Tal vez aquí su nombre, Issei Sagawa, no nos diga mucho. Era culto, un destacado estudiante y universitario, pero un demente. Solo así la Justicia pudo "explicar" lo que hizo: asesinar, violar y devorar parcialmente a una mujer. Sí, Sagawa fue un asesino, un violador y un caníbal.

Este japonés, conocido como el 'caníbal de Kobe' y figura mediática en su país, murió el pasado 24 de noviembre en un hospital de Tokio a los 73 años por una neumonía, pero se supo este viernes cuando lo anunció la agencia de noticias Kyodo. Issei Sagawa era famoso.

Cometió un acto tres veces deleznable (nada que ver con el canibalismo al que se vieron obligados, por ejemplo, los supervivientes de la tragedia de los Andes en 1972), pero apenas le pasó factura. Estuvo poco tiempo en prisión y se acabó convirtiendo en una celebridad en su país natal. En Japón, Sagawa vendió libros, cuadros y hasta protagonizó una película porno.

En Japón, Sagawa vendió libros, cuadros y hasta protagonizó una película porno

Era 1981. Sagawa, un chico de una "buena" familia japonesa, estudiaba Literatura Comparada en la Universidad de la Sorbona de París. Al parecer estaba obsesionado con las mujeres occidentales. En la capital francesa conoció a la estudiante neerlandesa Renee Hartevelt. Se hicieron amigos.

El 11 de junio de aquel año la invitó a cenar en su casa para hablar de literatura. En el apartamento, ella rechazó sus proposiciones sexuales. Entonces, la mató disparándole por la espalda en la nuca con un rifle de calibre 22. Luego, la violó y, en los siguientes días, la devoró parcialmente.

¿Por qué ella?

En entrevistas posteriores, Sagawa contó que la consideraba "hermosa y saludable", todo lo opuesto a lo que él era, ya que se consideraba "débil, feo e insignificante" y él deseaba "absorber su energía". Tras matarla, la desmembró.

Desde hacía tiempo tenía ganas de comérmela"

"Desde hacía tiempo tenía ganas de comérmela", llegó a decirle luego al juez. Explicó el caníbal que se sorprendió al observar que la grasa humana tenía un color semejante al maíz y que la carne humana era "suave y sin olor", como el atún.

En realidad, no era su primer intento. Tiempo después contó que antes de Hartevelt, había contratado a varias prostitutas con la intención de matarlas, pero dijo que no pudo llevar a cabo su propósito.

Apenas dos años de cárcel

Pasados unos días, colocó lo que quedaba del cuerpo de la mujer en dos grandes maletas. Llamó a un taxi. Paró en el Bosque de Boulogne, un parque a las afueras de París, y allí tiró las maletas. Pero le vieron. Dos personas que corrían por el parque observaron a un hombre arrastrando dos grandes maletas que, contaron, chorreaban sangre. Llamaron a la policía y Sagawa fue detenido.

El "vampiro japonés" estuvo poco tiempo recluido en prisión, apenas dos años a la espera de juicio. Tras un análisis psicológico fue declarado demente y juzgado como tal, por lo que fue recluido en el hospital psiquiátrico Paul Guiraud de París.

En aquel tiempo, Sagawa recibió la visita del escritor Inuhiko Yomota. El relato de aquella entrevista y del testimonio del caníbal se publicó en Japón con el título de En la niebla. Eso aumentó la fama ya existente del asesino.

Unos meses más tarde, el violador japonés contrajo una enfermedad. Fue diagnosticada por los médicos como una encefalitis avanzada, cuando realmente no era más que una inflamación intestinal. Los doctores daban a Sagawa apenas unas semanas de vida.

Libre cinco años después del crimen

Aprovechando esa circunstancia y la fama de su hijo, su padre pidió que fuera trasladado a su país. El gobierno francés no se opuso y en 1984 el caníbal viajó de vuelta a Japón. Allí fue recluido en una institución psiquiátrica, el hospital Matsuzawa de Tokio.

Pero en Japón, los psicólogos que lo examinaron lo declararon cuerdo. No había locura, sólo una perversión sexual que le había llevado a asesinar, violar y devorar a la joven Renee. Sin embargo, Francia había retirado los cargos y los documentos del tribunal francés estaban sellados y nunca llegaron a las autoridades japonesas. El resultado de todo ello fue que Sagawa no podía ser detenido legalmente en Japón.

En declaraciones públicas llegó a reconocer que cuando veía a una mujer hermosa todavía se preguntaba "a qué puede saber"

El caníbal salió en libertad el 12 de agosto de 1986. Ese día abandonó el hospital. Habían pasado poco más de 5 años desde su atroz crimen. Desde entonces vivió en completa libertad... y popularidad.

Una celebridad japonesa

Tras cambiarse de nombre, Sagawa escribió libros y hasta críticas gastronómicas. De hecho, en Japón apareció en programas de televisión donde llegó a comer carne cruda. También ganó fama por sus pinturas, en las que aparecían mujeres desnudas.

En declaraciones públicas llegó a reconocer que cuando veía a una mujer hermosa todavía se preguntaba "a qué puede saber", pero aseguró que nunca más se dejaría llevar por sus impulsos.

En 2013 sufrió un derrame cerebral y desde entonces vivió con los cuidados de su hermano menor. Que se sepa nunca se disculpó por su horrible acción y nunca intentó hablar con la familia de Renee Hartvelet, la joven a la que asesinó, violó y devoró.