanar del Rey, Cuenca, sigue conmocionando a los vecinos. Esta mañana, cerca de medio millar de personas han enterrado a Iris y Lara, las niñas de 9 y 11 años que fueron presuntamente asesinadas el jueves por su madre, una agente de la Guardia Civil que se quitó la vida después. 

Numerosas coronas de flores blancas y decenas de vecinos han querido acompañar a los familiares y seres queridos de las víctimas en este duro momento. Por su parte, Paola, la madre de las pequeñas, será enterrada en Algeciras, su localidad de origen. El Ayuntamiento declaró el mismo jueves tres días de luto.

Con la conmoción reflejada en sus rostros, alrededor de 200 personas se han congregado antes de las 11:00 horas de este sábado a las puertas de la iglesia de San Marcos Evangelista. Pasados unos minutos, llegaba hasta la plaza Mayor de Quintanar la pompa fúnebre con tres vehículos, uno de ellos portando una veintena de coronas y centros florales, tanto de familiares, como de conocidos y de la Guardia Civil.

Detrás, llegaba a pie otro grupo de unas 300 personas que han arropado a la familia desde el tanatorio hasta la parroquia. Todas ellas expresaban su dolor y tristeza, lo que se ha unido al pesar institucional por parte del alcalde, Martín Cebrián o el parlamentario en el Congreso de los Diputados, Luis Carlos Sahuquillo. También ha estado presente el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, Fernando Montes.

Dentro del templo se ha oficiado la misa, en una iglesia abarrotada donde no ha podido entrar toda la gente que se había desplazado para dar el último adiós a las menores. Al finalizar, los dos féretros han vuelto a salir a la plaza y han sido depositados en los coches fúnebres para dirigirse hasta el cementerio.

Que fue lo que ocurrió

El jueves por la mañana la población del pequeño municipio, de apenas 7.500 habitantes, amanecía con la noticia de que una agente de la Guardia Civil había disparado a sus dos hijas y, después, se había suicidado con su arma reglamentaria. Se trataba de la única agente mujer del instituto armado en el puesto de Quintanar.

Esta desoladora imagen se la encontraron sus compañeros, quienes, tras advertir que Paola no había acudido a su puesto de trabajo, fueron en su búsqueda y se vieron obligados a forzar la cerradura de su vivienda del cuartel al no recibir respuesta.

La agente, de 42 años, llevaba destinada en Quintanar del Rey desde 2009 y residía junto a sus hijas en el pabellón oficial del acuartelamiento. Era parte de Seguridad Ciudadana y se encontraba en un equipo encargado de atender asuntos de violencia de género en la compañía de Motilla del Palancar.

Sin antecedentes por baja psicológica

El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha indicado que no consta que Paola tuviera baja médica por problemas psicológicos. Su comportamiento durante los últimos días había sido normal, según los vecinos, quienes han asegurado que recientemente la vieron en el supermercado y todo aparentaba normalidad. 

No obstante, fuentes del entorno de la familia consultadas por Vozpópuli relatan que en las últimas fechas se le notaba "más apagada" y "no estaba bien". A pesar de ello, sus compañeros la describían como una "buena y querida compañera". 

Tierraseca ha indicado que cualquier hecho dramático de esta naturaleza debe "llevar a reflexionar", sobre todo con las "condiciones psicológicas" de los Cuerpos y las unidades que portan armas en su tarea diaria. "La vigilancia siempre es poca, es muy importante el control de las armas", ha apuntado, remitiéndose al protocolo existente tanto en la Guardia Civil como en la Policía Nacional.

Divorcio en trámite

La madre de las pequeñas estaba separada de su pareja y tramitando el divorcio. Un proceso "tormentoso" que, según varios medios, comenzó hace menos de un año y le había llevado a enfrentarse con su expareja, Santiago, por la custodia. La investigación apunta que la custodia de las dos niñas podría ser el detonante de este suceso.

El tío paterno de las niñas, Francisco, ha indicado que las niñas pasaban mucho tiempo con los abuelos paternos y con el padre, ya que se veían "la mayoría de los días", pues él las veía al llevarlas al colegio y después del trabajo. Sin embargo, ha desvelado a EFE que el miércoles intentaron contactar con las dos menores, pero no fue posible. 

Lucía, prima del padre de la niñas, ha subrayado que Santiago y Paola, a pesar de que llevaban unos dos años separados, "intentaban llevarse lo mejor posible" por el bien de sus hijas. Sin embargo, según ha informado ABC, la madre de Iris y Lara había amenazado previamente a su expareja con su pistola, pero estos detalles no han sido confirmados por fuentes oficiales.

La madre quería mudarse con sus hijas a Algeciras

Fuentes del entorno de la agente han señalado que la agente tenía intención de trasladarse con sus hijas a Algeciras, motivo por el que estaba en trámites de negociación con el padre de las niñas, que es natural y residente de Quintanar del Rey.

Según fuentes de la investigación, Paola intentaba pedir destino a la ciudad gaditana para mudarse con las pequeñas, ya que es donde vive gran parte de su familia. No obstante, Santiago se había opuesto en los tribunales a que sus hijas se trasladaran a Cádiz.

La investigación está ahora a cargo de la Policía Judicial de la Comandancia de Cuenca. La titular del juzgado ha decretado secreto del sumario, que afecta a la totalidad del procedimiento judicial abierto, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

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