Tres de cada cuatro españoles se muestran partidarios de suprimir el impuesto de sucesiones. Así lo revela el barómetro de octubre elaborado por el Instituto DYM para 20minutos, según el cual un amplio porcentaje de los votantes de PSOE y Unidas Podemos, el 74,8% y el 61,4%, respectivamente, son partidarios de la eliminación de este tributo. En general seis de cada diez encuestados considera que la presión fiscal es alta o muy alta, de ahí las reservas hacia figuras fiscales como el impuesto de sucesiones o el de patrimonio. 

Los votantes socialistas, y en menor medida los de Unidas Podemos, son los que tienen una mejor percepción de la presión fiscal, que tan solo es considerada adecuada por el 41,4% de los electores socialistas, frente al 28,4% de los de la formación morada. Aun así, la mayoría de los entrevistados estima que la cantidad de dinero destinada a pagar impuestos es elevada, una apreciación compartida por el 78,8% y el 80,7% de los votantes de Vox y PP, pero también por más de la mitad de los votantes de PSOE (53,8%) y Unidas Podemos (53,7%). Por el contrario, solo el 3,4% de los encuestados considera que la presión fiscal es baja.

Henar de Pedro

La percepción de falta de adecuación de los tributos se traduce en el apoyo mayoritario de los encuestados a la supresión del impuesto de sucesiones, figura fiscal que grava las herencias. Si bien los votantes de PP, Vox y Ciudadanos son quienes más favorables se muestran a la eliminación de este tributo -con porcentajes de apoyo que superan el 85% en todos los casos-, una amplia proporción de los electores del PSOE y de Unidas Podemos se posiciona también a favor. En concreto, tres de cada cuatro votantes socialistas y seis de cada diez de la formación morada apoyan la supresión del impuesto de sucesiones.

Según el sondeo del Instituto DYM, el 62,7% de los españoles son igualmente partidarios de la eliminación del impuesto sobre el patrimonio. Aunque en este caso la diferencia entre los votantes de PP, Vox y Ciudadanos, por un lado, y PSOE y UP, por otro, es más pronunciada, se repite nuevamente el apoyo mayoritario a la supresión del tributo. Así, el 58,3% de los votantes del partido de Pedro Sánchez y el 51,9% de los de la formación morada se muestran favorables a la eliminación, frente al 74,8% de los de Ciudadanos, el 78,6% de los del PP y el 85,4% de los de Vox.

Henar de Pedro

El alto grado de apoyo entre los votantes de izquierdas resulta llamativo, no solo porque PSOE y Unidas Podemos sean defensores de mantener una presión fiscal suficiente para asegurar la financiación de las ayudas y servicios públicos, sino porque, además, desde el Gobierno de coalición se criticó duramente tanto las bonificaciones anunciadas en septiembre por los gobiernos autonómicos populares sobre el impuesto de patrimonio como la rebaja fiscal sugerida recurrentemente por la oposición, más partidaria de una presión fiscal reducida para que los ciudadanos puedan mantener el dinero en sus bolsillos y costearse a nivel privado sus necesidades.

Desequilibrios entre comunidades autónomas

Uno de los argumentos argüidos entonces por el PSOE, que finalmente acabó creando un nuevo impuesto temporal para grandes fortunas, fue el desequilibrio territorial producido por la supresión en algunas comunidades del impuesto de patrimonio, efectiva en Madrid desde 2011, aprobada en Andalucía en septiembre y anunciada en Murcia para el próximo año. También Galicia amplió la bonificación al 50%. 

Henar de Pedro

En ese sentido, la encuesta del Instituto DYM revela que seis de cada diez entrevistados consideran que se están dando desequilibrios tributarios a nivel territorial que perjudican a las comunidades autónomas con mayor presión fiscal, una proporción que supera el 72% entre los votantes de PSOE y Unidas Podemos, frente al 31,6% de los votantes de Vox. Por su parte, el electorado popular se muestra dividido entre un 45,6% que sí aprecia dichos desequilibrios tributarios y un 47,4% que no.

Pese a denunciar las diferencias territoriales, solo el 46,2% de los encuestados se declara a favor de un sistema de recaudación homogéneo en todas las comunidades autónomas, frente a un 40,5% que prefiere un sistema mixto en el que los impuestos comunes convivan con la capacidad autonómica para modificar, crear y anular algunos tributos. Los votantes de PP y Unidas Podemos son los más favorables a este segundo modelo, mientras que los de PSOE, Vox y Ciudadanos prefieren un sistema de recaudación homogéneo.