España y el resto del bloque de los 14 países de la UE que defienden poner un límite bajo al precio del gas han intensificado en las últimas horas su ofensiva para convencer a Alemania y Países Bajos para que acepten un tope por debajo de los 220 euros MWh que planteó como compromiso hace unos días la Presidencia checa. Para ello, fuentes diplomáticas indican que han acercado y  flexibilizado sus posturas, hasta un nivel que de momento no ha trascendido, en las dos reuniones que se han sucedido en Bruselas desde anoche y que han llegado a retrasar el comienzo del Consejo extraordinario de Energía que este martes debería llegar a un acuerdo que se considera "difícil", aunque en las últimas horas existen ciertos motivos para la esperanza por declaraciones y movimientos de alemanes y holandeses.

El límite al precio del gas debe ser acordado por los Veintisiete -aunque para ello basta una mayoría cualificada, no unánime- pero en las últimas horas la negociación ha quedado prácticamente reducida a 17 Estados miembros. Por una parte el bloque de los 15 que quieren un verdadero límite, una cifra que impida que el precio del gas se dispare, entre los que se encuentra España junto con Bélgica, Bulgaria, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Por otro, Alemania y Países Bajos, contrarios primero al tope mismo y luego partidarios de que sea elevado para que sus operadores no pierdan dinero por las compras caras que hicieron este verano. 

La aparición paulatina de un punto de encuentro se ha reflejado en la posición "pragmática" que ha adoptado Francia según su ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, que ha apelado a un límite del precio de gas que proteja a los consumidores pero también que tenga en cuenta "la estabilidad de los mercados financieros", el eufemismo que se ha extendido en la UE para referirse a las dificultades que podrían afrontar operadores energéticos de países como Alemania que este verano compraron gas a un precio muy alto si ahora se fija un límite demasiado bajo. 

Para intentar convencer a Berlín y La Haya, los ministros del bloque de 15, incluida la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, han invitado al ministro alemán, Robert Habeck, y al holandés, Rob Jetten, a una reunión que en principio debía servir para refrendar el compromiso que solo el bloque había alcanzado la madrugada anterior -para mantener el veto a otros dos reglamentos si no se llegaba a un límite del precio del gas- pero que terminó siendo una negociación con Alemania y Países Bajos.

En ella, Habeck ha llegado a soliviantar los ánimos del bloque de los 15 al proponer, no ya un tope elevado, sino ponerle al gas un precio mínimo. En concreto de 200 euros MWh -la media en agosto, el mes que se disparó, fue de 118 y desde el inicio de la guerra en Ucrania, de 33- que el resto de ministros ha rechazado de plano. El alemán la ha retirado rápidamente. 

Varias cestas y un plus

Lo que sí se ha empezado a conformar es una flexibilización por parte del bloque de 15 sobre el límite que están dispuestos a aceptar bajo un planteamiento cercano a lo que pide España, que sea un tope dinámico que se determine comparando el precio del gas en las distintas plazas internacionales donde se compra y se vende. De momento, fuentes diplomáticas indican que la incógnita se mantiene sobre qué mercados tomar como referencia y se empieza a ver una nueva cifra, que podría incluirse en una nueva propuesta que podría ver la luz a lo largo de la mañana de este martes.

Con una hora de retraso sobre la hora prevista para que empezara, tras esta reunión matinal a 17 ministros, el titular checo y Presidente del Consejo, Jozef Síkela, ha tenido que conminarles a que se unieran a la reunión con el resto. Los Veintisiete han empezado a hacer una ronda rápida de intervenciones y después harán una pausa para que continúe la reunión a 17 en la que las fuentes también ven cierta luz al final del túnel por parte de Alemania y Países Bajos.

El ministro alemán ha informado de que tiene que consultar con Berlín los últimos planteamientos, algo que se considera positivo en aras de un acuerdo. En su turno de palabra ante el Consejo, el ministro holandés ha afirmado que en la reunión de la mañana "se ha conseguido mejorar la propuesta" y ha animado a alcanzar un "compromiso" que evitará un límite "tan alto".

Hogares, industria y economía: los rehenes en la batalla por limitar el precio del gas que libran la Comisión y los países de la UE

Por su parte, Ribera también ha instado a que haya acuerdo este martes y ha insistido en su rechazo a las cifras que ha salido de momento para limitar el precio del gas a 275 o 220 euros MWh. También ha afirmado que se ha "avanzado mucho" en la cuestión del precio dinámico y ha agradecido que se haya incluido la idea de "la cesta de precios más un extra", que es lo que planteaba España. Sin embargo, ha añadido que queda por definir "qué significa precios excesivos".

"Hoy hemos identificado márgenes en los que podemos trabajar para llegar a un acuerdo a pesar de que tenemos líneas de partida muy distintas. Estamos dispuestos a trabajar hoy, esta mañana, esta tarde y todo el tiempo que la presidencia considere necesario", ha aseverado la vicepresidenta tercera.

"Tenemos sobre la mesa una propuesta factible que da garantías a todos los Estados miembros", ha dicho a su llegada al Consejo Síkela. "Ahora toca a los ministros mostrar si están dispuestos a alcanzar un acuerdo o no".

Negociaciones difíciles

Estas dos reuniones de madrugada y a primera hora y el acercamiento de posturas se producen después de días de "intensas" negociaciones para llegar a un acuerdo que al inicio de la jornada todavía parecía difícil a tenor de las declaraciones con las que los distintos ministros, la Presidencia checa y la Comisión Europea han ido entrando a la reunión.

"No será fácil encontrar un equilibrio entre beneficios y riesgos de este mecanismo [de corrección de precios] porque los Estados miembros siguen teniendo puntos de vista y preocupaciones muy diferentes", ha dicho la comisaria de Energía, Kadris Simson, que ha advertido de que "para llegar a un acuerdo todo el mundo tiene que demostrar alguna flexibilidad y mostrar compromisos".

El presidente del Consejo de Energía, el ministro checo de Industria, Jozef Síkela, se ha mostrado con un semblante serio en una declaración en la que ha citado al excanciller alemán Konrad Adenauer, considerado uno de los padres de la UE, al instar a los ministro a acordar algún tipo de límite al precio del gas este martes, aunque no sea la mejor solución.

"Si no se puede llegar inmediatamente a la mejor solución posible, debe adoptarse la segunda o la tercera buena solución. Si no todo el mundo coopera, los que están dispuestos deben hacerlo", ha dicho.