Desde el Govern anunciaron que esta semana sería decisiva para los Presupuestos de la Generalitat del 2023 y la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, afirmó que desde el Govern trabajan «mañana, tarde y noche» para negociar los Presupuestos de 2023 y aprobarlos cuanto antes mejor. Pero lo cierto es que no se han dado grandes pasos. Incluso, la líder de En Común Podem, ECP, Jèssica Albiach, reconoció que en la reunión de ayer el ejecutivo catalán había empezado a reaccionar.

Esta percepción, por parte de Albiach, se debe a que los ‘comuns’ consiguieron un «acuerdo cerrado» en materia de movilidad que incluye mantener la rebaja en el precio del transporte público, la gratuidad en el transporte público en toda Catalunya para los menores de 16 años y la ampliación de la T-Jove de los 25 a 30 años. No obstante, Albiach no se mostró demasiado optimista ante la resolución definitiva de las cuentas. Es más, advirtió de que es «inviable poder cerrar un acuerdo de Presupuestos en solo una semana de negociaciones», que parecía ser la pretensión inicial del Govern. Por contra, la líder de En Comú Podem anunció para hoy otra nueva reunión para abordar el detalle de las cuentas y recabar respuestas concretas del ejecutivo.

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Los ‘comuns’ irán hoy con cinco puntos básicos para aprobar las cuentas. Los de Albiach quieren compromisos en movilidad, tema del que ya lograron acuerdos defintivos ayer, pero también pondrán encima de la mesa cuestiones que afectan a energía, vivienda, salud y fiscalidad.

Este último punto choca frontalmente con una de las meidas que Junts Per Catalunya han incluido en su decálogo de propuestas. Mientras que una de las exigencias ineludibles de los ‘comuns’ es una mayor presión fiscal a las rentas más altas, desde la formación independentista de Borràs y Turull, se aboga precisamente por todo los contrario en materia de impuestos. Respecto a este tema, Jèssica Albiach sentenció que «una rebaja de impuestos a los ricos no tendría ningún sentido». Además, Junts exige aspectos en los que En Comú Podem han sido muy beligerante, como la supresión de sucesiones o la potenciación de la escuela concertada.

Desconcierto socialista

Además de las contradicciones entre ‘comuns’ y Junts, a priori los socios prioritarios del Govern, ayer hubo un cierto desconcierto con el estado de las conversaciones con el PSC. Por un lado, Albiach aseguró que los socialistas eran «socios de facto» de los republicanos, reafirmando su argumento en el apoyo a las cuentas del Ajuntament de Barcelona y a las del gobierno central en Madrid. Pero justamente ayer, varios miembros del Govern reprocharon una cierta inacción en las negociaciones al PSC. Una de las que participaron de esta opinión fue la consellera de presidencia Laura Vilagrà, que a preguntas de los periodistas se refirió a los socialistas agradeciéndoles sus propuestas y medidas en ámbitos como el de la vivienda o la educación, para espetarles a continuación que «lo pueden hacer en el marco de las negociaciones» de los presupuestos.

La realidad es que el Govern se mostró ayer «sorprendido» por la ausencia de propuestas por parte del PSC en la reunión de negociación de Presupuestos que se celebró ayer en el Palau de la Generalitat. Duró menos de una hora y ambas delegaciones no fueron más allá de reflexiones políticas, pero sin entrar en ningún momento en aspectos concretos de las cuentas.

Los socialistas justifican su actitud en la aceleración que el ejecutivo ha querido dar a las delegaciones. En ese aspecto, los socialistas coinciden con los Comunes sobre la intención de cerrar un acuerdo definitivo en una semana. Desde el PSC creen que el Govern no puede pretender que en 24 o 48 horas la delegación socialista presente un paquete de propuestas después de semanas esperando la documentación requerida. Fuentes socialistas ven muy difícil cumplir este calendario «acelerado» que «fuerza la marcha precipitadamente».