Elecciones legislativas en EE UU: los republicanos se quedan sin "ola roja" porque los demócratas resisten mejor de lo esperado

Un simpatizante de Trump, durante la jornada electoral.
Un simpatizante de Trump, durante la jornada electoral.
EFE
Un simpatizante de Trump, durante la jornada electoral.

Estados Unidos esperaba un terremoto político en las elecciones de medio mandato celebradas este miércoles, pero de las encuestas a la realidad hay un trecho. "Una verdadera ola roja", vaticinó el expresidente Donald Trump en la víspera de la cita con las urnas, pero no ha sido así. Los republicanos ganan a medias pero sin arrasar como muchos sondeos preveían: y no arrasan porque el Partido Demócrata aguanta el tipo pese a un contexto de crisis muy profunda y a los niveles bajos de aprobación del presidente Joe Biden. El resumen es uno: igualdad máxima.

Con el escrutinio ya muy avanzado en la mayoría de estados del país, los republicanos se habían asegurado 206 escaños en la Cámara de Representantes y los demócratas tenían 182, ambos por debajo de la mayoría de 218 necesaria para controlar la Cámara. En el caso del Senado, el escenario está todavía más abierto, puesto que ambos partidos se encuentran prácticamente empatados con 48 senadores para el Partido Demócrata y 49 para el Republicano. En caso de igualada (50-50) sería decisivo el voto de la vicepresidenta Kamala Harris. En este contexto, la situación en Arizona, Nevada y Georgia figura como crucial para determinar el resultado final.

Los contrapesos son importantes en Estados Unidos. Es recurrente ya que en las midterm el partido que ostenta el Gobierno federal pierda la mayoría en las Cámaras, lo que complica la toma de decisiones. En el caso de Biden esto cobra todavía más importancia, pues el escenario actual exige medidas muy urgentes, drásticas y concretas, mientras que los republicanos quieren complicarle el poder al presidente de aquí a las elecciones de 2024, a las que está previsto que se presente Donald Trump (podría anunciarlo la semana que viene).

El Partido Republicano obtuvo una de sus grandes victorias en Florida, que a la vez puede ser un problema para el propio Trump. La aplastante victoria de Ron DeSantis como gobernador le puede servir de impulso para presentarse a las primarias del partido de cara a 2024. Quiere convertirse en el gran rival interno del expresidente e incluso muchas voces aseguran que tiene opciones de ganar puesto que está siendo capaz de atraer el apoyo de quienes en su momento estuvieron al lado del magnate, especialmente en la campaña de 2016.

Por otra parte, varios estados han celebrado votaciones durante la jornada que han derivado, entre otras cosas, en victorias para el derecho al aborto en Michigan, California y Vermont, los primeros en hacer que una prohibición del aborto sea permanentemente inaplicable desde la derogación de la ley Roe contra Wade por parte del Tribunal Supremo. Así, la demócrata Gretchen Whitmer, que ha centrado su campaña en sus esfuerzos para bloquear la aplicación de una ley de 1931 contra el aborto en casi todos los casos, se ha impuesto al republicano Tudor Nixon en el estado de Michigan. Por su parte, los votantes en California y Vermont han aprobado sendos referendos que consagran el derecho al aborto en sus constituciones estatales.

Asimismo, el estado de Maryland ha legalizado el consumo de marihuana con fines recreativos por parte de personas de 21 años o más, medida que entrará en vigor el 1 de julio de 2023. También los votantes de Misuri han aprobado una enmienda constitucional para poner fin al consumo de marihuana en el estado, según la CNN. Por contra, los votantes en Arkansas, Dakota del Norte y Dakota del Sur han rechazado propuestas y enmiendas constitucionales para legalizar la posesión de cannabis y su consumo con fines recreativos. En el caso de Dakota del Sur, el consumo fue legalizado en 2020, si bien la gobernadora, Kristi Noem, encabezó esfuerzos para anular la legislación argumentando que violaba la Constitución.

Lo que dice la historia

Al margen de los sondeos, el partido que controla la Presidencia históricamente ha tendido a perder escaños en el Congreso durante las elecciones de medio término, que se celebran dos años después del inicio de un mandato presidencial. Hasta ahora, hay solo tres excepciones en las que el partido del presidente ha ganado escaños en la Cámara de Baja, que se renueva por completo en las elecciones de medio término; mientras que solo se elige un tercio del Senado.

En concreto, en 1934, el presidente demócrata Franklin D. Roosevelt aumentó la ventaja de su partido en las dos cámaras del Congreso gracias a la popularidad de sus políticas del New DealEn 1998 con el demócrata Bill Clinton, los demócratas ganaron escaños en la Cámara Baja, aunque los republicanos mantuvieron el control del Congreso. Y, por último, en 2002, el republicano George W. Bush, con grandes niveles de popularidad tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, arrebató el Senado a los demócratas y aumentó su ventaja en la Cámara Baja, convirtiéndose en el único presidente de la historia reciente que ha conseguido cambiar de signo una de las dos cámaras del Legislativo en unas elecciones de medio término.

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