Los retos de Rishi Sunak al frente de un Reino Unido que se tambalea: "Su plan económico va a ser el contrario al de Truss"

El partido conservador celebra la elección de Rishi Sunak como primer ministro del Reino Unido.
El partido conservador celebra la elección de Rishi Sunak como primer ministro del Reino Unido.
TOLGA AKMEN / EPA / EFE
El partido conservador celebra la elección de Rishi Sunak como primer ministro del Reino Unido.

Un gran país con retos muy urgentes. Así ha definido Rishi Sunak al Reino Unido del que asume el mando en la que quizás sea la época reciente más complicada para quienes antes fueron potencia y ahora suman cinco primeros ministros en solo seis años. Certidumbre, unidad y estabilidad. Esas son las tres claves para el nuevo inquilino del 10 de Downing Street. Certidumbre para unos ciudadanos que tienen encima la importante crisis derivada de la guerra en Ucrania; unidad en un partido conservador que va 30 puntos por detrás de los laboristas en las encuestas cuando queda año y medio para las elecciones; y estabilidad en un liderazgo que ha visto tres caras distintas en menos de dos meses.

El nuevo primer ministro británico, recibido ya el encargo de formar Gobierno por parte del rey Carlos III, se ha comprometido a seguir este programa, para por ejemplo aprovechar las "oportunidades" que dejó la salida de Reino Unido de la UE y "equilibrar" la economía, pero al mismo tiempo ha asumido que lo hace en un momento de crisis "profunda", en que el país no se ha recuperado aún de los efectos de la pandemia de Covid-19 y ahora hace frente a las derivadas de la "guerra de Putin" en Ucrania. Asimismo, consideró que la amplia mayoría obtenida en las elecciones de 2019 no era una "propiedad individual", asociada a Boris Johnson, sino que supuso el refrendo de un programa, y de una agenda que ahora está llena de deberes.

Así, en su primer discurso en la puerta del número 10 el primer ministro habló de "momentos difíciles", de "poner las necesidades de la gente por encima de la política" y de "rendición de cuentas". Además, anunció que mantiene a Jeremy Hunt como ministro de Economía, es decir, como número 2 de facto de su Gobierno. Tuvo palabras de elogio para Liz Truss, pero reconoció los errores. "El Gobierno que dirijo no dejará a la próxima generación, sus hijos y nietos, con una deuda que saldar que fuimos demasiado débiles para pagar nosotros mismos", concluyó.

Su Ejecutivo está lleno de aliados, pues ha designado como viceprimer ministro y titular de Justicia a Dominic Raab, que fue su aliado durante las elecciones primarias que perdió frente a Truss.  Además, recupera para Interior a Suella Braverman, del ala derechista de los tories, eurófoba y antiinmigración, quien dimitió hace una semana de ese mismo cargo tras reconocer haber violado el código de conducta ministerial. Braverman dijo que era su "sueño" y "obsesión" llegar a ver un día un avión lleno de solicitantes de asilo despegar hacia Ruanda, donde el Reino Unido aspira a trasladar el procesamiento de solicitudes. Sunak mantiene a James Cleverly, nombrado por su predecesora, al frente del ministerio de Exteriores y a Ben Wallace en Defensa, en tanto que Grant Shapps ocupa el ministerio de Empresa.

Roy Cobby, investigador de economía digital en el King's College de Londres y fellow de Future Policy Lab explica a 20minutos que "de manera inmediata sí se calmaron con la llegada de Sunak, pero también es verdad que el precio que se paga por una mala decisión ya estaba dentro de los parámetros de los mercados, por lo que no se podía ir a peor". El analista recuerda además una característica muy importante: "La reputación de Sunak es mucho mejor que la de Truss", a quien golpeó la realidad con su idea de una bajada masiva de impuestos, a la que el actual primer ministro y otrora rival de la expremier en las primarias se oponía.

Sí que podría haber cierta tranquilidad mientras se le da el beneficio de la duda

"Sunak es una criatura de los mercados, ha trabajado en la city, en Goldman Sachs. Sí que podría haber cierta tranquilidad mientras se le da el beneficio de la duda", prosigue Cobby, pero avisa: "La inestabilidad sí que podría llegar si tarda bastante en reaccionar y proclamar algún tipo de plan. Estas primarias han sido express, entonces todavía hay mucha incertidumbre".

El Reino Unido no solo ha cambiado de primer ministro en tiempo récord, sino que parece haberlo hecho también de estrategia. "La lección -después del fracaso de Truss- parece aprendida", esgrime el analista. En palabras de Cobby, "Truss era una primera ministra que llegaba de la mano de algunos think tanks de la derecha libertaria, que tienen una mirada muy agresiva sobre cómo sucede el cambio en la economía". Así, la perspectiva de Truss era que por ahí pasaba el relanzamiento del país. "Truss estaba más en el bando de aplicar una terapia de choque". En cambio, dice Cobby, "Sunak parece una persona un poco más sensible a las circunstancias del momento".

Hay que recordar que Sunak fue "el ministro de Finanzas que más elevó el gasto público en tiempos de paz" para el Reino Unido, pero, asume Cobby, "eso fue en un momento de pandemia en el que el respaldo del Banco Central británico era total". Ahora las circunstancias han cambiado: "Estamos en un momento ya en el que los bancos centrales están alineados en que hay que combatir la inflación con subidas de tipos, lo que mete en problemas la capacidad para aumentar el gasto". 

Así, el investigador ve a Sunak como "alguien más inteligente para entender el escenario y está menos ideologizado. Es más pragmático, y es consciente de que tampoco queda mucho por recortar en el Estado británico". La conclusión: "Su plan económico va a ser el contrario al de Truss, y buscará maneras de recortar, pero más al estilo de Cameron, con un proceso mucho más progresivo de austeridad".

Unir al partido, lo más urgente

Otro frente abierto para Sunak es el de las relaciones con la Unión Europea, que siguen en su punto más bajo desde los tiempos de Boris Johnson. En este sentido, Daniel Gil, analista en The Political Room, sostiene que pese a todo "el reto más urgente del nuevo primer ministro es unir a su partido, porque eso ha sido lo que ha acabado con todos sus predecesores". Para Gil la clave será "que pueda sacar adelante sus medidas aprovechando la mayoría absoluta que tienen los conservadores en la Cámara de los Comunes".

"Parece que está en buena posición para conseguir esa unidad", continúa Gil, que define a Sunak como "un líder que genera bastantes antipatías pero al mismo tiempo parece que sus medidas sí que cumplen el requisito de que no le convertirán en un villano, aunque no gusten como tal a nadie". En relación con la UE, el primer ministro "tendrá una ventana de oportunidad". Gil considera que el pragmatismo será importante también sobre las relaciones con Bruselas, precisamente porque la prioridad del recién llegado premier británico "es la estabilidad". Así, la opción de una guerra comercial con la Unión "es remota" con tal de no preocupar a los mercados. "Las relaciones Londres-Bruselas están en el punto más bajo, no hay mucha más relación que deteriorar. Solo pueden mejorar y por sus declaraciones parece que lo va a intentar".

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