La ciudad de València transformará un cruce de calles del barrio de la Petxina en su primera supermanzana peatonal. Con un presupuesto de 840.000 euros y un plazo de ejecución de 14 semanas, el área de Urbanismo ha arrancado este martes el proyecto para reordenar el cruce de las calles Palleter y Calixto III, junto a la Gran Vía Fernando el Católico (distrito de Extramurs). 

La intervención, que empleará el llamado ‘urbanismo táctico’ e incluye aportaciones vecinales con un proceso participativo, supondrá la creación de una plaza en el centro de la intersección, con la sustitución de coches aparcados por vegetación y zonas de juegos, y del asfalto por baldosas con un diseño unificado. La idea sigue el modelo de ciudades como Barcelona o Vitoria y prevé alternativas para el aparcamiento vecinal con más zona verde y nuevas plazas en parkings en la zona.

La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, explica que esta fórmula supone la generación de una nueva plaza peatonal en un conjunto de intersecciones por donde actualmente pasa el tráfico privado. "Con el diseño actual del Eixample y Extramurs solo hay estacionamiento y no relación social. Para esos espacios hemos apostado por generar una recuperación donde el tráfico sigue teniendo garantizado el paso a través de los viales colindantes, pero se impide el cruce para generar ese gran espacio peatonal y que se convierta en una plaza para las personas", ha detallado.

Urbanismo ha aplicado la guía de diseño que aprobó para las intervenciones ‘tácticas’, es decir, sin obra dura, para que el resultado se integre estéticamente en el paisaje urbano. Para las baldosas, ha contado con el diseñador gráfico Ibán Ramón, y con Leku Studio para la redacción del proyecto. "Hemos querido hacer las cosas bien. No solo el objetivo directo de recuperar espacio peatonal y pacificar el tráfico, sino también desde el punto de vista estético y del diseño integrado en la ciudad", ha expuesto Gómez.

AYTO. VLC

El proyecto crea una agrupación de manzanas en las que se prioriza la circulación peatonal y se limita el tráfico a los laterales. "Se genera una gran plaza de proximidad y de barrio con oportunidad para nuevos usos que se adivinan, como los sociales y de comercio de proximidad, y otros que irán surgiendo de manera espontánea", apuntan desde Leku Studio.

El vehículo tendrá acceso, pero "redirigido" hacia los laterales para liberar la plaza central. Además, la velocidad se reducirá "a una escala humana con pequeños quiebros en las calles, para que los vehículos tengan que aminorar la marcha". También se incorpora vegetación que ayude a mitigar el incremento de temperaturas y aporte sombras.

La responsable de Urbanismo ha afirmado que se han contemplado alternativas para compensar la pérdida de aparcamiento en la zona, con 113 plazas en el parking de Santa María Micaela, con la habilitación de zona verde para residentes en las calles del entorno y con la habilitación de las 140 plazas del parking incluido en el PAI de Palleter.

Carlos Gámez

Desde Leku Studio han explicado que el concepto de supermanzana "ya es conocido para calmar el tráfico y ganar espacio para las personas y la naturaleza" y que se está aplicando "con éxito" en ciudades españolas y europeas.

Cuatro líneas estratégicas

Las líneas estratégicas principales que explican la esencia del proyecto son cuatro. En primer lugar, la naturalización y el fomento del juego, con elementos para aumentar la sombra y limitar el color negro del asfalto. En segundo lugar, el fomento de la movilidad activa y de la velocidad de los coches a escala humana, así como de los hábitos saludables. Se trata, exponen desde el equipo redactor, de "poner fácil moverse a pie y en bici, y no tan fácil hacerlo en coche". En tercer lugar, la intervención da lugar a una "plaza social e inclusiva, integradora, sensible a los nuevos usos y a los más vulnerables, a los niños y a los cuidados". Finalmente, se impulsa el comercio de proximidad, de barrio y la interacción en las plantas bajas.

Los niños aportan su visión

Además, se convocó un proceso participativo para contar con las aportaciones de los vecinos de la zona. La idea del Ayuntamiento es que cada supermanzana pueda tener "elementos específicos relacionados con cada barrio", ha afirmado la concejala de Participación, Elisa Valía. También se ha incorporado la visión de los niños. "Son barrios muy densos de edificación y abrir estos espacios tiene unos beneficiarios muy directos como son los niños", ha expuesto. Para ello, se han realizado talleres en dos colegios de la zona con participantes de edades comprendidas entre los 8 y los 10 años.

Los redactores del proyecto también han hecho más de 160 encuestas a la población, así como entrevistas en profundidad a personas del barrio (asociación de vecinos, fallas, Ampas o asociaciones de comerciantes).