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Unos 800 millones estafados, 3.000 afectados, un bróker muerto... así era el presunto megafraude español de criptomonedas

Un analista calcula que la caída del Bitcoin podría llegar hasta los 17.000 dólares.
Un analista calcula que la caída del Bitcoin podría llegar hasta los 17.000 dólares.
Art Rachen vía Unsplash
Un analista calcula que la caída del Bitcoin podría llegar hasta los 17.000 dólares.

Ya lo advirtió Esopo en la antigua Grecia con su fábula de la gallina de los huevos de oro y lo corrobora el refranero español: "La avaricia rompe el saco". Si esto es lo que les ocurrió a Javier Biosca y su familia al introducirse en el mundo de las criptomonedas es lo que trata de discernir la Audiencia Nacional, que los investiga como responsables del presunto mayor fraude por volumen en España relacionado con estas divisas virtuales a través de su empresa Algorithms Group. Ahora, el caso ha experimentado un giro inesperado después de que el bróker haya sido hallado muerto en Estepona este martes tras arrojarse desde un quinto piso en presencia de varios testigos.

Estafa, intrusismo, blanqueo, delitos societarios, apropiación indebida y asociación ilícita son los delitos por los que el tribunal español investiga a Biosca, su mujer, Paloma, y su hijo, Javier, tras quedarse supuestamente con unos 818 millones de euros de más de 3.000 personas. De estas, al menos 750 se han querellado contra ellos de la mano de Zaballos Abogados,  representantes de la Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas, por no haber cobrado los beneficios prometidos por la empresa -radicada en Reino Unido-.

Los afectados denuncian no haber recibido las ganancias aseguradas por la empresa de Biosca, en la que participaron ante la promesa de unas rentabilidades estratosféricas generadas mediante la inversión en criptomonedas. No obstante, también aquí la sabiduría popular tiene algo que decir: "Nadie duros a cuatro pesetas". La causa acabó con el bróker en prisión en dos ocasiones, de donde pudo salir gracias al depósito de la fianza.

Javier Biosca, el 'criptoestafador' cazado que acabó con el peor final posible. (WOCHIT)

Rentabilidades exorbitadas

El gran atractivo del negocio ofrecido por Biosca radicaba en la elevadísima rentabilidad garantizada semanalmente: entre el 20 y el 25%. Pronto corrió la voz y el número de interesados en participar se disparó. La estructura comenzó con unos cuantos clientes que invirtieron en diferentes tipos de moneda (euros, dólares, pesos mexicanos...), en 'bitcoin' o en especie, como fue el caso de uno de los afectados, joyero de profesión, que le entregó diamantes. De media, ponían un capital inicial entre los 5.000 y 30.000 euros, aunque algunos habrían aportado hasta 20 millones de euros.

Sin embargo, poco después, el imperio comenzó a desmoronarse. Los beneficios se redujeron a un porcentaje entre el 8 y el 12% semanal y comenzaron los impagos. Fue durante la pandemia y el confinamiento cuando se produjo la primera situación de irregularidad en los cumplimientos de los contratos y se desató la desconfianza entre los inversores. No obstante, mes y medio después, ante la presión de la gente, Biosca retomó rápidamente sus obligaciones e incrementó su seguridad personal.

El cumplimiento de los pagos devolvió la calma a los clientes y recomendaron los servicios del bróker a sus conocidos, de acuerdo con la querella. Animado por esta coyuntura, Biosca ansiaba "captar aún más" clientes y organizó una "fiesta del bitcoin" en su mansión de Marbella, a la que invitó tanto a los intermediarios como a posibles futuros inversores. Tras el evento, acabó gestionando "un fondo de más de 3.000 clientes".

El negocio creció "en capital y clientes, pero no en infraestructura ni en personal cualificado". Así lo denuncia el escrito, que añade que, a partir de finales de octubre, dejaron de realizarse los pagos y desde noviembre no abonaron cantidad alguna a nadie. Esta situación, llevó a unas 750 personas de las 3.000 presuntamente afectadas a querellarse contra Biosca y su familia.

Actualmente, la inversión en bitcoin realizada por Biosca era "tan elevada" que obraban en su poder "cantidades enormes de esta moneda", también en los monederos electrónicos a su nombre, al de Algorithms Group, al de su esposa y al de su hijo, según la querella. En su auto de admisión, la Audiencia Nacional asumía la causa en virtud de la "multiplicidad de perjudicados y de provincias afectadas" y no descartaba la "posible existencia de una organización criminal".

Dos ingresos en prisión

A mediados de 2021, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretó prisión sin fianza para Biosca, que se encontraba en busca y captura, y fue detenido la noche del 7 de junio en Málaga. Tras casi un año en prisión, la Sala de lo Penal de este tribunal determinó que el bróker podía abandonar la cárcel mientras duraba la investigación del caso mediante el depósito de un millón de euros, al considerar que "el alto porcentaje de intereses pactado es incompatible también con el engaño y permite la aplicación de la teoría de la ignorancia deliberada".

Sin embargo, en julio de 2022, el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ordenó de nuevo el ingreso en prisión de Biosca, después de que su anterior avalista solicitase la devolución de la fianza. Ante la imposibilidad de comunicarse con el investigado y tras constatar que en el domicilio de Biosca se había realizado un traslado de muebles, pidió la recuperar el millón de euros que consignó para asegurar la libertad provisional del acusado.

En esta segunda ocasión, el bróker volvió a abandonar la prisión gracias a al millón de euros depositado como fianza por parte de Strong Proyect, una sociedad de responsabilidad limitada registrada en Sevilla en 2011 y dedicada a la explotación de servicios hoteleros, hosteleros, discotecas y otros relacionados con la restauración y los espectáculos públicos.

Unos meses después, cuando Biosca y su familia esperaban el avance de la investigación por parte del tribunal español, presuntamente el bróker "se habría suicidado en la localidad de Estepona arrojándose desde un quinto piso en presencia de varios testigos", que han relatado a su letrado "supuestamente los hechos" tal y como han sucedido. Así, lo ha comunicado Zaballos en un escrito enviado de urgencia al Juzgado para comunicar la muerte. 

En este escenario, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y el Código Penal contemplan la extinción tanto de la acción como de la responsabilidad penal en caso de fallecimiento del imputado, aunque es previsible que continúe la investigación de su mujer y su hijo.

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