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Lectura fácil para que todos los niños puedan navegar en Barco de Vapor: "La accesibilidad cognitiva es la gran asignatura pendiente"

  • Desde hace cinco años, la editorial SM adapta a lectura fácil varios de los títulos de su colección insignia.
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje lectura fácil SM. Barco de Vapor
Iria Torres y Berta Márquez con algunos libros de su colección de lectura fácil
Jorge París
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje lectura fácil SM. Barco de Vapor

Raro es el adulto de menos de 50 años que no ha tenido entre sus manos un libro del Barco de Vapor, la ya clásica colección de libros infantiles que, clasifica, a través de distintos colores, la edad de los lectores a los que van dirigidos sus libros. Así, encontramos desde el blanco, para los más pequeños, hasta el rojo, para los niños más avanzados en la lectura.

Con el objetivo de que esta ya mítica colección sea accesible a cualquier niño, hace cinco años SM decidió introducirse en el mundo de la lectura fácil, que consiste, a grandes rasgos, en adaptar libros ya publicados para garantizar la accesibilidad a la información y la cultura a todas las personas, con independencia de sus capacidades.

De momento, la colección tiene catorce títulos de distintos niveles, pero el objetivo es ir ampliando la colección y sacar, al menos, dos títulos al año, como explican Iria Torres, editora de la colección y experta en lectura fácil, y Berta Márquez, gerente editorial de Literatura Infantil y Juvenil de la editorial. "Barco de Vapor es nuestro buque insignia, la que hemos leído todos desde que éramos pequeños, y queremos que su colección tenga un catálogo completo y representativo para todos, tanto en contenido como en forma, para todas las edades, de todos los géneros... Sólo nos faltaba la pata de lectura fácil para poder llegar a todos", cuenta Berta Márquez.

Literatura para todos

El objetivo básico de la lectura fácil es hacer accesible la información a todo el mundo para fomentar así la inclusión de ciertos colectivos, "en los últimos años se habla mucho de accesibilidad a nivel de barreras físicas, pero la gran asignatura pendiente es la accesibilidad cognitiva, que todavía sigue teniendo muchos problemas para acceder a la información, a la lectura en este caso", explica Iria Torres.

Puede ser una puerta de entrada para que estos niños se conviertan en lectores

Además, aunque la lectura fácil se relaciona principalmente con niños con problemas de aprendizaje, desde SM quieren dejar claro que, aunque es su objetivo principal, no es solo el único, pues esos libros también pueden ser útiles para, por ejemplo, niños inmigrantes que todavía no tienen el mismo nivel de castellano que los niños de su clase, "al principio los materiales que existían muy dirigidos también al ámbito intelectual, pero faltaban en el mercado colecciones dirigidas a un público más amplio: niños con dificultades de aprendizaje, con dificultades lectoras del tipo que sea, inmigrantes que hablan otro idioma… Nosotros con esta colección lo que hemos intentado es llevar los títulos del Barco de Vapor a todos los niños", asegura Torres, incluso para aquellos niños a los que -sin tener a priori ningún tipo de dificultad- les cuesta introducirse en el mundo de la lectura, "viene muy bien para enganchar a la lectura a niños que son muy reticentes a la hora de leer, para facilitarles el acceso y el disfrute de la lectura. Puede ser una puerta de entrada para que estos niños que no se están acercando se conviertan en lectores".

La colección de Barco de Vapor de lectura fácil está enfocada en niños de 2 a 12 años, pero, como explica Barta Márquez, hay edades más ‘demandadas’ que otras, y otras franjas de edad en las que las adaptaciones casi no son necesarias, "los libros para primeros lectores (los del color blanco) muchas veces ya son de lectura fácil. A medida que vas avanzando, que vamos creciendo y avanzando en cursos, ya van haciendo falta más adaptaciones, por eso en la azul y la naranja es donde más títulos tenemos, tenemos más demanda es entre niños de 7-10 años. Aun así, intentamos ir sacando de series diferentes para ir alimentando la colección". De hecho, su objetivo es ir ampliando el espectro, y como nos adelantaron "este año vamos a lanzar por primera vez una novela juvenil a una lectura fácil para adolescentes, porque queremos tener una oferta completa para todas las para todas las edades y necesidades".

Así se crea un libro de lectura fácil

La lectura fácil surgió en los años 70 con el objetivo de que las personas con discapacidad intelectual pudiesen acceder a la lectura y a la información en general. Sin embargo, no llegó a España hasta tres décadas más tarde, a principios de los 2000, cuando se creó una asociación de lectura fácil y distintas editoriales fueron sacando material. Todas ellas, antes de adaptar o crear desde cero un libro de lectura fácil, siguen las directrices de la IFLA (Federación Internacional de Librerías), que establece una serie de recomendaciones a seguir, una serie de cambios que se deben llevar a cabo tanto a nivel de texto como a nivel gráfico. Iria Torres, que es especialista en lectura fácil, explica cuáles son algunas de esas recomendaciones:

