Una de las formas de ahorrar en la factura de la luz es comprobando la potencia que tenemos contratada en nuestra vivienda para ver si se adecúa realmente a nuestras necesidades. Puede que sea conveniente reducir un término la potencia, un derecho que tiene cualquier consumidor. 

La potencia eléctrica contratada es la "cantidad de energía que puede utilizarse en un mismo momento dentro de una vivienda", explican desde Selectra. Se mide en kilovatios (kW) y se encuentra desglosada en la factura de luz como "término de potencia o término fijo". Pero, ¿cuáles son los diferentes tramos y cómo se puede reducir?

Tipos de tramos de la potencia

Al contratar una determinada potencia eléctrica, detallan en Selectra, el consumidor tiene que tener en cuenta el número de dispositivos eléctricos que hay en la vivienda y el uso del suministro que se vaya a realizar. Los tramos de potencia son diferentes dependiendo de la instalación eléctrica, si es monofásica o trifásica, y estos son:

Instalación monofásica:

Instalación trifásica:

Cómo reducir el término de potencia

El primer paso es calcular el nuevo término de potencia que se necesita para la vivienda para posteriormente ponerse en contacto con la compañía eléctrica. Se tramitará la solicitud y la comercializadora correspondiente informará a la distribuidora de la zona, para que active esta nueva potencia en un punto del suministro.

"Si el cliente dispone de un contador analógico, un técnico de la empresa distribuidora se desplazará a la vivienda y se encargará de modificar el término de potencia en el contador de luz", explican. En cambio, si es digital, no será necesaria esta visita. Los consumidores que quieran llevar a cabo este trámite necesitarán recopilar la siguiente documentación: