Sam Bankman-Fried ha pasado este año de ser considerado un joven multimillonario visionario de las criptos a convertirse en el 'lobo' de FTX. Lo que igual no ha perdido por el camino son los millones. Este estadounidense de 30 años, rizos desmelenados, aficionado a las camisetas, las bermudas y los 'hoodies' acaba de ser detenido en Bahamas, un mes después de la quiebra de su emporio, el exchange de criptomonedas FTX, bajo la sospecha de que su gestión no fue solo errática sino también fraudulenta.

La Fiscalía de Nueva York, obedeciendo al Gobierno de EE UU y "en base a una acusación secreta", arrestaba a Bankman-Fried por "fraude electrónico" y "lavado de dinero", entre otros delitos, en su paraíso, donde ha adquirido una cartera de viviendas con su familia. El diario The New York Times apuntaba además hace unos días que el fundador de FTX maniobró en primavera para propiciar la caída de dos criptomonedas que desestabilizaron el mercado en mayo. Bankman-Fired intentó beneficiarse de la crisis y terminó quemándose. 

¿Quién es Sam Bankman-Fried? Un joven que quiso jugar fuerte con la volatilidad de las criptos, arriesgó todo salvando a los insalvables, se equivocó, y pidió perdón, o alguien más parecido al 'lobo de Wall Street', un estratega que maniobró, ganó, apartó activos y escondió millones. 

Hijo de dos profesores de Derecho

Sam Bankman-Fried nació el 6 de marzo de 1992 en California. Bankman-Fried es hijo de dos profesores de la Facultad de Derecho de Stanford, que ahora están en la picota por vivir de FTX. Asistió a la escuela secundaria en Crystal Springs Uplands School en Hillsborough, California. También participó en un programa académico de verano para estudiantes de altas capacidades de secundaria en matemáticas. En la etapa univeritaria se graduó en Física y Matemáticas por el prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology), en Cambridge, Massachussetts. Aprendió de mercados y Bolsa en Nueva York.

Fundador de FTX, valorada en 32.000 millones

Pero SBF, como es más conocido Bankman-Fried, se hizo mundialmente famoso en 2019 con la fundación de un 'exchange' de criptomonedas: FTX. Ahí centralizaba la compra y venta de criptomonedas asumiendo riesgos, con sus beneficios o pérdidas. Fue tan sagaz que llegó a competir con los más grandes: Binance o Coinbase.

Este 2022, en pleno terremoto de las criptomonedas, SBF arriesgó dando cobertura como salvavidas financiero a empresas en la cuerda floja. Compró varias plataformas que quebraron. Cubría su desbocada estrategia expansiva en parte con una moneda, token, fabricada por FTX, propia, llamada FTT, como garantía y mientras trasladaba fondos a otra empresa propia, Alameda Research, sin consultar a los inversores. 

La falta de transparencia fue precisamente lo que dio la puntilla a su empresa, FTX. Empresa que llegó a estar valorada en 32.000 millones de euros, hasta que muchos inversores a la vez quisieron sacar rápidamente sus depósitos, forzando la bancarrota del 'megaexchange' en noviembre. SBF no halló quién le lanzara a él un salvavidas a tiempo.

¿Fortuna oculta o perdida?

Durante una entrevista a The New York Times a finales de noviembre, Bankman-Fried dijo tener alrededor de 100.000 dólares en el banco. Según Forbes, Bankman-Fried tenía un patrimonio neto máximo estimado de 26.500 millones de dólares. Sin embargo, gran parte de ese valor estaba vinculado al valor de FTX y su token de criptomoneda FTT. También se ha conocido que junto a sus padres y compañeros de FTX adquirió una cartera inmobiliaria en Bahamas. Posteriores investigaciones han hallado indicios de robo en los días de máxima convulsión de la empresa. Si Bankman-Fried es tan opaco con sus finanzas como lo fuera en FTX, a buen seguro se habrá "guardado" parte del botín y una vez que pase la tormenta legal vivirá muy bien. Aunque su actual detención puede demorar bastante que se despeje su horizonte.