Sin jabón ni desodorante: miles de personas no quieren ir a trabajar porque no pueden pagar los productos básicos de higiene

Una buena higiene personal tendrá un impacto positivo tanto a nivel personal como a nivel social. Eso incluye ducharse, lavarse las manos, los dientes y evitar malos olores.
Una persona lavándose las manos con jabón, en una imagen de archivo.
Pixabay/Couleur
Una buena higiene personal tendrá un impacto positivo tanto a nivel personal como a nivel social. Eso incluye ducharse, lavarse las manos, los dientes y evitar malos olores.

Más de tres millones de personas en Gran Bretaña se encuentran en situación de pobreza. Muchos ni siquiera pueden adquirir los productos básicos de higiene personal y se avergüenzan al tener que ir a trabajar o quedar con otras personas por el mal olor o por la suciedad.

Así lo asegura un informe realizado por Hygiene Bank en colaboración con YouGov, recogido por Sky News. En él, destacan que un 12% de las personas entrevistadas para este estudio han evitado mantener contacto con otras personas porque no pueden pagar artículos básicos como el jabón o el desodorante.

Esto es el resultado de una "crisis oculta". El aumentos de los precios en los últimos meses ha provocado que casi la mitad de los adultos de Reino Unido estén luchando para llegar a fin de mes. Los datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales publicados el martes mostraron que el precio de los artículos de supermercado había aumentado un 17%. "Está mucho más extendido de lo que temíamos, está aumentando y está afectando desproporcionadamente a los más vulnerables", ha asegurado la directora ejecutiva de Hygiene Bank, Ruth Brock.

Sin recursos para adquirir productos básicos

Según recoge el informe, las personas en situación de pobreza tienen la necesidad de prescindir de productos para el afeitado, desodorante, detergente en polvo y otros productos de limpieza básicos. Así invierten ese dinero en pagar otros gastos, como la factura luz o la gasolina.

Una cuarta parte de las 2.200 personas encuestadas durante el estudio afirmaron que se habían quedado sin papel higiénico y sin jabón. Un 30% de las mujeres que participaron en la investigación añadieron que no habían comprado productos para la menstruación en los últimos meses.

"Ahora me lavo el pelo una vez a la semana, aunque solía hacerlo cada dos días... Ya no compro gel de baño, uso la espuma del champú", ha explicado una madre entrevistada.

Más calefacción, menos pasta de dientes

Algunos de los encuestados han asegurado que tenían que decidir entre comprar ciertos productos o pagar las facturas. Un hombre ha explicado que en su casa regularmente había disputas entre encender la calefacción unos minutos al día o comprar pasta de dientes.

También los entrevistados han advertido de que la pobreza higiénica está provocando que se sientan deprimidos y que se avergonzaran de tener que salir con sus amigos o acudir al trabajo. "Solía salir y ver a mis amigos, pero me angustiaba la forma en que me veía y olía, así que me convertí en un recluso", ha declarado de forma anónima otro de los preguntados.

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