La polémica puesta en libertad de la raptora de Basurto: su confesión entre sollozos, la justificación de la jueza y el enfado del padre

La joven detenida por el secuestro de un bebé en el Hospital de Basurto abandona el Juzgado de Guardia con su abogado.
La joven detenida por el secuestro de un bebé en el Hospital de Basurto abandona el juzgado de guardia con su abogado.
EUROPA PRESS
La joven detenida por el secuestro de un bebé en el Hospital de Basurto abandona el Juzgado de Guardia con su abogado.

Nueve horas permaneció en el juzgado de guardia la joven de Bilbao sospechosa de secuestrar a un bebé el pasado miércoles por la noche tras confesar, entre sollozos, el delito. Alguna menos que las vividas en la más absoluta desesperación por los padres del recién nacido al que raptó, el pequeño Aimar, en el Hospital de Basurto. Ahora, varios días después del agónico momento con final feliz vivido por la familia, la autora confesa está en la calle por decisión del juez, aunque comenzará este lunes los trámites para ingresar en un centro psiquiátrico.

Esta rocambolesca historia, pendiente todavía de un desenlace definitivo, comenzó el miércoles por la tarde, cuando la mujer, de 24 años, accedió al hospital vestida de sanitaria. Una vez en el interior, deambuló por los pasillos del área de Maternidad y se hizo pasar por enfermera para poder llevarse consigo al recién nacido con el pretexto de hacerle unas pruebas. La joven abandonó el centro con el bebé en una bolsa, según captaron varias cámaras de seguridad, y pasó con él toda la noche, hasta que lo depositó a las ocho de la mañana del jueves en el felpudo de una vecina de su barrio, poco antes de ser detenida.

Tras ser arrestada en el barrio de Zorrotza y pasar a disposición judicial, la mujer permaneció nueve horas en el juzgado de guardia: entró a las 11.30 y salió a las ocho, aunque su confesión fue muy breve. Tras su relato y las pruebas pertinentes, la jueza optó por ponerla en libertad provisional sin medidas cautelares la tarde del sábado, pese a haber apreciado indicios fundados de la comisión de un delito de detención ilegal (secuestro), por el que continuará el procedimiento de instrucción en el juzgado que corresponda. 

Esta decisión llegó a pesar de que la joven, su abogado y sus familiares pidieron reiteradamente su ingreso en un hospital psiquiátrico. La jueza adoptó esta determinación al no apreciar riesgo de fuga, puesto que la joven reside en el barrio bilbaíno de Santutxu en un entorno estable, ni de destrucción de pruebas, dado que ha admitido los hechos y se han obtenido todo lo necesario. Además, la mujer reconocida por los forenses en las instalaciones del juzgado y el diagnóstico fue claro: no consideraban necesario el internamiento médico.

El padre del bebé lo considera "una vergüenza"

Esta decisión de la jueza no ha sentado muy bien ni a la familia del bebé, que no entiende la falta del medidas, ni a la de la secuestradora, que solicitaba el ingreso en un centro. "Es una vergüenza que cometas cualquier delito y te quedes en la calle a las 72 horas, en lugar de permanecer en vigilancia provisional, en un psiquiátrico, en la cárcel o lo que sea", ha dicho el padre del pequeño raptado.

"Es una vergüenza que cometas un delito y te quedes en la calle a las 72 horas, en lugar de permanecer en vigilancia provisional, en un psiquiátrico, en la cárcel o lo que sea"

En este contexto, el padre del bebé solicitará este lunes una orden de alejamiento en la comisaría de Durango, para estar "un poco más tranquilos mentalmente", según ha explicado él mismo a los medios de comunicación. Además, se plantean la posibilidad de presentar una denuncia contra el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) por el rapto, después de escuchar que tenían que haber comprobado si la joven secuestradora llevaba una tarjeta de identificación.

Trámites para el ingreso psiquiátrico

Tampoco la autora del secuestro y su familia han quedado satisfechos con la determinación de la jueza, pues no atendió la solicitud de ingreso en un centro psiquiátrico. Por eso, iniciarán este lunes en Osakidetza los trámites para su ingreso voluntario en uno, al considerar que es "lo mejor", según ha confirmado su abogado, Andrés Falceto. Además, el letrado ha asegurado que, si los padres de Aimar piden una orden de alejamiento, no se opondrán, pues quieren "facilitar y colaborar en todo lo posible" al entender su "dolor".

La detenida, que había fingido estar embarazada y había comprado diferentes artículos de bebé -ropa, un carrito, una trona y hasta un balancín-, se encuentra "muy mal" y "muy arrepentida", según Falceto. Se trata, ha explicado, de una persona "con una capacidad mental limitada", "como si fuera una niña". Asimismo, pregunta a sus allegados cómo se encuentra el recién nacido y tiene interés en pedir perdón a los padres del niño "si ellos lo consideran oportuno" porque "no les quiere causar más perjuicio".

Antes de estos últimos acontecimientos, cuando la joven todavía tenía al niño en su poder, le tomó fotografías y se las envió a sus amigos para comunicarles que el hijo que supuestamente esperaba ya había nacido. Posteriormente, lo depositó ante la puerta de casa de Alicia, en el octavo piso de un edificio en la plaza del Carmen, en el barrio de Santutxu, y ahí lo recuperaron la Policía Local y la Ertzaintza antes de devolvérselo a los padres.

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