La caída del precio del gas refuerza la posición de los países de la UE que rechazan fijar un límite o extender la 'excepción ibérica'

El ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, y la comisaria de Energía, Kadri Simson, este martes en Luxemburgo.
El ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, y la comisaria de Energía, Kadri Simson, este martes en Luxemburgo.
EFE
El ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, y la comisaria de Energía, Kadri Simson, este martes en Luxemburgo.

España lleva una semana sin aplicar el 'mecanismo ibérico' debido a que el precio de mercado del gas ha caído por debajo del límite de 40 euros MWh. Este miércoles el gas se cotizará a 34 euros, completando un periodo de siete días en los que se ha situado a niveles de 2018 y muy por debajo de los más de 200 euros que alcanzó algunos días de agosto pasado. En este contexto, los países de la UE más reticentes a intervenir el precio del gas, bien con un tope dinámico o bien con la extensión de la 'excepción ibérica', a los que también se suma la Comisión Europea, han hecho valer la situación actual del mercado para difuminar el acuerdo sobre estas dos cuestiones.

Los ministros europeos de Energía se han reunido este martes en Luxemburgo para intentar avanzar en las medidas que los jefes de Estado y de Gobierno la semana pasada para intentar bajar el precio de la luz. Instaron a la Comisión a preparar propuestas "urgentemente" para activar la plataforma de compras conjuntas, negociar con proveedores fiables, crear una referencia de precios alternativa a desvirtuado índice holandés (TTF) y, mientras, fijar un "corredor de precios", un tope dinámico que debería evitar escaladas ante momentos de pánico en los mercados. En principio, los gobiernos exigieron a la Comisión también a explorar la extensión de la 'excepción ibérica'.

Sin embargo, de cara al Consejo de Energía que se celebrará el 24 de noviembre -el cuarto extraordinario desde la vuelta del verano para tomar medidas de urgencia- y donde se espera llegar a un acuerdo, este martes los ministros solo han avanzado realmente en las compras conjuntas, en la negociación con los socios fiables y en establecer un mecanismo de solidaridad para que un país con problemas de desabastecimiento pueda contar con el gas de otros Estados miembros. Aunque hace apenas unos días dirigentes como el canciller alemán, Olaf Scholz, aseguraron que no intentaría descafeinar el acuerdo del Consejo Europeo, este martes sigue pareciendo difícil el acuerdo sobre los puntos que lo eran desde el principio, el nuevo índice TTF y el límite dinámico temporal y la ampliación por la UE del tope del gas que funciona en España y Portugal. Y en el aire ha flotado la caída del precio del gas de los últimos días para reforzar la oposición de base a estos instrumentos.

"Algunas intervenciones hoy han señalado que la caída del precio del gas podría desmotivar la adopción de medidas para reducir la demanda de gas o poner un tope al precio del gas", ha reconocido en rueda de prensa el presidente del Consejo, el ministro checo Jozef Sikela, que se ha mostrado favorable a estas medidas por lo que pueda pasar en el futuro. "Hay que intervenir en la situación actual. No creo que el problema se haya resuelto automáticamente. Basta con seguir la curva de precios y comparar los actuales y los de hace un año, cuando ya había un máximo de precios", ha dicho sobre una situación que podría repetirse.

También España es favorable a la intervención de precios, mediante un tope dinámico hasta que a finales de marzo haya previsiblemente un índice alternativo al TTF y apoyando a otros Estados miembros que pidan replicar el mecanismo ibérico. La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha garantizado el respaldo del Gobierno a quienes así lo decidan a su llegada a la reunión, donde también ha considerado que el precio del gas puede volver a subir. "Ahora el mecanismo ibérico no aplica porque el precio está por debajo del tope. Pero cuando suba, los consumidores españoles y portugueses están protegidos. Esto es lo que desean aplicar otros Estados miembros", ha dicho.

Discrepancias

Sin embargo, los ministros de Energía no han hecho grandes progresos en ninguna de estas dos medidas. Aunque Sikela ha anunciado que "hay apoyo a la introducción del tope dinámico al precio del gas", también ha afirmado que hay "discrepancias" sobre un nuevo índice que vendría después por algo que llevan esgrimiendo Alemania y Países Bajos desde hace meses y que la semana pasada dificultó el consenso en el Consejo Europeo. "La clave es cómo podemos hacer parar garantizar que el toe nos permitirá seguir recibiendo" gas.

En todo caso, donde se hace más claro el desdén, sobre todo de la Comisión, es por lo que respecta a extender el mecanismo ibérico a otros países de la UE. La comisaria de Energía, Kadri Simson, ha presentado a los ministros una evaluación de coste-oportunidad que, en esencial refleja más de lo primero que de lo segundo. Frente al límite medio de 48 euros MWh que funciona en España y Portugal, la Comisión plantea uno muy superior, de entre 110 y 120 euros, que Ribera no ha dudado en rechazar  primera hora de la jornada.

Por otra parte, Bruselas incide en que Francia será "el mayor beneficiario neto" de extender un mecanismo que descarta para países como Alemania, Italia o Países Bajos y también para el centro de Europa, porque utilizan mucho gas y pocas renovables, y también para los países Bálticos, que tiran más de contratos a largo plazo que harían que el tope en el mercado diario no se notara. Bruselas dice cuantifica el beneficio en 13.000 millones frente a los 70.000 que atribuye a limitar los beneficios de las renovables y explora la posibilidad de establecer un doble precio -para la luz que se consume internamente y la que se exporta-, que es algo que en mayo negó a España para no vender "electricidad subvencionada" a Francia. Aún así, París ha rechazado esta fórmula y, en su lugar, este martes ha propuesto justo lo contrario, integrara a países importadores como Reino Unido y Suiza al mecanismo ibérico.

Rapapolvo a la Comisión

Como desde hace semanas, Simson ha vuelto a recibir un rapapolvo de parte de parte del Consejo por seguir sin presentar una propuesta formal para extender el mecanismo ibérico. "Es algo que los países llevan pidiendo desde el Consejo [de Energía] del 9 de septiembre. Pero está claro que la Comisión y quizá unos pocos Estados miembros no ven el modelo ibérico", ha dicho a su lado en rueda de prensa Sikela, en clara alusión a los palos en las ruedas que, de nuevo, pone Alemania. "El documento de la Comisión es una contribución al debate pero necesitamos una propuesta, hasta que no esté los debates no pueden avanzar", ha reiterado el ministro checo.

Curtida ya en mensajes de este tipo y en representación de la resistencia de la Comisión al mecanismo ibérico, Simson se ha limitado a explicar que el documento de trabajo que ha llevado al Consejo obedece al mandato que recibió Von der Leyen de los jefes de Estado y de Gobierno. "Lo que hemos hecho ha sido proponer nuestro análisis a los Estados miembros diciendo cuáles son las consecuencias de ampliar la excepción ibérica" en países que, al contrario que España y Portugal, sí están interconectados entre sí y entre los que Bruselas expresa también sus dudas de cómo se pagaría el ajuste con el precio real o qué pasa con la electricidad "subvencionada" que se exporta fuera de la UE.

Con todo Simson ha asegurado que, en respuesta a la reclamación de los Gobiernos de la UE, la Comisión presentará propuestas concretas antes del 24 de noviembre.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento