No cabe cansancio en el apoyo a Ucrania cuando se van a cumplir nueve meses de la invasión rusa del país. La "fatiga" no es una opción y así lo quiere dejar claro la OTAN. Lo verbalizó su secretario general, Jens Stoltenberg, que además llamó a los países a aumentar su inversión en Defensa en un mundo que ha cambiado ya para siempre. "No debemos pensar que las democracias no pueden sostener el esfuerzo en el tiempo de forma temporal, eso sería una catástrofe para Ucrania y peligroso para nosotros porque la lección aprendida sería que con la fuerza se puede conseguir lo que se quiere", sostuvo directamente durante su intervención en Madrid en la Asamblea Parlamentaria de la Alianza Atlántica.

Las palabras del dirigente noruego llegan en un tiempo y en un espacio particulares, por dos motivos: el primero es que la guerra se ha cronificado, y otro de los avisos de Stoltenberg fue precisamente ese. "Habrá que apoyar a Ucrania durante mucho tiempo", esgrimió. El segundo es que ya hay cierta división entre quienes, capitaneados por Estados Unidos, piden a Volodimir Zelenski que se siente a negociar para acabar con el conflicto, y quienes tienen claro que con más apoyo militar Kiev puede expulsar a las fuerzas rusas de su territorio. De momento solo son voces, pero el invierno ha comenzado y los próximos dos meses se antojan decisivos para el devenir de la guerra.

No obstante, el secretario general de la OTAN no quiere ni oír hablar de división entre los aliados. Así, en cada parte de su mensaje fue igual de rotundo y aseguró que Putin "no puede ganar la guerra" porque si eso ocurre, dijo, "Ucrania desaparecerá". Hizo en ese momento una defensa cerrada del papel de la Alianza y del respaldo que ha dado a Kiev desde que el Kremlin lanzó la invasión. "Si queremos un resultado aceptable para Ucrania, para que pueda prevalecer como nación independiente y soberana, la manera de lograrlo es aumentar el apoyo militar", espetó ante los más de 300 asistentes en el cónclave.

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En ese escenario, Stoltenberg se ha mostrado muy agradecido de la ayuda brindada por los aliados a Ucrania hasta ahora y de la que ya está en camino sobre todo para reforzar sus defensas antiaéreas ante los continuados ataques con misiles y drones rusos contra sus infraestructuras críticas, al tiempo que se felicitado del incremento de capacidades aliadas en el flanco oriental. Tras el incidente del misil caído en Polonia, que dejó dos fallecidos, la Alianza ha reforzado a los Bálticos por tierra, mar y aire y ha dejado claro que podría reforzarse aún más con barcos y aviones adicionales "si fuera necesario". Pero es algo que depende de los aliados porque la OTAN "no tiene una capacidad ilimitada".

El 2022, al que solo le queda un mes, ha pasado a convertirse en el año de la guerra a las puertas de la UE y de la OTAN, y por eso otro de los llamamientos de Stoltenberg en la capital española fue para que los países cumplan con el 2% de inversión del PIB en Defensa. "Ese no puede ser el techo, sino un suelo", dijo además el dirigente noruego. "Espero que haya un compromiso claro", instó el secretario general, que recuperó de esa forma uno de los grandes pilares de la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada el pasado mes de junio también en Madrid. España, de hecho, prevé llegar al 1,3% en 2023 y alcanzar el ese porcentaje en el año 2029, tal como confirmó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El aumento de las sanciones no permitirá que el Estado terrorista busque nuevas formas y medios de sembrar el terror

La intervención quizás más relevante fue la de Zelenski, que duró alrededor de quince minutos, y sirvió para que el presidente ucraniano pidiera a los aliados "que cataloguen a Rusia como Estado terrorista" al tiempo que agradecía el apoyo militar de la OTAN. "Rusia está destruyendo nuestra infraestructura energética para acabar con el suministro de electricidad y de agua, y con la calefacción en invierno", alertó. Kiev quiere un paraguas más protector si cabe y por eso Zelenski quiere que los suyos se incorporen "lo antes posible" tanto a la Alianza como a la Unión Europea.

"Aunque Ucrania aún no forma parte de pleno derecho de la UE y de la OTAN, me dirijo a ustedes en nombre del pueblo que siempre ha sido y será parte de la comunidad de valores a la que todos ustedes pertenecen", explicó el presidente, para quien "la separación de Ucrania de Europa", que es lo que a su parecer pretende el régimen de Putin, "es lo injusto y lo antinatural". Además del apoyo en forma de armas y de fondos, Zelenski también instó a los países a "intensificar" las sanciones contra Rusia. "Precisamente, el aumento de las sanciones no permitirá que el Estado terrorista se adapte y busque nuevas formas y medios de sembrar el terror", sentenció, antes de terminar diciendo que Ucrania "sobrevivirá" para celebrar el Día de la Victoria en una Kiev "en paz".

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Por su parte, Pedro Sánchez celebró la respuesta "proporcionada" de la OTAN ante el incidente en Polonia, y aseguró que Putin se encuentra "en una huída hacia adelante" de la que no sacará nada positivo. Para el presidente del Gobierno la OTAN ha sabido demostrar "la propia necesidad de su existencia" ante el conflicto en Ucrania al reaccionar con "prontitud y determinación" y transmitiendo a las sociedades de los países miembros "un mensaje de esperanza, unidad, cohesión y defensa de los valores comunes".

En su aportación como aliado España acogerá asimismo un centro de entrenamiento en Toledo para la formación de militares ucranianos, en el marco no solo de la actividad de la OTAN sino también de la misión aprobada por la Unión Europea. Sánchez, con todo, considera evidente que la OTAN ha salido fortalecida frente a "los cálculos desatinados de Putin" y que nueve meses después del inicio de la invasión a Ucrania los objetivos iniciales del Kremlin están lejos de conseguirse.

No podemos dar a los regímenes autoritarios ninguna oportunidad de explotar nuestras vulnerabilidades y socavarnos

Jens Stoltenberg también aprovechó su intervención para alertar sobre China y su papel en el tablero geopolítico actual. Sobre esto, pidió a los países que reduzcan cuanto antes "sus dependencias", especialmente con el gigante asiático, que mantiene un papel muy poco claro en el conflicto y se niega a cualquier mediación que sí está asumiendo en cambio Turquía. "No podemos dar a los regímenes autoritarios ninguna oportunidad de explotar nuestras vulnerabilidades y socavarnos", concluyó el secretario general de la Alianza Atlántica.