Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

Complot de la extrema derecha en Alemania

Acusados de planificar un complot para derrocar al estado alemán mediante medios militares.
Acusados de planificar un complot para derrocar al estado alemán mediante medios militares.
Acusados de planificar un complot para derrocar al estado alemán mediante medios militares.

¿Un golpe de Estado en Alemania? La pregunta así en frío suena a broma. Pero después de lo ocurrido unos meses atrás ante el Capitolio de Washington, todo se vuelve posible y la intentona de Tejero hace cuarenta años, demuestra que se confirma que España no era tan diferente. Lo desarticulado en Berlín es una prueba de que cualquier cosa es posible incluso en las democracias más consolidadas. Todos creíamos que Hitler, el nazismo, el Reich… ya sólo estaban en los libros de historia, pero la memoria que es corta de pronto nos recuerda que sigue viva, y aunque colee poco todavía, puede provocar preocupaciones y darnos sustos.

En la Alemania que tantos años sufrió el terror de la ferocidad nacionalsocialista y la anormalidad de una división territorial enfrentada entre la democracia y el comunismo, el país ahora reunificado más potente de Europa, ayer mismo la policía procedió a desintegrar una célula de extrema derecha denominada Reichsbürger (Ciudad del Reich) que llevaba más de dos años preparando un golpe de Estado corte militar para derrocar al Gobierno socialdemócrata y recuperar la ideología y métodos que aterrorizaron Europa en los años cuarenta.

La idea del grupo –integrado por aristócratas, militares y fanáticos, con la presencia incluso de una antigua diputada y un par de rusos– era asaltar el Bundestag (el Parlamento) al estilo “tejeriano”, desarticular la estructura del poder y proclamar un Gobierno radical presidido por el titulado príncipe Heinvich XIII. La policía hacía tiempo que seguía las maniobras del grupo, que procuraba apoyos internacionales y adoptaba previsiones de fuerza y estrategia para asumir el poder. Cuando se demostró que iban en serio decidió desarticulando. Las operaciones coordinaras actuaron en once de los Lander, además de la capital, y detuvieron a 22 personas implicadas, entre ellas la ex jueza y parlamentaria Birgit Maleack y el propio Heinvich, de setenta años.

Las operaciones no han terminado. La sospecha es que el proyecto contaba con organización y apoyos en diferentes ciudades. Entre los miembros del grupo hay varios con formación militar, en su mayor parte retirados, pero también alguno en activo. Otros gobiernos europeos donde existen partidos de extrema derecha han sido alertados como parte de la investigación que pueda llevar a descubrir contactos y complicidades hasta ahora insospechados. Porque la investigación continúa y la previsión es que las detenciones aumenten aunque consta que algunos implicados han huido o se hallan refugiados de la búsqueda de que están siendo objeto.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento