Comienza este martes en la Audiencia Nacional el juicio a seis acusados de integrar o colaborar con una presunta célula yihadista que tenía "como prioridad" atentar en Barcelona contra objetivos rusos y que se tuvo que suspender la semana pasada al no haber podido comparecer dos abogados defensores.

Ante esta circunstancia sobrevenida y a petición de la Fiscalía, el tribunal al que ha correspondido enjuiciar estos hechos optó por aplazar el comienzo de la vista, señalada en un principio para el lunes pasado.

El considerado líder de esta célula, el argelino R.H., alias Rabeh, se enfrenta a la pena más alta, 14 años de cárcel, por un delito de promoción y dirección de un grupo terrorista.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, "siguiendo la selección de objetivos realizada por el ISIS y sus indicaciones de perpetrar atentados contra intereses rusos", decidió que la célula , de cuyo adiestramiento se habría ocupado, debía atentar en esa dirección.

Con este objetivo, el 28 de septiembre de 2017, semanas después de los atentados de Las Ramblas, Rabeh y otro de los acusados, O.N., alias Brahim, para quien el fiscal pide 12 años de cárcel por integración en organización terrorista, siguieron por Barcelona a un ciudadano ruso.

Un año después este acusado llegó a manifestar a unas personas que le acompañaban por el litoral de Barcelona: "Odio a estos (unos turistas rusos sentados en una terraza), si tuviera un kalashnikov les dispararía y mataría a más de 60".

Este propósito de atentar contra intereses rusos, sostiene el Ministerio Público, era plenamente compartido por otro de los acusados, L.A., alias Soufian, que también se enfrenta a 12 años de cárcel y que habría sido el encargado de contactar con otro de los acusados, H.H., para concretar los objetivos de interés rusos en la ciudad condal.

La Fiscalía destaca que este último, al que considera colaborador de la célula y para el que reclama 9 años de cárcel, trabajaba en el puerto de Barcelona, en una empresa de reparación y mantenimiento de yates de gran eslora, y fue el que indicó los posibles objetivos a Soufian.

Habrían contado también con la "ayuda esencial", dice el fiscal, de un segundo acusado de colaboración, Y.E.M.B., "en orden a la pretendida obtención de armamento", mientras que el sexto acusado, H.B., alias Miami, sería el encargado de la logística informática empleada para contactar con miembros de ISIS.