Sánchez se une a la petición de un fondo de la UE por la crisis energética en una Cumbre que se alarga por el rechazo alemán al tope al gas

La presidenta de la Comisión y, al fondo, el canciller alemán al comienzo del Consejo Europeo.
La presidenta de la Comisión y, al fondo, el canciller alemán al comienzo del Consejo Europeo.
EFE
La presidenta de la Comisión y, al fondo, el canciller alemán al comienzo del Consejo Europeo.

El presidente español, Pedro Sánchez, se sumó este jueves al grupo de países de la UE que pide un nuevo fondo comunitario, financiado con emisión conjunta de deuda, para poder hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la crisis energética. La idea fue tomando fuerza en la primera jornada del Consejo Europeo que se ha prolongado durante la noche debido a las reticencias de Alemania a apoyar una de las principales medidas: poner un tope dinámico al precio del gas. Hasta tal punto, que este jueves no se descartaba celebrar la semana que viene otra Cumbre para volver a estos dos aspectos, que son los que el acuerdo se presenta más difícil en el encuentro que terminará este viernes.

La idea de crear un fondo que sería similar al Next Generation que se puso en marcha para paliar las consecuencias de la crisis por la Covid ya salió hace unas semanas en la Cumbre informal de Praga, como reacción al malestar que provocó en Bruselas y en buena parte de la capitales la decisión unilateral de Alemania de destinar 200.000 millones para ayudar a hogares y empresas.

La medida anunciada por Berlín dejaba claro al resto de la UE que hay países que disponen de muchos más recursos para afrontar la crisis y la inflación y hacía surgir los temores del riesgo que esto puede suponer para el mercado interior europeo, donde coexisten empresas que, de este modo, recibirían más o menor respaldo de sus respectivos gobiernos.

En este escenario, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, apuntó la idea de crear de nuevo un fondo europeo que se financiaría con emisión de deuda conjunta de la UE, como ya ocurrió con los 750.000 millones que conforman el Fondo de Recuperación tras las pandemia, de los que España será el segundo beneficiario con 140.000. El primero es Italia, el país de Gentiloni y de Mario Draghi, que en el que previsiblemente será su último Consejo Europeo antes de ser sustituido por Giorgia Meloni, se ha empleado a fondo en la defensa de un fondo europeo para afrontar la crisis energética. Una vez más y por boca directa de sus dirigentes, este jueves se le han sumado España, Francia y Portugal.

La creación de otro fondo financiado con deuda mancomunada no gusta a los llamados países "frugales", con Alemania y Países Bajos a la cabeza y la Comisión Europea tampoco ha llegado tan lejos de momento. En su propuesta a los Estados miembros planteó destinar parte del Fondo de Recuperación tras la pandemia a capear la crisis energética y destinar a ello también 40.000 millones de la política de cohesión. A su llegada a la cumbre, su presidenta, Úrsula von der Leyen, apuntó que uno de los puntos de discusión sería "como podemos apoyar nuestra economía". 

Límite al precio del gas

Como se preveía, el otro punto sobre el que parece difícil el acuerdo tiene que ver con la fijación de un límite "dinámico" al precio del gas, que sería temporal y no fijo, dentro de una horquilla que permitiría que no se superase el tope máximo.

A pesar de que fuentes diplomáticas consideran que Bruselas ha hecho "un traje a medida" de Alemania para que pueda aceptarlo, Berlín mantiene sus reticencias a una decisión que teme que pueda ahuyentar la oferta y provocar desabastecimiento. "Son instrumentos que se deben debatir de forma intensa porque tienen que funcionar. Nadie quiere quedarse sin gas”, apuntaba a primera hora de la tarde el canciller alemán, Olaf Scholz.

Siguiendo su alineamiento habitual, Países Bajos también se resiste y su primer ministro, Mark Rutte, empleaba argumentos muy similares cuando advirtió de que quiere "estar seguro" de que el tope dinámico "funciona" a la hora de bajar los precios y mantener los suministros. "Todo el mundo quiere que baje el precio del gas, pero hay que estar seguro de que los flujos del gas sigan llegando”, dijo antes de apuntar que esta primera sesión del Consejo Europeo podría prolongarse toda la noche. Sánchez recogió el guante. "He visto que el primer ministro Rutte dice que será una noche larga. Yo, encantado de desayunar con el señor Rutte".

Compras conjuntas

Más al alcance parece el acuerdo del Consejo Europeo por lo que respecta a las compras conjuntas de gas, que se ve como una medida inmediata que se ha probado efectiva para fijar precios como bloque. Así lo apuntó Rutte y lo defendió la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. "Si no tenemos este tipo de elementos, los países grandes, los países ricos, dominarán el mercado energético", advirtió a su llegada a la cumbre.

La oposición a las compras conjuntas de gas, que sería obligatorio hasta el 15% de las reservas europeas y que dejaría fuera a Rusia viene de Hungría, que suele defender las posiciones de Moscú. Su primer ministro, Viktor Orban, comparó ese instrumento con la compra conjunta de vacunas contra la Covid, que calificó de "lenta y cara". Gobiernos como el español sostienen que fue uno de los éxitos de la gestión de la pandemia.

De la excepción a la norma ibérica

Previsiblemente también saldrá adelante la petición que harán los Veintisiete a la Comisión Europea para que se ponga a trabajar "urgentemente" en la extensión a toda la UE de la 'excepción ibérica' que desde junio limita el precio del gas que se utiliza para generar electricidad en España y Portugal. Se trata de una reclamación que desde hace meses vienen haciendo países como Francia, Bélgica o la República Checa y que empezó siendo rechazada por parte de la Comisión Europea que, según pasaban los meses, ha ido abriéndose a ella. Hace unos días, Von der Leyen calificó el mecanismo de "proyecto piloto" que, dijo, "merece la pena ser estudiado". 

Si no hay modificaciones en el borrador, el Consejo Europeo le pedirá aplicarlo de forma urgente. "Lo que queremos ver incluido en las conclusiones es la limitación del gas para generar electricidad. Creo que permanecerá en las conclusiones porque conseguimos añadirlo durante las negociaciones iniciales", apuntó el primer ministro checo, Pert Fiala, al inicio de la Cumbre. También el presidente francés, Emmanuel Macron, insistía en "un mecanismo que permita desacoplar el precio del gas de la electricidad como en España y Portugal".

De acuerdo con el borrador, los Veintisiete pedirán a la Comisión que se ponga a trabajar urgentemente en "un marco temporal en la UE para limitar el recio del gas en la generación de electricidad en un nivel que permita reducir los precios de la electricidad sin modificar el orden de mérito, evite el incremento del consumo de gas, tenga en cuenta la financiación y la distribución de impactos y los flujos más allá de las fronteras de la UE". Hace referencia así a los "dos detalles" que Von der Leyen advirtió hace apenas unos días que hay que solucionar antes. Uno, sobre cómo se pagarían las compensaciones por el precio real del gas a escala de la UE, con países con distinto uso de renovables y de gas, y qué pasaría con el gas o la electricidad que se canalice fuera de la UE.

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