La lectura fácil permite que cualquier ciudadano pueda leer ese tipo de texto

Un lenguaje más accesible. Sin infantilizar los textos o las historias, lo que persigue la lectura fácil es hacer accesible cualquier texto para cualquier persona, "se pueden simplificar las tramas para que sean más fáciles de entender", explica. Para ello, por ejemplo, lo más importante es elegir un léxico sencillo evitando palabras difíciles o explicándolas, "yo siempre pongo el ejemplo de los textos administrativos. Cuando leemos cualquier texto legal que publican en el BOE cuesta mucho entenderlo a no ser que tengas formación en Derecho. La lectura fácil permite que cualquier ciudadano pueda leer ese tipo de texto. En nuestro caso, lo que hacemos es acercar textos que puedan resultar más difíciles para un niño con cualquier tipo de dificultad lectora, haciendo ese tipo de adaptaciones, tanto como el léxico como a nivel gráfico y a nivel también de la estructura del libro. Se intenta que las tramas sean más o menos lineales, que haya una secuencia lógica…".

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En el libro adaptado a lectura fácil (Izquierda) las letras son más simples, hay menos texto y se especifica quién habla en el diálogo.
Jorge Paris Hernandez

Pequeños-grandes cambios a nivel visual. No solo los textos deben ser más fáciles de entender, sino que, en conjunto, tiene que ser más accesible a nivel visual. Así, por ejemplo, como explica Iria, "es importante el número de líneas que hay en cada página, que no haya demasiado texto, una determinada proporción entre la parte de entre el texto y el blanco de la página que facilite la lectura… Esto es importante, por ejemplo, para que a un niño con dislexia no se le monten una letra sobre otra y lo pueda leer bien, también que los espacios del interlineado mayores… En cuanto a la tipografía, tiene que ser más grande para personas que tienen cualquier dificultad visual, sencillas para poder distinguir bien las letras, etc.". Y también hay que adaptar las imágenes: que estén separadas del texto, con trazos más definidos, etc.

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En el libro de lectura fácil, las imágenes están más definidas y el formato es más grande
Jorge París

Formatos más grandes. En esta colección, por ejemplo, todos los libros de lectura fácil son del mismo tamaño, "en la original, hay una diferencia entre la serie blanca, que es para los niños más chiquitos, que son libros más grandes; y el resto de series que ya son libros un poco más pequeños que ya como el tamaño más habitual de los libros que hay en el mercado. Nosotros hemos decidido que sean todos más grandes por varios motivos: para que tenga más espacio la caja de texto, los márgenes sean más amplios, la letra más grande, el niño pueda cogerlo más fácil por si tiene problemas de motricidad…".

Tanto los profesores como los padres nos lo agradecen un montón, nos dicen que les ayudan mucho

Las personas responsables de adaptar estos cambios tienen que ser expertas y tener formación, "contamos con dos adaptadoras, María José Saz y María San Román, que se encargan de todo el proceso, de adaptar tanto textos como ilustraciones, con los autores, tanto el autor del texto como el lustrador". Aunque no hay una formación definida para llevar a cabo este proceso, desde SM consideran que es importante que se formen, "ya sea a través de asociaciones, como Plena Inclusión, que tiene muchos cursos y manuales. Por otro lado, es deseable que tengan experiencia docente. En el caso de nuestras dos editoras, que son madre e hija, tienen mucha experiencia como editoras, experiencia docente, están especializadas en niños con necesidades especiales… tienen las dos mucha experiencia y formación".

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Algunos de los títulos de la colección de Barco de Vapor
Jorge París.

Pero el proceso no se termina con la adaptación, después hay que validarlos "con testeos con niños con necesidades especiales, porque hasta que no llega a las manos del niño no te das cuenta si realmente funciona o no". Tras superar este testeo, ya tienen ‘permiso’ para poner en sus libros en el logo de Inclusión Europe, una acreditación a nivel europeo que llevan todos los textos de lectura fácil que han sido validados.

Una iniciativa de la que estar orgullosos

Si algo destacaron Iria y Berta es lo orgullosas que se sienten de esta colección, una iniciativa que les gustaría que se extendiera a otras editoriales, pero reconocen que se trata de proyectos caros, "es más costoso porque el equipo es más grande, y el proceso es más lento. Además, estos libros son muy baratitos, por eso no es una colección que sea especialmente rentable. Pero bueno, una editorial como SM puede hacerlo", asegura Berta. 

Si hubiera ayudas, estos proyectos serían más populares, "para traducciones, por ejemplo, sí hay subvenciones para fomentar la lectura de otros países… pero para lectura fácil no hay nada, y estaría bien porque así más editoriales se animarían".

El proceso es caro, no es una colección que sea especialmente rentable, pero una editorial como SM puede hacerlo

De momento, ellos seguirán sacando nuevos títulos cada año, ya no solo porque creen que es necesario, sino porque la colección ha sido recibida con los brazos abiertos desde el principio, "tanto los profesores como los padres nos lo agradecen un montón. Nos escriben por redes sociales y demás y siempre nos dan las gracias, los profesores prescriben los mismos títulos a todos los niños de la clase y nos dicen que les ayudan, nos los demandan también desde las bibliotecas… e incluso a los autores les hace mucha ilusión cuando les decimos que vamos a adaptar sus libros y se implican en el proyecto… Y nosotras, al final del día estamos orgullosas de lo que hacemos", aseguran.

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