"Dictadorcito", "mentiroso", "caradura", "ladrón", "vergüenza nacional"... Bolsonaro y Lula juegan sucio en un durísimo debate

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro, durante el primer debate de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro, durante el primer debate de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
SEBASTIÃO MOREIRA / EFE
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro, durante el primer debate de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.

El actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva jugaron sucio en un durísimo debate celebrado este domingo, a dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones de Brasil.

El debate, con un formato muy libre, permitió largos cruces dialécticos entre los dos candidatos, que derivaron en constantes enfrentamientos, en los que no faltaron golpes bajos, mentiras, insultos y palabras soeces.

Hubo también silencios incómodos y alguna risa entre los oponentes, que debatieron sin atril, frente a frente, llegando a haber incluso contacto físico en un momento, cuando Bolsonaro puso la mano en el hombro de Lula tras una ironía del exsindicalista.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro, durante el primer debate de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
Lula da Silva y Bolsonaro, durante el debate.
SEBASTIÃO MOREIRA / EFE

Lula desgastó a Bolsonaro principalmente con su criticada gestión de la pandemia, la grave situación económica que vive la capa de la población más pobre, o a la destrucción de la selva amazónica.

Por su parte, Bolsonaro puso en aprietos a Lula sacando a relucir la corrupción en los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), entre 2003 y 2016.

"Petrobras fue el mayor escándalo de corrupción de la humanidad. Saquearon 90.000 millones de reales [unos 18.000 millones de dólares]. Usted se metió el dinero en el trasero y lo repartió con los amigos", le espetó Bolsonaro a Lula en uno de los momentos más ásperos del debate.

Lula reconoció que hubo corrupción en la petrolera estatal, pero aseguró que todo se descubrió por la transparencia de su Gobierno (2003-2010).

La izquierda latinoamericana

El líder de la ultraderecha aprovechó el tramo final del debate para sacar a relucir la relación de Lula con presidentes latinoamericanos como el nigaragüense Daniel Ortega, el venezolano Nicolás Maduro, el colombiano Gustavo Petro o el argentino Alberto Fernández, a los que vincula con el comunismo.

Bolsonaro dedicó más tiempo a criticar a Ortega, en especial por la detención de sacerdotes, el cierre de iglesias y de medios de comunicación.

El exsindicalista dijo que la situación política de Nicaragua le corresponde resolverla a los nicaragüenses, aunque dejó un recado para Daniel Ortega. "Si alguien se cree imprescindible, está naciendo un dictador. Pero si Ortega está equivocándose, que el pueblo nicaragüense lo castigue. Si Maduro está equivocándose, que el pueblo venezolano lo castigue", dijo Lula.

También trajo a colación el discurso del presidente colombiano, Gustavo Petro, en la ONU para defender la despenalización de la cocaína, vinculándolo con Lula, quien nunca se ha pronunciado a favor de la legalización de las drogas.

Insultos desde ambos lados

Los insultos marcaron la tónica del debate y sobresalieron por encima de las propuestas de gobierno.

Lula llamó a Bolsonaro "pequeño dictadorcito", "mentiroso" y "caradura", mientras que el actual jefe de Estado dijo que su predecesor es "una vergüenza nacional" y un "ladrón".

En tono irónico, Lula le espetó a Bolsonaro, capitán en la reserva del Ejército, que cuando era diputado, le "adulaba" y "sentía orgullo" de tenerlo como presidente, por el trato que le daba a los militares.

En el debate también salió a relucir una polémica desatada este domingo por unas declaraciones de Bolsonaro que causaron revuelo, en las que usó una frase coloquial que se podría entender como que se sintió atraído por unas adolescentes venezolanas de 14 años, que se estaban prostituyendo.

El primero en aludir al caso fue el líder conservador, que se quejó de que la oposición haya utilizado esas declaraciones para acusarle de pederasta, tocándole "en lo más sensible", el tema de la defensa de la familia.

Lula, más tarde, sin referirse directamente al caso, dijo que quien le conoce, sabe lo que hizo, y opinó que "debe tener la conciencia muy pesada por lo que hizo" porque "se levantó de la cama la pasada medianoche" a desmentir las acusaciones de pederastia.

Los brasileños volverán a las urnas el próximo 30 de octubre para elegir entre Lula y Bolsonaro. En la primera vuelta de las elecciones, celebrada el pasado 2 de octubre, Lula fue el candidato más votado, con el 48,4%, frente al 43,2% de los sufragios que recibió Bolsonaro.

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