Sánchez y Feijóo se desacreditan como interlocutores en la negociación y vuelan los puentes para renovar el CGPJ

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, esta tarde, en el Senado.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, esta tarde, en el Senado.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, esta tarde, en el Senado.

El pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) vuelve a la casilla de salida. El Partido Popular dio el pasado jueves por "suspendidas" las conversaciones tras comprobar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene la clara intención de rebajar los delitos de sedición. Este lunes insistió de nuevo en que la puerta estaba cerrada, aunque dejó un poso de esperanza al añadir que "no con llave". También la oposición aseguró que la negociación "no está rota" siempre que Sánchez prometa por escrito que no reformará el delito de sedición.

Eso sí, el cruce de acusaciones entre populares y socialistas ha subido de tono estos días, lo que muestra una realidad bastante diferente: la expectativa de acuerdo es nula y difícilmente ambos partidos van a lograr retomar una negociación que amenaza con no estar solucionada hasta después de las próximas generales, cuando los vocales del CGPJ hayan acumulado ya cinco años con su mandato caducado.

En Moncloa el cabreo es patente. El Gobierno creía que Alberto Núñez Feijóo, presidente de los populares, resistiría a las presiones que, dicen, sufría desde su propio partido y también desde fuera. No fue así y la estrategia del Ejecutivo pasa ahora por desacreditarle por ello. Lo hizo la portavoz gubernamental, Isabel Rodríguez, este lunes. La también ministra de Política Territorial se centró en la figura del líder de la oposición más que en concretar qué hará el Gobierno con el CGPJ, actualmente en descomposición tras la dimisión incluso de Carlos Lesmes, y con el Tribunal Constitucional, que cuenta con cuatro vacantes de las que el Gobierno debería rellenar dos. 

"Cumplir la Constitución es cumplir la Constitución", dijo Rodríguez sin aclarar si desde Moncloa se plantean retomar la reforma para rebajar la mayoría de tres quintos necesaria para renovar el CGPJ a una mayoría absoluta o si el Ejecutivo prevé nombrar a los dos magistrados del Constitucional cuya potestad posee. "Lo que va a hacer el Gobierno es cumplir con la Constitución Española", remachó antes de abrir fuego contra Feijóo. Del líder del PP señaló incluso que no le reconocía como tal, puesto que "quien se niega a cumplir la Constitución no tiene ninguna legitimidad". Además de hacer una chanza al asegurar que "con él no se puede ni jugar al parchís porque no respeta las reglas", dijo que había quedado "inhabilitado" y le acusó de "no liderar" su partido, sino de "obedecer a los más ultras".

Unas palabras similares se escuchan desde Ferraz, cuartel general de los socialistas. Fuentes del PSOE aseguran que solo entenderán que el PP vuelve a la mesa "con garantías" cuando superen "la crisis de liderazgo y haya un criterio claro". "El problema de Feijóo", según ellos, "está en la retaguardia", una crítica que también le hacían a Pablo Casado, antecesor de Feijóo, de quien ayer se acordó Rodríguez: "Para insultar, bloquear e incumplir la Constitución ya teníamos a Casado", apuntó. Los socialistas también rechazan que hayan sido ellos quienes han roto los puentes. "Nosotros estamos en el mismo punto", añaden, "los puentes una vez más los ha volado el PP".

El PP, por su parte, se dice convencido de que fue el PSOE quien hizo saltar por los aires el que habría sido el primer acuerdo entre ambas formaciones, ya que considera que Sánchez "se sacó de la manga" dicha reforma de la que se había comprometido el presidente en su discurso de investidura pero de la cual, según Génova, habría renunciado el líder socialista para renovar el CGPJ. "Sacar este tema [la reforma de la sedición] en plena negociación es insolvencia o mala fe?, se preguntó este lunes el coordinador general del PP, Elías Bendodo, haciendo suyas las palabras de Sánchez a Feijóo en su primer careo en el Senado.

El equipo de Alberto Núñez Feijóo ha endurecido más que nunca el tono del discurso, repleto de acusaciones y descalificaciones. Al tiempo en que el PP se ofrece a retomar las negociaciones, dejando fuera de juego la reforma del código penal, carga con duramente contra el presidente del Gobierno al que acusa de "traicionar" a los socialistas y a los propios españoles y de "prestarse a prevaricar". Porque para el equipo de Feijóo, Sánchez podría estar buscando con la reforma del delito de sedición "una amnistía total para los condenados por el golpe en Cataluña".

Para probar esta tesis, los populares aluden a la carta que hizo publica el "fugitivo" expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont en las que asegura que "gente del PSOE" ha ido a verle para generarle "expectativas de un buen trato, vía reforma del Código Penal y un indulto siempre y cuando accediera a comparecer ante el Supremo".

Por este motivo, el Grupo Parlamentario Popular ha registrado este lunes la solicitud de comparecencia del presidente, que aún tendrá que aprobar la Junta de Portavoces, para que Sánchez informe ante el Pleno del Congreso "sobre los acuerdos propuestos al fugado Carles Puigdemont para sortear su situación judicial", en palabras del PP.

"El PP nunca va a ser cómplice del mercadeo presupuestario del PSOE con el independentismo que quiere romper España y que ya lo intentó. Mejor romper con un acuerdo que traicionar a España, porque ceder ante los que se rebelaron contra España para romperla ante quienes dieron un golpe e estado es traicionar a los españoles y burlar, de nuevo, a la Justicia", argumentó el número tres del partido para explicar por qué el PP tiró por tierra los avances de las negociaciones con el PSOE para renovar el CGPJ.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento