Antonia, víctima de la rebaja de penas de la ley de violencia sexual: "Pensaba que estaría 13 años sin verle y podría salir mañana"

Antonia G. A., 53 años, tira de retranca cuando se le pregunta qué es lo primero que pensó cuando supo que su exmarido, condenado a 13 años y 6 meses por violarla de manera brutal en 2020 en su casa de Alhendin (Granada), vería rebajada la condena en dos años y medio con la entrada en vigor de nueva ley contra la violencia sexual: "¡Pues muy bien! Le ha tocado la lotería de Navidad. Le hemos dado un premio. Bueno, yo no, se lo han dado ellos, políticos y jueces".
Antonia, víctima de la rebaja de penas de la ley solo "sí es sí".
ATLAS
Antonia G. A., 53 años, tira de retranca cuando se le pregunta qué es lo primero que pensó cuando supo que su exmarido, condenado a 13 años y 6 meses por violarla de manera brutal en 2020 en su casa de Alhendin (Granada), vería rebajada la condena en dos años y medio con la entrada en vigor de nueva ley contra la violencia sexual: "¡Pues muy bien! Le ha tocado la lotería de Navidad. Le hemos dado un premio. Bueno, yo no, se lo han dado ellos, políticos y jueces".
Antonia, víctima de la rebaja de penas de la ley solo "sí es sí".
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Antonia G. A., 53 años, tira de retranca cuando se le pregunta qué es lo primero que pensó cuando supo que su exmarido, condenado a 13 años y 6 meses por violarla de manera brutal en 2020 en su casa de Alhendin (Granada), vería rebajada la condena en dos años y medio con la entrada en vigor de nueva ley contra la violencia sexual: "¡Pues muy bien! Le ha tocado la lotería de Navidad. Le hemos dado un premio. Bueno, yo no, se lo han dado ellos, políticos y jueces". 

Pero enseguida Antonia se pone seria y confiesa que no entiende qué está pasando en la Justicia. "Cómo puede ser que después de luchar tanto, de ganarle todos los recursos, en todas las instancias, ahora le regalen tiempo a él. ¿Es que estos tres últimos años de lucha no han servido de nada? Ha ganado. Es lo que él quería. Yo pensaba estar 13 años sin verlo y puede salir mañana con un permiso. Sus derechos valen, pero ¿y los míos? ¿Dónde están mis derechos?", y lanza esta pregunta al aire como si no esperase respuesta. 

"Me amenazó con cuchillos y tuve que acceder a lo que él quiso. Violarme. Si no, yo no estaría hoy hablando contigo"

Ella escuchó temprano el miércoles en la televisión que la entrada en vigor de la ley de "solo sí es sí" rebajaría las penas a algunos reos juzgados con la anterior norma. Que incluso varios condenados por delitos sexuales obtendrían la libertad. Pero no se podía creer que, después de haber ganado cada etapa judicial y tras una vida repleta de malos tratos, la Justicia fuera a caer del lado del hombre que la violó con un cuchillo de caza apuntándole al cuello.

En conversación telefónica con 20minutos, Antonia ha recordado cómo conoció a su exmarido a los 22 años. Les presentó su cuñado. "Me llamó la atención y yo a él. Y lo que pasa todo el rato, al principio jiji-jaja, tres años a gusto, felices, luego nació la niña y cuando ella empezó a crecer él empezó a cambiar, a insultarme y a ponerme la mano encima. Fueron 14 años de maltratos físicos y psicológicos".

En  el confinamiento, en 2020, "la cosa se agravó". Tanto que ella le pidió la separación porque era "imposible" vivir confinada "con una persona que no sabes por qué no te habla, por qué te insulta... Le dije que mi hija y yo nos subíamos a vivir a la planta de arriba de la casa. Y empezó con amenazas de que nos cortaría el agua, la luz, el teléfono". 

En mayo de 2020 le atacó sexualmente, pero la denuncia fue desestimada. Antonia dice que no estuvo bien asesorada y que ahora iría al hospital antes que al cuartel de la Guardia Civil. Por aquellos días su exmarido le acosaba todo el tiempo y le perseguía por la calle. "Aparecía cuando estaba con las amigas. Mirabas para atrás y ahí estaba. Tenía que levantarme e irme. Era su obsesión".

El 10 de agosto de 2020 ocurrieron los espeluznantes hechos por los que fue condenado a 13 años y medio de cárcel, y que hoy revive minuto a minuto Antonia debido a la rebaja de la pena. "Me amenazó con cuchillos y tuve que acceder a lo que él quiso. Violarme. Si no, yo no estaría hoy hablando contigo. Se le fue la cabeza. Logré escapar, pero después me acusó a mí de haberle apuñalado y de haberle colgado de una soga. ¿Yo?".

Me gustaría que los políticos que han aprobado la ley tuvieran un caso como el mío cerca que les hiciera pensar y ver que si ellos fallan a nosotras nos fastidian

"Ha cumplido dos años en prisión y le han quitado de golpe 3. Podría quedarse en 5 ó 6 y salir de permiso. Es lo que él quería. Cuando me agredió se intentó ahorcar. Entraron los agentes y yo gritaba descolgadlo, descolgadlo. Si llego a saber todo esto, no lo digo".  

Antonia siente "miedo". Está convencida de que cuando salga de la cárcel su exmarido va a intentar seguir haciéndole daño. "Hombre, tú dime a mí, está obsesionado, viene directo a esta casa porque es su casa". No cree que sirva de mucho la orden de alejamiento de 200 metros impuesta en la sentencia firme. "Él se la saltará...", augura.

Aunque vivo donde pasó todo, está preso y no lo veo. Pero si el saliera la que tendría que desaparecer sería yo. Mi hija y yo

Su desamparo es tal que dice que, "aunque nunca le he deseado el mal a nadie, me gustaría que los políticos que han aprobado la ley tuvieran un caso como el mío cerca que les hiciera pensar y ver que si ellos fallan a nosotras nos fastidian, que no estamos bien protegidas". Estos últimos dos años, con su agresor entre rejas, Antonia ha respirado y ha sentido algo parecido al alivio. "Aunque vivo donde pasó todo, está preso y no lo veo. Pero si el saliera la que tendría que desaparecer sería yo. Mi hija y yo".

Desaparecer es su objetivo. Pensaba que tendría más tiempo para planificar bien la siguiente etapa de vida, a la que sabía que tendría que enfrentarse cuando su ex saliera de prisión. La rebaja de la pena lo ha acelerado. "A mí todo esto me ha truncado mi vida. Voy a tener que empezar de cero. Me han revuelto todos mis planes de vida".

Antonia sabe que no es la única mujer afectada por la rebaja de penas de la ley del "solo sí es sí". Ya son al menos una quincena, entre ellas una adolescente abusada por su padrastro o la joven agredida por un amigo de la infancia. Y podrían llegar a ser muchas más, de acordarse las innumerables revisiones de penas solicitadas en beneficio del reo.  Antonia tiene unas palabras para las víctimas de la aplicación de la nueva norma: "Que salgan y hablen y digan lo que piensan, no nos pueden callar, ni amedrentar. Esto no puede ser".

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