Las pensiones siguen siendo uno de los temas que marcan la agenda en el Gobierno de coalición y también se trata de un asunto bastante divisivo entre los dos partidos que lo forman. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha hecho una nueva propuesta en relación a los años sobre los que calcular el cómputo de la pensión, pasando de los 25 actuales a 30. Desde el Ministerio hablan de una idea "inicial", pero ya ha recibido las críticas tanto de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como de los sindicatos. La pregunta es: ¿en qué consiste el nuevo planteamiento?

Ahora mismo para calcular la pensión se tienen en cuenta los 25 años de cotización previos al cese de la actividad laboral. Por ejemplo, si una persona se jubila con 65 años se empezaría a contar desde los 40. Además, no hay la cierta flexibilidad que sí se puede dar con el nuevo sistema al poder descartar dos años de los 30 anteriores a la jubilación.

¿Qué se propone?

Escrivá plantea una extensión del periodo de cómputo para calcular la pensión, que supondrá elevarlo de los 25 años actuales a 30 años, pudiendo elegir los mejores 28 años. Esto aporta un margen: se pueden descartar los peores 24 meses, algo que en teoría podría beneficiar por ejemplo a los parados. Se trata, señalan, de un "propuesta inicial" del Gobierno, que ahora queda sujeta a la negociación con patronal y sindicatos. El objetivo de cerrar estas medidas comprometidas con Bruselas antes de final de año. El ministro habla también de "cerrar lagunas"  para las mujeres y también para los varones cuya carrera de cotización se haya visto minorada tras tener un hijo, en línea con el funcionamiento del complemento de brecha de género.

¿Quiénes serían los más beneficiados?

En general y según los estudios de diferentes organismos, entre ellos el Banco de España, esta reforma beneficiaría a los mayores expulsados del mercado (precisamente por poder descartar posiblemente los dos últimos años de menor cotización si se ha estado en el paro) y perjudicaría a las carreras profesionales de rentas más altas. Además, los hombres verían un mayor incremento en su pensión que las mujeres. Rafael Pampillón, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, reconoce a 20minutos que es "una propuesta coherente y lógica" y él, añade, vería con buenos ojos que incluso "las pensiones se calculasen teniendo en cuenta toda la vida laboral".

Para Pampillón, esta reforma "beneficia al sistema de pensiones en sí porque en este momento está quebrado. Se gasta en las pensiones de jubilación más de lo que se ingresa por cotizaciones sociales". El catedrático sostiene que "todo lo que sea reducir la tasa de reposición, que está en el 70% -en España es altísimo-, es positivo". Esa tasa de reposición se refiere al porcentaje del salario que queda como pensión una vez que una persona se jubila. Por ejemplo, en los países nórdicos es de un 40%.

El diagnóstico que hace Pampillón es claro: "Todo el tema está en la pirámide de población. Entre 25 y 30 años son un 50% menos que los que tienen entre 35 y 45 años. Cuando empiecen a jubilarse los del baby boom aumentará mucho el gasto en pensiones". ¿Y quién saldría perdiendo con el plan de Escrivá? Pampillón confirma que "perjudica en la medida en la que se destopan las cotizaciones máximas. Va a generar costes laborales mayores a los empresarios en esa parte de la población que es la mejor remunerada".

¿Cómo subirán las pensiones?

Lo harán como suban los precios. Junto al periodo de cálculo para la pensión -que ya se extendió de 15 años a 25 años en la reforma del 2011- el Gobierno ha planteado vincular la evolución de la base máxima al IPC, así como un incremento adicional anual de 1,154 puntos entre 2025 y 2050, un aumento que irá acompañado de una mejora de la pensión máxima. El Gobierno incide en que se trata de planteamientos que suponen "un punto de partida", abierto a nuevas aportaciones de la mesa de diálogo social, que se reunirá en los próximos días.

¿Qué dicen los sindicatos?

La propuesta no les convence del todo. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, considera que el plan de Escrivá es un error. "El ministro ha vuelto a equivocarse, es un debate que no es necesario abordar hoy. Todavía estamos en el último año de entrada en vigor de los 25 años (de cómputo) sin saber aún sus efectos prácticos sobre el sistema", sostuvo en declaraciones a RNE. "Tampoco acabo de entender la propuesta del ministro, podría deducirse que son 28 pero él ha dicho que son 30, que lo explique", ha dicho respecto a la posibilidad de elegir los mejores 28 años de cotización dentro de un cómputo general de 30 años.

Por otro lado, CC OO considera "claramente insuficientes" las propuestas presentadas y también lamenta su "tardanza" para sentarse a negociar. No obstante, califica como "positivo" que el Ministerio haya atendido su reivindicación de garantizar la revalorización de las bases máximas y de todas las pensiones. De esta forma, se incorporará a la Ley General de Seguridad Social con carácter normativo que las bases máximas de cotización y todas las pensiones, incluidas mínimas y máximas, se revalorizarán cada año, al menos, con el IPC real promedio de los 12 meses precedentes. Esto evitará, a juicio de CC OO, que las bases máximas de cotización dependan de la "actuación discrecional" de cada Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado.

¿Por qué este giro?

El planteamiento del ministro de Seguridad Social e Inclusión es un capítulo más en la reforma de las pensiones, y tiene que ir acorde con lo pactado con Bruselas. Esa reforma es de hecho uno de los puntos más importantes del plan de recuperación español y un hito necesario -como otros- para seguir accediendo a los fondos europeos. El objetivo de Escrivá se mantiene: la reforma será presentada a la Comisión Europea antes de que acabe el año.