Las gasolineras se preparan para autoexcluirse de la obligación por parte del Gobierno de colocar cargadores para coches eléctricos

Archivo - Arxiu - Una dona repostant en una gasolinera
Una mujer reposta gasolina.
Eduardo Parra - Europa Press
Archivo - Arxiu - Una dona repostant en una gasolinera

Cada vez queda menos para que entre en vigor la obligación para que las gasolineras que más combustible venden instalen cargadores para coches eléctricos y antes de que eso ocurra las estaciones se preparan para autoexcluirse de la medida. En concreto, aquellas que no cuentan con las condiciones adecuadas que dicta la ley que el Ministerio de Transición Ecológica se dispone a aplicar en colaboración con las comunidades autónomas.

Estos eventuales contenciosos tienen su punto de partida en el proceso que está finalizando el Ministerio de Transición Ecológica en aplicación de una de las disposiciones de la Ley de Cambio Climático que aprobó en mayo de 2021, que contempla que las gasolineras que en 2019 vendieron cinco o más millones de litros de gasolina o gasóleo A tengan la obligación de instalar al menos un cargador para vehículos eléctricos.

Fuentes de Transición Ecológica elevan a un millar el número de estaciones que estarán sujetas a una medida que acaba de dar uno de los últimos pasos para hacerse efectiva. La semana pasada, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, firmó una Orden Ministerial en la que trasladaba a las comunidades el listado de las estaciones que en 2019 vendieron más de 10 millones de litros de combustible y entre cinco y 10 millones. La relación es confidencial y no se ha hecho pública, pero los gobiernos autonómicos ya saben a qué estaciones tienen que dirigirse para hacer su parte en el proceso, comunicarles su obligación de instalar los cargadores eléctricos. También será tarea autonómica revisar las alegaciones que las gasolineras señaladas pueda hacer para quedarse fuera de la medida atendiendo a circunstancias técnicas, de seguridad o de suministro eléctrico que también contempla la ley. De acuerdo a la patronal de este sector, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), a esto para lo que se están preparando muchas gasolineras, de modo que quedarían fuera de la obligación de instalar puntos de recarga eléctrica, como muy tarde en marzo del año que viene para aquellas con ventas por encima de los 10 millones y como máximo en agosto para las que despacharon entre cinco y 10 millones de litros en 2019. 

En concreto, las gasolineras que vendieron más de 10 millones de litros de gasolina y gasóleo A tienen que instalar al menos una infraestructura de recarga eléctrica de potencia igual o superior a 150 kw en corriente continua. La potencia de las que estén en el rango de ventas de cinco a 10 millones de litros será al menos de 50 kw y en caso de que no haya gasolineras de estas dimensiones en una provincia, deberán instalar cargadores eléctricos aquellas que aglutinen el 10% de las ventas anuales totales de ese territorio. La obligación de tener una de 50 kw es extenderá sin excepción a todas las instalaciones nuevas. 

Estas son las instrucciones que Transición Ecológica acaba de trasladar a las comunidades, para que identifiquen a las gasolineras, en un proceso en el que está previsto que haya un movimiento de vuelta, con alegaciones. "Las comunidades tienen que ponerse en contacto con las gasolineras [afectadas por la medida], que están pendientes de presentar alegaciones técnicas", explica el director general de CEEES, Nacho Rabadán, que añade que "la casuística  [por la que pueden recurrir] es infinita". En concreto la ley contempla tres tipos de excepciones. En primer lugar, porque la gasolinera en cuestión ya disponga de un punto de recarga en sus instalaciones o en terrenos anexos de su propiedad o sobre los que tenga acuerdo comercial. 

Otra de los motivos por los que las gasolineras podrán presentar alegaciones es porque no puedan cumplir los requisitos técnicos o de calidad y seguridad, por ejemplo, "no tener espacio", dice Rabadán. O, en tercer lugar, porque la distribuidora eléctrica establezca que una determinada estación no tiene suficiente alimentación como para instalar un cargador de eléctrico.

Discrepancias en el criterio

Además de las excepciones que permite la norma y que las gasolinas ya avanza que explorarán, las diferencias entre el sector y la medida que terminó diseñando Transición Ecológica para que los vehículos eléctricos tengan donde 'repostar' parte de una diferencia de base que se gestó en las consultas que realizó el Ministerio para elaborar esta medida. Según explican en la CEEES, ya entonces apelaron a no fijar un criterio de volumen de ventas como el que finalmente se va a poner en pie y que en su lugar la instalación de puntos de recarga fuera voluntaria.

Según explica Rabadán, tal y como está diseñada la norma, estarán obligados a tener cargadores eléctricos gasolineras como las que jalonan la carretera desde Barcelona a la frontera francesa, porque por allí pasan muchos camiones que elevan las ventas de combustible en estas estaciones pero por las que raramente pasa un vehículo eléctrico. Algo similar ocurre con las grandes ciudades, donde también será fácil que las gasolineras alcance un nivel de ventas como para tener que ponerlos, cuando es en estas urbes donde más facilidades tienen los conductores de coches eléctricos para recargarlos en otros lugares.

"Nos parece un parche. Habíamos propuesto a la Administración sentarnos y consensuar quién voluntariamente quería poner un punto de recarga y nos dijeron que no", dicen desde la patronal de las gasolineras, que cree que no es "eficaz" discriminar por volumen de ventas sin tener en cuenta otras circunstancias.

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