Cómo preparar tus ahorros y tu economía doméstica en un escenario de recesión

Foto de archivo de calculadora.
Foto de archivo de calculadora.
ARCHIVO
Foto de archivo de calculadora.
Mapi Amela

Mapi Amela

  • Fundadora y CEO de Ahorradoras.com

No es ningún secreto que actualmente vivimos tiempos inciertos a nivel económico y esto empieza a notarse en el ámbito doméstico. Diversos factores han provocado una alta inflación que afecta a varios sectores, muchos de ellos, acaban traduciéndose en subidas de precios en la compra diaria y otros bienes y servicios de primera necesidad para la mayoría de las familias.

Esta inflación hace que perdamos poder adquisitivo ya que se está comiendo un porcentaje del presupuesto doméstico y que algunas familias no puedan llegar a final de mes.

Muchos economistas predicen que nos dirigimos a una recesión por lo que es importante que, aunque siempre recomiendo llevar un control de nuestras finanzas, ante esta previsión, seamos más rigurosos que nunca.

Comparto algunos consejos sobre cómo ahorrar dinero y hacer que nuestra economía doméstica sea más resistente en un escenario de recesión:

Los números sobre papel

Haz un presupuesto y ajústate a él. Esto es crucial en cualquier situación económica, pero especialmente importante en una recesión. Nos permitirá saber qué podemos permitirnos y, en consecuencia, evitaremos endeudarnos en compras que tal vez tampoco son tan necesarias en estos momentos. Además, llevan costes añadidos como intereses y comisiones.

Si no ponemos los números sobre papel (o en una hoja de cálculo), es muy fácil caer en el error de comprar sin pensar que ni hacía tanta falta ni podíamos permitírnoslo en estos momentos. De este modo podemos planificar la compra para más adelante, cuando tengamos el dinero ahorrado.

Lo innecesario, fuera. A lo demás, sacarle la tijera

Haz un seguimiento de tus ingresos y gastos para saber a dónde va tu dinero y haz los ajustes necesarios. Registrar cada euro que sale de nuestro bolsillo nos permite detectar gastos hormiga que está soportando nuestra economía.

En estos momentos hay que mirarlos con lupa, no por su tamaño, si no, porque a poco que sean, restan, y es algo que ahora deberíamos evitar. Los gastos hormiga son aquellos de bajo importe pero que, si los realizamos con frecuencia o tenemos muchos de estos, a final de mes suben un buen pico. Solemos sorprendernos haciendo este ejercicio, suben bastante más de los que imaginábamos.

Al resto de gastos que mantengamos, tras revisar bien y eliminar todos los innecesarios, es momento de darles un tijeretazo. Es decir, intentar encontrar opciones gratuitas o más baratas.

Un personas circulan con sus carros por el interior de un supermercado, con carteles anunciando las ofertas.
Un personas circulan con sus carros por el interior de un supermercado, con carteles anunciando las ofertas.
EUROPA PRESS

Comparadores, marcas blancas, outlets, segunda mano...

Para ello podemos servirnos de comparadores de precios, marcas blancas, rebajas, outlets, segunda mano ...

Precisamente encontraremos formas de ahorrar en compras frecuentes como las de supermercado haciendo uso de algunos de estos recursos. Si además les sumamos promociones como las que ofrecen producto gratis mediante la modalidad "pruébalo gratis" con las que nos reembolsan todo (o casi) lo pagado o adquirimos productos rebajados un 30, 50 o 70% por próxima caducidad, ofertas, aprovechamos ventajas de clubes de fidelización, además de cupones, podemos terminar ahorrando hasta 150€ al mes en la cesta de la compra haciendo ligeros cambios en el menú semanal, adaptándonos a esas ofertas. 150 euros al mes son 1800 euros al año, en solo una categoría de gastos. Todo suma, y no poco.

Fondo de emergencia, el colchón de tranquilidad

Con lo que ahorremos de haber recortado gastos, es conveniente crear un fondo de emergencia. Lo ideal es programar una trasferencia automática para que, en cuanto cobremos, se aparte un % que hayamos decidido para el ahorro.

Este "preahorro", es decir, ese pagarnos a nosotros antes que a otros proveedores como sería la compañía de la luz, el gas..., se irá acumulando en una cuenta destinada a construir el colchón de tranquilidad que nos permitirá dormir por las noches sabiendo que ahí está ese dinero por si surge una emergencia. Dinero que no debe tocarse salvo en caso de verdadera necesidad.

Se recomienda tener el equivalente a 6-9 meses de salario en esta cuenta, pero si no podemos alcanzar esa cantidad en el corto plazo, no hay que abandonar la meta. Es mejor empezar con lo que podamos y aumentar poco a poco hasta alcanzar el objetivo.

Siguiendo estos sencillos consejos podremos hacer que nuestra economía doméstica sea mucho más resistente ante una recesión o cualquier otra circunstancia imprevista. Habremos revisado nuestros números, nuestros gastos e ingresos y al optimizar el presupuesto, incluso, habremos comenzado a construir una base de ahorro.

La clave en estos tiempos, medir cada céntimo que sale.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento