
No sabes nada de mí es el lema con que la mirada de Dalí nos desafía desde un cartel excelente. ¿Realmente le conocemos? En muchas ocasiones, una personalidad arrolladora y mediática lleva a un vacío de conocimiento general, bien porque la extravagancia genera cierto rechazo o porque la multiplicación hasta la saciedad de algunos ‘grandes éxitos’ oscurece un recorrido artístico heterogéneo. Ambas cosas pueden suceder con la figura carismática y excesiva de Salvador Dalí, pero esta exposición puede contribuir a que caigan esos velos.
Desafío Dalí ofrece una novedosa experiencia artística a través de la mayor exposición de obras de Salvador Dalí en formato digital hecha hasta el momento, combinando técnicas como realidad virtual, 3D, realidad aumentada, audiovisuales o el micro-mapping. Una visión amplísima de la obra del artista que nos revela las múltiples facetas creadoras que desarrolló, muchas de ellas desconocidas.

La primera parte de la muestra se denomina Descubriendo a Dalí, y proporciona un recorrido cronológico por sus pinturas, década a década, partiendo de unos inicios en los que el artista experimenta con todos los estilos, amparado en una soltura técnica asombrosa. Desde los primeros ejemplos nos percatamos del principal logro técnico de esta muestra: un sistema de retro-iluminación de superficies plásticas que ofrece una nitidez y calidad de imagen realmente asombrosa.

Puede disfrutarse de cada obra plenamente, en condiciones idóneas, asistidos por un cuidado audio-relato que se ofrece en formato podcast -no olvidemos llevar auriculares para seguirlo cómodamente-. Detalles de la maestría de Dalí pueden apreciarse en ampliaciones extraordinarias de pequeñas obras, cuyas dimensiones se multiplican considerablemente. Ni en los mejores catálogos se puede llegar a ese nivel de aproximación.

Salvador Dalí
- (Figueras, 1904-Figueras,1989)
Santiago Ruiz, director de este montaje, lo define como una exposición imposible y no le falta razón. No habría forma de reunir las más de ciento cincuenta obras del recorrido completo, hallándose diseminados los originales en museos y colecciones privadas de medio mundo. "Es una retrospectiva en profundidad, pero orientada al gran público, aunque algunos expertos han quedado sorprendidos al descubrir detalles en los que no habían reparado hasta ahora. Estamos generando un producto nuevo", concluye el director.

"Desafío Dalí comenzó a fraguarse en 2015 como un proyecto de Miguel de la Ossa y Nuria Botey, co-fundadores de ArtDidaktik -empresa que ha desarrollado el proyecto-. En colaboración con la Fundación Gala Salvador Dalí, que ha proporcionado los archivos digitales de todas las obras y las licencias de exhibición, se ha realizado la selección que ahora vemos, gracias también a muchas empresas y profesionales que han colaborado" nos comenta Santiago Ruiz.
Además del atractivo recorrido cronológico, diversos audiovisuales repasan las múltiples facetas desarrolladas por el artista en campos como el cine, la publicidad, la joyería, el happening o la ilustración. ¡Dalí llegó a diseñar joyas con un mecanismo móvil en su interior, que latían como un corazón! También pueden verse las escenas oníricas que forman parte de películas como Recuerda (1945), de Alfred Hitchcock, El perro andaluz (1929) y La edad de oro (1930), ambas de Luis Buñuel.

"Sin Gala, Salvador habría terminado debajo de un puente de París". Así de tajante se mostraba el padre de Dalí, aquel notario de Figueras que vemos en varios retratos excelentes de los años veinte. Reconociendo la relevancia de Gala Dalí en la vida del artista, la exposición reproduce el estudio del pintor en Portlligat, con decenas de retratos fotográficos y reproducciones de cuadros, con su musa como protagonista, tal como el pintor los tenía dispuestos. "Gala era una persona cultísima, relacionada con toda la vanguardia parisina. Además de su esposa, hizo las veces de marchante, administradora y agente de Dalí. Realmente eran un tándem", reconoce Santiago Ruiz.

Otras obsesiones de Dalí encuentran un espacio a lo largo de la exposición, como por ejemplo el Surrealismo, que se plasma en un escenario de animación digital recorrido por unas enormes hormigas, símbolo muy usado por Dalí para sugerir lo inconsciente o irracional. Ahí podemos grabar un video insertando nuestra imagen en la animación y obteniendo el resultado a través de un código QR.

El mundo de los Sueños se recrea con una escenografía más clásica, enlazando estancias que podemos atravesar, cruzándonos con las siluetas de los campesinos de El Ángelus (1859), de Jean-François Millet, que le marcaron desde niño. Los efectos ópticos también ocuparon la imaginación del artista y llegaron a obsesionarle. Cuadros que esconden una imagen oculta difícil de descubrir; obras que usan la estereoscopía; pixelados que obligan a tomar distancia para discernir la figura principal. La inquietud del Dalí más travieso a través de sus ideas recurrentes.

Para finalizar este viaje se propone una experiencia, con gafas de realidad virtual y auriculares, en la que se reproducen varios escenarios imaginarios en 360 grados. Ocho intensos minutos en los que nos zambullimos en el universo alucinante de Salvador Dalí y vemos aparecer sus pinturas en paisajes de la Costa Brava. El colofón a una exposición que puede suponer un hito en el modo de acceder y apreciar la pintura en esta 'Era de las Pantallas' en que estamos inmersos, donde los avances técnicos bien orientados pueden facilitar el disfrute del Arte.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios