Ricardo Calero lanza en Madrid un poético mensaje de alerta por la sostenibilidad del planeta

Ricardo Calero exhibe en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid
Ricardo Calero exhibe en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid
Enrique Cidoncha
Ricardo Calero exhibe en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid

Dibujos, fotografías, hojas y papeles, documentos de trabajo arrojados, o más bien, entregados a la tierra, la piedra y la intemperie. Un diálogo paciente e intimista con la naturaleza con forma de poema pero fondo reivindicativo, el del cambio climático y sus efectos en el planeta. Es la intimista e inédita propuesta del artista Ricardo Calero (Jaén, 1955), aragonés de adopción y afincado en Fuendetodos, localidad natal de Goya, que hasta el próximo 15 de enero exhibe en el madrileño Museo Lázaro Galdiano.

"O somos conscientes del cambio climático y hacemos algo, también los artistas, o mal vamos", advirtió Calero hace unos días durante la presentación de la muestra ‘Natura_Tiempo y Memoria’. Reflejar los efectos sobre la naturaleza y sobre el propio ser humano en este siglo XXI es el objetivo que se ha marcado con una exposición articulada en torno a la materia. Porque como subrayó, "el arte tiene una función social, se pueden decir cosas de otra manera".

Su manera es una reflexiva observación de la exposición de obras y materiales al paso del tiempo y de la interacción con la naturaleza. Dibujos que cedidos a la intemperie en el jardín del Museo, en pleno centro de Madrid, con los que interactuaba durante las diferentes estaciones, que dejaban su huella en el ‘lienzo’. Una especie de "grabado litográfico natural" de tanta fragilidad como intensidad vital. Algunas de las piezas incorporaron a su estado el paso del tiempo durante la pandemia, en la que el autor apenas pudo viajar a Madrid, o la nieve de la borrasca Filomena.

Imagen de la exhibición de Calero en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid
Imagen de la exhibición de Calero en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid
Enrique Cidoncha

La exposición, en colaboración con el Centro de Arte y Naturaleza de Huesca (CDAN), recoge también fragmentos de naturaleza rescatada del Jardín Parque Florido y fotografías del proceso de creación en el museo madrileño. Además, se incluyen otros dibujos terminados en el taller del autor en Fuendetodos, inspirados en las imágenes de un pequeño libro del Museo Lázaro Galdiano en el que aparecen las obras más significativas que alberga.

Esos dibujos también fueron ofrecidos a la tierra durante unos meses, extendidos por los senderos por los que Goya anduvo, a merced de la climatología y la meteorología de la comarca zaragozana de Campo de Belchite.

"Descubrimiento de la lentitud"

Entre quienes arroparon a Calero durante la puesta de largo de la muestra se encontraron el escritor y periodista de Heraldo Antón Castro; el concejal de Cultura de Huesca y secretario de la Fundación Beulas-CDAN, Ramón Lasaosa, o la comisaria y crítica de arte Blanca de la Torre. Castro, amigo del artista y buen conocedor de su obra, avisó de que la exposición "parece una propuesta minimalista sobre cómo el tiempo construye y destruye, pero no solo mira al interior, sino también hacia el exterior", en referencia a la "función social" que siempre ha defendido el artista.

Imagen de la presentación de la muestra de Calero en Madrid
Imagen de la presentación de la muestra de Calero en Madrid
Enrique Cidoncha

El escritor definió a Calero como un artista "paciente", como si su obra fuera "el descubrimiento de la lentitud", porque "su relación con el tiempo es la materia de su obra". Y no quiso que pasara inadvertida la influencia de Goya en el artista. "Vive, trabaja y sueña en Fuendetodos, en una casa hechizada por los grabados", apuntó.

Por su parte, De la Torre destacó la "pertinencia tan actual en estos momentos de tomar el camino de la sostenibilidad". Para ello, alabó la apuesta de Calero por "descentrar la mirada" para que el ser humano "se eche a un lado" y así "borrar las fronteras entre lo vivo y lo no vivo".

Finalmente, Lasaosa manifestó que la correspondencia entre la exposición madrileña y la del CDAN de Huesca supone una "gran oportunidad" para el centro aragonés, especialmente vinculado al arte y la naturaleza.

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