Cuenta atrás para que los 17 primeros radares dentro de Barcelona comiencen a multar: empieza el envío de avisos a los infractores

  • A partir de enero, están previstas sanciones de entre 100 y 600 euros.
Dónde están situados los nuevos radares en el interior de Barcelona.
  
  
Dónde están situados los nuevos radares en el interior de Barcelona.

El tiempo que falta para que los 17 primeros radares instalados en el interior de la ciudad de Barcelona empiecen a suponer multas para los infractores cada vez es más escaso. El Ayuntamiento tiene previsto comenzar a imponer sanciones en enero de 2023 y, ante la proximidad de es fecha, ha iniciado esta semana un envío de avisos a las personas que exceden la velocidad permitida.

Se ha entrado así en la que el consistorio denomina "fase informativa", después de que en septiembre, cuando se pusieron en marcha, se iniciara una pedagógica, durante la que los radares únicamente mostraban a los conductores la velocidad a la que circulaban, a través de una pantalla.

Mediante un comunicado, el Ayuntamiento ha justificado su apuesta por instalarlos porque el exceso de velocidad es una de las causas más comunes de los accidentes de tráfico en la ciudad. También ha apuntado que la iniciativa "se enmarca en el compromiso del consistorio de incrementar la seguridad viaria y reducir los siniestros en la capital catalana".

Las sanciones supondrán pagar 100 euros si se excede la velocidad máxima permitida en hasta 20 kilómetros por hora, y abonar 300 euros y perder dos puntos del carnet si se sobrepasa en entre 20 y 30 kilómetros por hora. Si los conductores van todavía más rápido, el importe de las multas podrá llegar a los 600 euros.

De estos 17 radares, fijos, 12 están en entornos escolares. Hay otros cinco en algunos de los lugares de la ciudad considerados de riesgo a causa de la circulación a una velocidad inadecuada, que son:

Aragó entre Urgell y Casanova

Gran Via con Sant Roc

Diagonal entre Pius XII y el Palau de Pedralbes

Diagonal con Numància

Bonanova con Anglí.

Los puntos donde hay radares cerca de centros educativos son los siguientes:

C/Numància (entre c/Anglesola y c/Déu i Mata), escuelas Ítaca i Anglesola.

C/Pau Claris (esquina Aragó), Escola Lestonnac y Escolàpies Llúria.

C/Mallorca (entre c/Nàpols y c/Roger de Flor), Escola Dominiques.

C/Mallorca (entre c/Muntanya y c/Fontova), Escola Dovella.

Trav. de Gràcia (entre c/Aribau y c/Alfons XII), Escola Infant Jesús.

C/Indústria (entre c/Sant Quintí y c/Conca), Escola Miralletes y Institut Moisès Broggi.

C/Sant Antoni Maria Claret (entre c/Trinxant y c/Guinardó), Escola Antoni Balmanya.

C/Balmes (entre c/Marià Cubí y trav. de Gràcia), Escola Pia.

C/Balmes (entre c/Francolí y c/Santjoanistes), Escola Poeta Foix.

C/Entença (entre c/Provença y c/Rosselló), escuelas Xirinacs y Entença.

C/Sardenya (entre c/Taxdirt y trav. de Gràcia), Escola de les Aigües.

C/Muntaner (entre c/Còrsega y c/Rosselló), Escola Sant Miquel.

La concejala de Movilidad, Laia Bonet, aseguró que, con los radares, "la voluntad no es poner multas", sino concienciar a los conductores para que no circulen más rápido de lo permitido. Por ello, dijo, se ha comunicado dónde están situados, y son bien visibles porque incorporan una pantalla que informa de la velocidad a la que se mueven los vehículos.

Asimismo, Bonet informó de que no se descarta instalar más radares dentro de la ciudad en un futuro si es necesario. 

Un radar instalado en la calle Indústria, entre Sant Quintí y Conca.
Un radar instalado en la calle Indústria, entre Sant Quintí y Conca.
Carla Mercader

6.000 notificaciones por los radares de tramo

Los cuatro nuevos radares de tramo situados en accesos a Barcelona -el túnel de la Rovira, el túnel de Badal, la Ronda Litoral (a su paso por el Moll de la Fusta) y el túnel de las Glòries- empezaron a sancionar a principios de septiembre, después de una fase informativa.

Hasta entonces y desde que se pusieron en marcha en junio, supusieron enviar 6.000 notificaciones a conductores por sobrepasar la velocidad máxima permitida.

Los radares de tramo permiten calcular la velocidad media en un recorrido, lo que hace posible identificar a los vehículos que superan el límite de forma continuada. Además, evitan el efecto frenazo-aceleración que con frecuencia se produce en los fijos. También posibilitan al conductor corregir un exceso de rapidez momentáneo.

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