El Fondo Monetario Internacional (FMI) reclama a España que comience ya en 2023 a sanear sus cuentas públicas, tocadas tras el gran esfuerzo fiscal que han supuesto la pandemia y después la crisis energética tras la invasión de Ucrania. El próximo será un año que estará marcado por dos grandes citas en las urnas: las elecciones municipales autonómicas de mayo y las elecciones generales previstas para diciembre.  

El organismo que dirige Kristalina Georgieva recomienda al Gobierno que reduzca su déficit fiscal estructural primario entre un 0,25 y un 0,5% sobre el PIB ya el año que viene. Un ajuste fiscal que, expresado en euros, ascendería a un rango de entre 3.000 y 6.000 millones de euros el año próximo. Así lo refleja el FMI que ha presentado este miércoles su declaración anual sobre el estado de la economía española en el marco del Artículo IV del organismo.

El déficit estructural primario es la diferencia entre lo que ingresan y gastan las administraciones públicas sin tener en cuenta el pago de intereses de la deuda. Cuando el FMI habla de "estructural" se refiere a esa parte del desequilibrio en las cuentas que no depende del ciclo económico. Por ejemplo, prácticamente todo el gasto público para hacer frente a la pandemia estaba vinculado a la presencia del virus, por lo que, cuando esta se ha suavizado, el déficit general se ha reducido drásticamente. Es decir, ese gasto no era estructural. En cambio, la revalorización de las pensiones conforme al IPC sí es un gasto estructural, porque, tal y como está diseñada la norma, se producirá todos los años.

La OCDE rebaja a la mitad el crecimiento que prevé el Gobierno en 2023 y le pide revisar que sus medidas anti inflación estén justificadas

El FMI no solo cree que sería buena idea empezar con el ajuste en 2023, sino que el ritmo de reducción del déficit debería acelerar a partir de 2024, año en el que habrán vuelto las reglas fiscales europeas. El fondo monetario cree que el ritmo de ajuste debería rondar los 7.200 millones (es decir, el 0,6% del PIB) cada año. Así, se podría "encauzar la deuda en una firme trayectoria descendente" y "lograr una posición fiscal estructural casi equilibrada".

El documento del FMI se refiere a una "consolidación discrecional" de las finanzas públicas, algo que pasaría necesariamente por "medidas activas para reducir el gasto fiscal", ha expresado la jefa de la misión del FMI en España, Dora Iakova. Dicho en otras palabras, recortes. El informe del fondo monetario concede que la situación de las finanzas públicas españolas ha seguido mejorando en 2022, pero lo atribuye principalmente a la recuperación del PIB, más que a una mejoría en el equilibrio de las cuentas. En todo caso, señalan que "la deuda pública sigue siendo elevada" y que hará falta "un esfuerzo sostenido de consolidación para reconstruir el colchón fiscal".

Además, la misión del FMI se suma a la opinión del Banco de España y advierte de que no todos los ingresos extra que se están obteniendo este año se mantendrán en el futuro. De igual manera, recuerdan que probablemente será necesario mantener algunas medidas de apoyo a los hogares también en 2023 y que la subida de los tipos de interés hará que endeudarse resulte más caro. Todo ello tendrá su impacto en el déficit y, por tanto, en la deuda pública que roza el 116% del PIB. 

Descartan la recesión

Los economistas del FMI también han descartado que la economía española vaya a entrar en una recesión en los próximos meses. "Hay muchas incertidumbres, pero no pronosticamos una recesión para España", ha expresado Iakova. La enviada del FMI en España ha reivindicado la necesidad de un pacto de rentas para repartir los costes de la crisis, aunque también ha reconocido que no ve señales de que se esté produciendo una espiral inflacionista. 

Según sus cálculos, la economía española avanzará un 4,6% en 2022 (dos décimas más de lo que prevé el Ejecutivo) y un 1,2% el año próximo (nueve décimas por debajo de la referencia empleada en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El FMI cree que la inflación se moderará también en 2023, aunque seguirá todavía por encima del objetivo del 2% en 2024. 

Ven con buenos ojos subir impuestos a los ricos

El documento del FMI se pronuncia también sobre el paquete fiscal del Gobierno, que incluye subidas de impuestos a rentas altas y los impuestos especiales a la banca y a las grandes empresas energéticas. El fondo monetario considera "apropiado" "subir temporalmente los impuestos de las empresas y los hogares de altos ingresos que se han visto menos afectados por la crisis energética para financiar el apoyo a los más vulnerables". Eso sí, piden "vigilar" la incidencia que puedan tener los dos impuestos especiales en la banca y la energía, que sean temporales y que no actúen como "un reemplazo de la necesaria reforma tributaria a medio plazo".

Sobre las medidas adoptadas para amortiguar el impacto de la inflación, la misión del FMI reclama "reemplazarlas por otras más focalizadas" para "generar ahorros". En concreto, señalan que las bajadas en los impuestos a la energía y los descuentos a los combustibles son "medidas costosas desde el punto de vista fiscal que han beneficiado de forma desproporcionada a hogares de mayores ingresos". Sin embargo, creen que la excepción ibérica está logrando reducir los precios de la electricidad sin acarrear un coste fiscal. 

Pensiones

Las valoraciones del FMI sobre dos de las principales reformas económicas del Gobierno de coalición -la laboral y la del sistema de pensiones- apuntan en direcciones opuestas. En lo relativo a la del sistema de pensiones, la misión del FMI cree que harán falta "medidas adicionales" para contrarrestar el gasto futuro que supondrá haber recuperado su revalorización con el IPC. El organismo está a la espera de que el Gobierno pacte la segunda pata de la reforma para pronunciarse sobre si las medidas son suficientes como para garantizar la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, en lo tocante a la laboral, los expertos del FMI creen que "ya está mostrando resultados positivos", aunque piden ser prudentes y estar abiertos a ajustar la norma si algo no va bien.