La Airef ha avalado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno aprobó hace dos semanas, pero ve "carencias notables" en unas cuentas que, según su criterio, nacen "viciadas" y cada vez tienen "menor calidad informativa". Así se ha expresado la presidenta de la Autoridad Fiscal, Cristina Herrero, en una comparecencia este martes ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados en la que ha desgranado su visión de las cuentas públicas. 

"Llevamos una deriva en la que los presupuestos tienen una serie de carencias en cuanto instrumento de política económica", ha expresado Herrero. Unas carencias entre las que ha destacado su "cada vez menor calidad informativa", algo que dificulta la labora de supervisión del vigilante fiscal. "Se debilita su función de rendición de cuentas", ha agregado.

En un análisis muy crítico de las cuentas públicas, Herrero ha concedido que la incertidumbre "no hace fácil" la planificación presupuestaria, pero ha pedido al Ejecutivo "un ejercicio de realismo" en las cuentas. Entre los reproches más sonados, la Airef cree que las previsiones de ingresos para 2022 "no son realistas". Herrero sostiene que el Ejecutivo da una cifra de recaudación más baja de la que verdaderamente espera para contar con mayor margen más tarde, algo que no considera "prudente".

Además, la Airef rechaza que los presupuestos no incluyan la previsible prórroga del paquete de medidas contra la inflación, que "sí que parece razonable que se vayan a adoptar durante 2023". Sobre todo a juzgar por el plan presupuestario remitido el pasado sábado a Bruselas, en el que se incluyen dos escenarios fiscales, uno de ellos en el que sí se contempla una eventual prórroga del plan de choque contra la inflación.

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Herrero ha criticado también que el Gobierno no consulte a la Airef en julio (no hay ley que le obligue a ello) cuando presenta su escenario macroeconómico, aprueba el techo de gasto y decide los recursos presupuestarios para las administraciones territoriales. Para la presidenta de la Airef julio es "el momento clave" en el proceso presupuestario y el Gobierno no les comunica qué medidas fiscales acompañan a las cuentas. Deben esperar a septiembre para conocerlas, lo que dificulta el proceso de aval que debe otorgar por ley el vigilante fiscal.

"De julio a septiembre pasa mucho tiempo y probablemente las previsiones macroeconómicas ya no son las que eran. El aval de Airef llega tarde, cuando los presupuestos ya están elaborados", ha zanjado Herrero. Además, todas estas deficiencias, "están tendiendo a convertirse en práctica presupuestaria y en 2023 se han agravado", ha agregado. 

La presidenta de la autoridad fiscal ha denunciado también la falta de "un plan de reequilibrio" de las cuentas públicas tras tres años en los que las reglas de deuda y déficit han estado suspendidas por las circunstancias excepcionales que han traído la pandemia y la invasión rusa de Ucrania. Y, en este aspecto, ha recordado que, aunque estas exigencias no regirán en 2023, no se debe perder de vista "la debilidad estructural de nuestras cuentas públicas por el elevado déficit estructural y deuda pública". 

Herrero ha recordado que la previsión de crecimiento del PIB que defiende la Airef es del 1,5% frente al 2,1% que recoge el Gobierno en sus presupuestos. Una proyección que coincide en lo fundamental, pero que en el caso del vigilante fiscal es menos optimista en cuanto a los niveles de inversión esperados. La Autoridad Fiscal espera una inflación del 3,9% para 2023, que podría superar el 5% si no se prorrogan las medidas del plan de choque. Además, a diferencia de la bajada en el paro que prevé el Ejecutivo, la Airef vaticina que la tasa de empleo se estancará en torno al 12,8% actual.

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En el panorama que ha dibujado Herrero, los próximos trimestres serán complicados para la economía, pero el crecimiento volvería a repuntar a partir del segundo semestre del año próximo. Así, la recuperación completa del volumen de PIB perdido tras la pandemia se produciría a comienzos de 2024. Todo ello condicionado a la resolución de la crisis energética y al despliegue del plan de recuperación.

La presidenta de la Airef ha criticado también las tasas de déficit que prevé el Gobierno para los próximos años, que ha calificado como "no demasiado exigentes". En este sentido, el vigilante fiscal sostiene que, en caso de que no se prorrogaran las medidas contra la inflación, el déficit de las administraciones públicas caería hasta el 3,3%, seis décimas por debajo de lo que aparece en el proyecto de presupuestos. 

Esta previsión de déficit podría incrementarse en función de qué medidas del plan de choque se decida prorrogar también en 2023. La Airef estima que prorrogarlas todas en los mismos términos que este año podría ensanchar el desequilibrio en las cuentas hasta el 4,6% del PIB en 2023. Por ello, Herrero defiende que "ya no hay margen para la adopción de medidas" si España quiere mantenerse dentro del umbral del 3% que exigen las reglas fiscales europeas (ahora suspendidas).

Por su parte, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez se ha defendido de estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y ha defendido que la Airef "avaló el cuadro macroeconómico del Gobierno en el que se basa" el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023. 

Rodríguez ha puntualizado que en los dos ejercicios pasados se ha constatado "la eficacia y la prudencia en el diseño" de las Cuentas que, en sus palabras, han permitido "tener presupuestos en tiempo y en forma". También ha considerado que las Cuentas de 2021 y 2022 han "dado estabilidad al país", cumpliendo asimismo "con la previsión de ingresos", además de haber dado respuesta a las contingencias surgidas por la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania. "Este es el aval: unas cuentas con rigor, prudencia y con margen para poder abordar los distintos escenarios que nos vamos encontrando", ha concluido.