El PSOE renuncia definitivamente a sus enmiendas a la ley trans sobre el cambio registral de sexo de menores de edad

La diputada del PSOE, Andrea Fernández, interviene en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 2 de febrero de 2022, en Madrid (España).
La diputada del PSOE, Andrea Fernández, interviene en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 2 de febrero de 2022, en Madrid (España).
Eduardo Parra / Europa Press
La diputada del PSOE, Andrea Fernández, interviene en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 2 de febrero de 2022, en Madrid (España).

El Grupo Socialista asume su derrota y cesará en su empeño de restringir la autodeterminación de género de los menores de entre 14 y 16 años en la ley trans. La medida, que impulsó el PSOE a través de una enmienda a la ley, no recibió ni un solo voto del resto de grupos parlamentarios en la Comisión de Igualdad celebrada este lunes en el Congreso de los Diputados, por lo que los socialistas han renunciado definitivamente a mantenerla para el próximo pleno. Así lo avanzó este lunes por la noche la ministra de Ciencia, Diana Morant, y lo ha confirmado este martes la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández. 

"Apoyaremos la ley tal y como ha salido de la Comisión de Igualdad porque es lo legítimo y lo propio", ha subrayado Fernández en declaraciones a los periodistas en la Cámara Baja. La enmienda -que pedía exigir un aval judicial para que los menores de entre 14 y 16 años pudiesen cambiarse de sexo y nombre en el DNI- se registró para dotar a la ley de "seguridad jurídica", tal y como ha recordado la socialista, pero desde el PSOE asumen que, si no se consiguió la mayoría necesaria para sacarla adelante en la Comisión, tampoco se alcanzará en el Pleno, por lo que no tiene sentido mantenerla. 

"Consideramos que hemos hecho nuestro trabajo, pelear por lo que considerábamos que era mejor para la ley, pero no ha obtenido la mayoría parlamentaria suficiente, con lo cual entendemos que debe ser así", ha defendido.

No obstante, la propia exvicepresidenta del Gobierno y actual presidenta de la Comisión de Igualdad, Carmen Calvo, aseveró este mismo lunes que las enmiendas se mantendrían vivas para el pleno. Calvo, firme detractora de la ley trans, dijo esto antes de conocerse a ciencia cierta cuál sería la decisión del Grupo Socialista al respecto, y poco después tampoco quiso confirmar si votaría a favor de una de las normas estrella del Ministerio de Igualdad que ha provocado más de un cisma entre los socios de Gobierno (e incluso dentro del propio partido). "Hasta el pleno puede cambiar nada o muchas cosas", reiteró en numerosas ocasiones en el programa 'El Ágora de Hora 25', de la Cadena Ser. 

A pesar de estas declaraciones, Andrea Fernández confía en que Calvo no rompa la disciplina de voto. "En cualquier caso, será una decisión individual de cada uno", ha subrayado la secretaria del PSOE de Igualdad.  "Ésta es una ley del Gobierno y la vamos a defender más allá de debates internos que son lógicos, y más en una organización tan grande", ha puntualizado. 

Se confirma así una de las grandes dudas que persistían hasta ahora y que dejaba en el aire la posibilidad de que el PSOE mantuviese su línea roja en la negociación de la ley trans. Aunque la noticia realmente la avanzó la ministra de Ciencia, Diana Morant, quien subrayó que el hecho de que no se haya aprobada esta enmienda se enmarca en la "absoluta normalidad". 

"No hemos recibido el apoyo en alguna enmienda, pero estamos muy contentos con que no se haya reconocido el concepto de violencia intergénero, estamos muy contentos con otras enmiendas que hemos presentado para que las administraciones pongan medidas contra el sexilio que afecta a mucha gente que se tiene que ir de su ciudad porque sufre discriminación por su condición LGTBI", celebró Morant en una entrevista en TVE.

El debate de la autodeterminación

El debate sobre la autodeterminación se reactivó hace unas semanas pese a que se creía zanjado. La progresiva ampliación del plazo de enmiendas por parte de los socialistas despertó la indignación de Unidas Podemos, que llegó a acusar a su socio de coalición de querer bloquear la tramitación. La norma finalmente se desencalló y los socialistas prometieron no tocar ningún punto referente a la autodeterminación de género -principio según el cual los poderes públicos deben tratar a una persona según su identidad de género-.

Así, cerró el plazo de enmiendas y el PSOE registró una batería de modificaciones para sorpresa de Unidas Podemos. Entre ellas, la que atañe a los menores de edad (que los morados se tomaron como un ataque a la autodeterminación que habían pactado no tocar), y otras dos que tampoco gustaron a los grupos de izquierda: una que restringía la reversibilidad del cambio registral de sexo (exigía aval judicial a partir del segundo cambio) y otra en la que eliminaba de la ley el concepto de "violencia intragénero", por considerar que se equiparaba a la violencia de género y que podía ser contraproducente para los avances alcanzados. 

Finalmente, la Comisión de Igualdad rechazó dos de esas tres enmiendas clave para el PSOE. Sí que se consiguió sacar adelante la que suprime la violencia intragénero del texto, pero ni la de la irreversibilidad ni la de los menores consiguieron recabar los apoyos suficientes para que se incorporasen al texto. Con todo, hay otras medidas propuestas por los socialistas que sí se lograron sacar adelante, como el impulso de medidas de igualdad y derechos LGTBI en el entorno rural o el estudio del "sexilio", que es "el abandono de las personas LGTBI de su lugar de residencia por sufrir rechazo, discriminación o violencia, dándose especialmente en las zonas rurales". 

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