Las familias llevan meses notando el incremento del precio de la luz y el gas en sus bolsillos. Con una inflación galopante y el invierno a la vuelta de la esquina, son muchos los que se preguntan qué más pueden hacer para ahorrar en casa a la hora de poner la calefacción, cocinar o usar los electrodomésticos. En 20minutos hemos contactado con varios consultores energéticos que nos han dado algunas claves para reducir el consumo y no congelarse de frío en el intento. 

Lo que no se usa, se desenchufa

"La energía que no se consume es la que mejor se ahorra". Para Rafael Alcalá, socio cofundador de Trébol Energía, esta es la máxima a seguir en cualquier hogar si se quiere reducir la factura de la luz. Una de las maneras de lograrlo es desenchufar todos aquellos aparatos electrónicos o electrodomésticos que no se están utilizando en ese momento. 

En la misma línea se expresa Iván Andrade, director técnico de Energal, que calcula que desconectar el modo stand-by permitiría reducir en torno a un 10% de la factura eléctrica de un hogar. "Se consigue haciendo algo tan fácil como desactivar los equipos que no se usan", explica.

El consumo individual del cargador del móvil o de un altavoz es muy bajo, de alrededor de 0,3 kilovatios hora (kWh) por hora. Sin embargo, según explica Didac Lacruz, gerente de la consultora energética GCAE, la suma de todos los días cuenta en la factura mensual. 

Nevera y horno, los electrodomésticos más costosos

A la hora de ahorrar en la cocina, los expertos coinciden en aprovechar cualquier resquicio de calor, por ejemplo apagando las placas de la vitrocerámicas en los últimos minutos, u optar por recipientes que sean más eficientes, como la olla a presión. 

Además, el horno juega un papel clave para llegar a final de mes. Los expertos recomiendan hacer un uso adecuado, el menor tiempo posible. "Y siempre que se pueda, mejor usar el microondas, ya que permite reducir un 60% de consumo", añade Alcalá. 

Otro electrodoméstico que tiene un alto consumo es la nevera, llegando a suponer el 20% del gasto en energía de una familia. Pese a que difícilmente se puede prescindir de esta, existen maneras de hacer un uso más eficiente. Así, por ejemplo, es importante dónde se ubica dentro de la cocina, alejada de focos de calor como el horno o de zonas en las que está expuesta al sol, o no meter comida caliente. 

En cuanto al número de veces que se puede abrir, cuantas menos, mejor. "Es una pérdida de energía estar constantemente abriendo y cerrando", cree Alcalá. 

Los programas ECO funcionan

Lavadora y lavavajillas también suponen un importante gasto energético para las familias. Para solventarlo, los expertos coinciden en la utilidad de los programas ECO, ya que hacen un consumo más eficiente.

En concreto, estos programas utilizan agua a menor temperatura y tienen menor potencia, "dos factores importantes a la hora de ahorrar", sostiene Andrade. Pese a esto, la duración de sus programas (que de media son más largos) lleva a confusión a muchas personas, algo que puntualiza Alcalá. "Aunque dure más tiempo, el consumo eléctrico cae hasta un 33%". Eso sí, es menos eficaz contra las manchas.

Aislamiento y calefacción con una temperatura suave

Cada grado que se baja en la calefacción supone un ahorro de entre el 7% y el 8% en la factura del gas. Para Andrade, de Energal, es una cuestión de sentido común mantener la casa con temperaturas suaves, en torno a los 21 grados. 

Una de las principales recomendaciones que hace Lacruz es mantener la temperatura sin demasiadas variaciones. "Se deben evitar las oscilaciones térmicas muy pronunciadas. Si por la noche se bajan más de cuatro grados, la calefacción tendrá que hacer un mayor esfuerzo energético en la mañana para calentar la casa", explica el experto energético de GCAE. 

Otro consejo que da Alcalá de Trébol Energía es situar el termostato en la habitación más fría de la casa, para controlar mejor la temperatura. "Actualmente se puede regular el termostato para que mantenga caliente la vivienda, así como apagar y encender la calefacción aunque no estemos en casa", comenta el catalán. 

En sintonía con un uso adecuado de la calefacción, las familias deben mirar por el aislamiento del hogar. "El cristal es un punto débil por el que entra el frío, por lo que es buena idea situar cerca los calefactores", expone Andrade. ¿Y la ventilación? Los expertos creen que con media hora en invierno es más que suficiente.