El PSOE avisa a Unidas Podemos y marca como línea roja la autorización judicial para el cambio de sexo en menores de 16 años

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Igualdad, Irene Montero, en una imagen de archivo.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Igualdad, Irene Montero, en una imagen de archivo.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Igualdad, Irene Montero, en una imagen de archivo.

La ley trans amenaza con entrar en barrena, un escenario cada vez más posible después de que el PSOE y Unidas Podemos constataran ayer sus diferencias y sus líneas rojas. La que, de momento, parece imposibilitar el acuerdo es la exigencia de los socialistas de que el cambio de sexo en menores de entre 14 y 16 años deba ser autorizado por un juez, algo que los morados no aceptan. Para los socialistas, es un punto innegociable y mantendrán vivas sus enmiendas hasta este miércoles, cuando se debatirán en el Congreso las modificaciones propuestas por cada grupo.

"Lo que se pide es solo y exclusivamente que en el caso de los menores de entre 14 y 16 años, un juez valore esa voluntad, digamos que manifiesta y estable, por parte del menor de seguir en el proceso de transexualidad", aseguró este lunes María Jesús Montero, número dos del PSOE, minutos antes de entrar al acto en homenaje a Almudena Grandes que el PSOE celebró en el Ateneo de Madrid. La también ministra de Hacienda insistió en que "no se le niega la inscripción en el registro, todo lo contrario". "Es imprescindible y fundamental preservar la seguridad jurídica; cualquier otro comentario o cualquier otra consideración está fuera de lugar", añadió.

Con todo, cierto es que la petición de los socialistas no está recogida en la ley que aprobó el Consejo de Ministros y que fue remitida al Congreso de los Diputados para su tramitación. Fue ahí, en la Cámara Baja, donde el PSOE presentó una enmienda en ese sentido, ya que el texto actual contempla que los adolescentes de 14 a 16 años puedan hacer una rectificación registral únicamente con autorización parental o, de haber conflicto, mediante un mediador judicial. Para los de 12 y 14 años sí que exige una autorización judicial, aunque en todos los casos se eliminan los requisitos vigentes en la legislación actual que obligan a haber sido diagnosticado con "disforia de género" y haberse sometido a, por lo menos, dos años de tratamiento hormonal.

Es por ello que el texto amenaza con entrar en barrena. Si el PSOE quiere introducir esa enmienda, deberá contar con el respaldo de otros partidos. Unidas Podemos ha apuntado directamente a que los socialistas están buscando el apoyo del Partido Popular, abriendo la puerta a que "sumen sus votos para recortar los derechos de las infancias trans". Así se manifestó Irene Montero durante una entrevista en TVE, en la que reconoció estar "preocupada" por la posibilidad de que "el PSOE y el PP puedan sumar votos para que se produzcan recortes de derechos en la infancia trans". 

Los morados recriminaron a sus socios de Gobierno que hayan enfriado la posibilidad de alcanzar un punto de acuerdo para sacar adelante la ley sin tocar puntos clave. Fuentes de Unidas Podemos aseguran que hace tres semanas propusieron aceptar otras enmiendas "que para el PSOE eran importantes" a cambio de que no se tocasen los artículos relativos a los menores. Pero la oferta no ha convencido y el PSOE la ha rechazado este lunes tras confirmar que mantendrán vivas sus enmiendas para garantizar la "seguridad jurídica". El objetivo del partido, según defienden, es blindar la ley trans frente a los "más que previsibles" recursos al Tribunal Constitucional del PP y la ultraderecha. 

Con todo, desde el PSOE dicen no cerrar ninguna puerta al proceso de negociación que se exprimirá, a contrarreloj, en los próximos días. Pero viendo que la línea roja es la misma para ambas formaciones -la libre determinación para los menores de 16 años-, las conversaciones se prevén tensas. Este nuevo rifirrafe, de hecho, aleja otra vez el calendario de aprobación marcado por el departamento de Irene Montero. El objetivo inicial era que la ley viese la luz antes de 2023, pero este escollo -sumado a que, a petición del PP, la ley tendrá que ser debatida en Pleno antes de pasar al Senado- retrasa ese escenario

El próximo paso se dará previsiblemente este miércoles. La Comisión de Igualdad del Congreso, presidida por la socialista y exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, convocó -tras las palabras de Montero- la ponencia en la que se debatirán y decidirán las enmiendas que se introducen de cada grupo para elaborar un informe que después deberá pasar por comisión -o Pleno, en este caso- para que se vote. 

"Nuestra intención es negociar sin retrasar los plazos ni un día", insistieron fuentes parlamentarias del PSOE, que dijeron esperar que las diferencias no fueran "insalvables" para que ambas formaciones terminen cumpliendo con uno de los puntos de su acuerdo programático: la aprobación de la ley trans.

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