La sanidad privada congela tarifas pese a la subida del coste de la energía: la factura de la luz se ha multiplicado hasta por cinco

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Fachada del Hospital de Barcelona, centro privado, en una imagen de archivo
Fachada del Hospital de Barcelona, centro privado, en una imagen de archivo
HOSPITAL DE BARCELONA
Fachada del Hospital de Barcelona, centro privado, en una imagen de archivo

La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha realizado una encuesta entre los principales grupos hospitalarios para analizar en qué grado les afecta el desorbitado incremento de la factura eléctrica registrado en 2022 por la crisis energética

El resultado es contundente: el 100% de los centros ha aumentado su gasto en electricidad en 2022, el 79% multiplicándolo entre 2 y 5 veces, en el 20% de los casos se ha incrementado hasta el 100% y, en un único caso de los consultados, se ha llegado a multiplicar este coste hasta por cinco.

Esta situación se hace aún más insostenible porque el sector hospitalario y de provisión sanitaria privada no ha obtenido alivio alguno a través del incremento de tarifas por parte de sus clientes, fundamentalmente entidades aseguradoras y Administraciones públicas. El 65% de la facturación del sector corresponde al aseguramiento privado y el 15% a los conciertos.

La subida del coste energético ha debido asumirse de forma prácticamente mayoritaria por los centros hospitalarios ya que, durante 2022, el 87% no ha podido repercutir este incremento a sus agentes financiadores, en su mayoría compañías aseguradoras. Solo el 12% ha podido repercutir entre el 1 y el 25% del incremento del gasto a sus agentes financiadores, y tan solo un hospital ha podido repercutir entre el 26 y el 50%. 

Esta situación tiene visos de mantenerse en gran medida durante el próximo año. De los hospitales consultados, el 65% no espera poder repercutir este incremento de costes en 2023. El 17% considera que podrá repercutir hasta el 25% y el 18% hasta el 50%.

"Teniendo en cuenta la complejidad de la situación energética que sufrimos, consideramos que el sector asegurador debe contribuir a amortiguar el impacto económico que por el lado de los gastos supone estos costes sobrevenidos e instamos a realizar un esfuerzo compartido y alcanzar un acuerdo de actualización de tarifas ya que la situación está propiciando poner en jaque el balance de muchas empresas de provisión sanitaria", ha asegurado Carlos Rus, presidente de ASPE. 

Afectación a la cuenta de resultados

Esta situación sobrevenida provoca al sector un impacto sustancial en la cuenta de resultados. El 57%, ha visto afectada su cuenta de resultados en más de un 7%; un 10%, incluso, en más del 9%. Un 33% afirma que el aumento del gasto repercutirá entre un 3 y un 5% en su balance.

Rus ha indicado que "esta situación pone en dificultad extrema la competitividad de nuestras empresas ya que nuestro sector no puede absorber por sí solo ese sobrecoste, especialmente porque existe un déficit de remuneración por el sector asegurador en un contexto de incremento del IPC en tasas récord, que conviene afrontar de forma integral para garantizar una plena calidad asistencial exigida por el usuario".

Y la situación no parece mejorar el próximo año. Para 2023, el 82% de los hospitales encuestados prevén que el aumento del gasto eléctrico repercuta en su cuenta de resultados incluso en mayor medida que en 2022, ya que un 32% calcula que lo haga en más del 9%. Algo menos, pero aun así en gran medida, le afectará al 39%, que espera que su balance se vea alterado entre un 3 y un 5%. Para un 11%, el impacto se situará entre el 5 y el 7%.

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