El Gobierno aprobó el pasado 18 de octubre un nuevo baremo para valorar el grado de discapacidad de una persona. Esta nueva norma, que entrará en vigor en unos meses, sustituyó a la anterior, vigente desde 1999. Entre sus novedades se encuentra el uso de criterios más específicos para calcular el grado de discapacidad.
En concreto, el grado de discapacidad de una persona pasa de estar basado en solo dos criterios (limitaciones funcionales y factores sociales complementarios) a entenderse como el resultado de una interacción más precisa de cuatro baremos distintos:
- Baremo de Deficiencia Global de la Persona (BDGP)
- Baremo de Limitaciones en la Actividad (BLA)
- Baremo de Restricciones en la Participación (BRP)
- El Baremo de Factores Contextuales y Ambientales (BFCA)
¿Qué es el BDGP?
El Baremo de Deficiencia Global de la Persona (BDGP) es el primer baremo y el más importante de los cuatro. Se encarga de evaluar las deficiencias de las funciones y estructuras corporales de la persona, entendidas como las "anormalidades o pérdidas de una estructura corporal o de una función fisiológica", según el modelo biopsicosocial propuesto por la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF, por sus siglas en inglés), elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este baremo es una primera aproximación a la discapacidad de la persona y pretende establecer qué clase de deficiencia tiene basándose, en este caso, en criterios objetivos y clínicos. Para ello, hay que tener en cuenta, primero, los tipos de discapacidad dependiendo de las "funciones y estructuras corporales":
Funciones Mentales y estructuras del sistema nervioso:
- Deficiencia Intelectual, trastornos del desarrollo psicológico y trastornos del comportamiento y las emociones de inicio en la infancia y adolescencia.
- Otros trastornos mentales y del comportamiento.
- Sistema nervioso.
Funciones sensoriales y dolor, estructuras del ojo, el oído y estructuras relacionadas
- Sistema visual.
- Sistema auditivo, vestibular, nariz y garganta.
- El dolor.
Funciones y estructuras involucradas en el lenguaje, la voz y el habla
- El lenguaje, la voz y el habla.
Funciones y estructuras de los sistemas cardiovascular, hematológico, inmunológico y respiratorio
- Sistema cardiovascular.
- Sistema hematológico e inmunológico.
- Sistema respiratorio.
Funciones y estructuras de los sistemas digestivo, metabólico y endocrino
- Sistema digestivo.
- Sistema metabólico y endocrino.
- Neoplasias.
Funciones y estructuras genitourinarias y reproductoras
- Sistema genitourinario.
Funciones y estructuras neuromusculoesqueléticas y relacionadas con el movimiento
- Extremidades superiores.
- Extremidades inferiores.
- Columna y pelvis.
Funciones y estructuras de la piel
- Piel y estructuras relacionadas.
¿Cómo se calcula?
La valoración de la Deficiencia Global de la Persona se realiza teniendo en cuenta, primero, su diagnóstico clínico (CIE-10), basado en los 18 capítulos enumerados anteriormente. Cada uno de ellos tiene un sistema específico de evaluación de este baremo. No obstante, el real decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), establece un modelo genérico para evaluar enfermedades o trastornos complejos para los que no exista un modelo específico y también como base para los que sí lo tengan.
De esta forma, para determinar la clase de gravedad de los problemas de funcionamiento o discapacidad de la persona, es decir, evaluar el grado de deficiencia, se tienen en cuenta tres criterios:
- Hallazgos derivados de la Historia Clínica (HC), conocida también como anamnesis: síntomas que argumenten el establecimiento de la deficiencia.
- Hallazgos clínico derivados de la exploración clínica (EC) de los síntomas y signos de deficiencia.
- Hallazgos derivados de los resultados objetivos obtenidos en las “Pruebas complementarias específicas” (PC).
Todos ellos deben estar documentados mediante los informes clínicos correspondientes. En función del aparato o sistema afectado, se identificará entre estos tres hallazgos anteriores uno como Criterio Principal (CP), que será puntuado del 0 al 4 en un “intervalo de grado”, según la gravedad de la deficiencia correspondiente, siendo 0 una gravedad nula o insignificante, 1 insignificante o leve, 2 leve a moderada, 3 moderada a grave y 4 grave a extrema o total.
Cada intervalo de grado de deficiencia, a su vez, contiene unos valores intermedios (A, B, C, D, E) que permiten ajustarlo, al alza o a la baja, mediante criterios “secundarios” de ajuste (CSA) o modificadores del grado (MG). Estos criterios secundarios serán los dos anteriores que no se hayan utilizado como principal y, además, si así lo considera el equipo de valoración, otros dos criterios:
- La historia sobre funcionamiento para realizar actividades, informada por la persona (HF): analiza la repercusión que la deficiencia ejerce en el funcionamiento independiente de la persona en las actividades de la vida diaria o si necesitara apoyos. Todo ello de forma simplificada, ya que se analiza exhaustivamente en el Baremo de Limitaciones en la Actividad (BLA), y en ocasiones mediante cuestionarios autoinformados.
- La carga de cumplimiento al tratamiento (CCT): analizar si el cumplimiento de un tratamiento interfiere de manera importante con las actividades de la vida diaria, a pesar de su correcto cumplimiento.
Estos cinco criterios darán lugar a las deficiencias totales de la persona (DTP), que pueden ser una o varias. En el caso de ser varias, se combinan los resultados para obtener la Deficiencia Global de la Persona (DGP), expresada siempre en porcentaje.
Clases de deficiencia
Tras la evaluación de estos cinco criterios, se obtiene un porcentaje que se encuadra en cinco clases distintas de gravedad global de la deficiencia:
- Clase 0: Deficiencia sin limitación o insignificante (0-4%).
- Clase 1: Deficiencias con limitación leve (5-24%).
- Clase 2: Deficiencia con limitación moderada (25-49%).
- Clase 3: Deficiencia con limitación grave (50-95%).
- Clase 4: Deficiencia con limitación total (96-100%).
Como recomendación para este baremo, Cristina Herencia, trabajadora social, asegura que "es muy aconsejable que las familias lleven todos los informes de los que dispongan, de forma física, aunque los envíen de forma telemática, se los preparen muy bien e incluso se anticipen a lo que les puedan preguntar".
El Baremo de Deficiencia Global de la Persona se considerará, con carácter general, el "Criterio principal" (CP), es decir, el que determinará la inclusión en una de las clases de discapacidad, al considerarse que es el más objetivo, fiable y permanente.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios