El desfile militar del 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, se ha convertido un año más en un despliegue de poderío de las Fuerzas Armadas, en el que han participado por primera vez los Pilatus PC-21. Se trata de un nuevo avión de entrenamiento adquirido recientemente por el Ministerio de Defensa para adiestrar a los alumnos de la Academia General del Ejército del Aire.

El departamento de Margarita Robles compró 24 aeronaves a la empresa suiza Pilatus  por un montante total de 205 millones que euros, que se emplean en la Academia de San Javier (Murcia) incluyen también un equipo de simuladores y sistemas de apoyo logístico. Estos aviones permitirán a los futuros pilotos militares obtener una instrucción mucho más completa, digital y hacerlo, además, de forma más eficiente con un menor consumo energético y emisiones de CO2.

Con este sistema integral de instrucción, los PC-21 sustituirán en la formación de los alumnos de la Fuerza Aérea a los veteranos C-101, ante la necesidad de contar con un equipo más moderno y adaptado a las nuevas tecnologías y las exigencias cada vez mayores de los aviones de combate.

Los sistemas de armas más modernos, explica el Ejército del Aire, exige que los pilotos militares lleguen a las unidades con una formación más completa, y los Pilatus PC-21 hará posible salvar ese hueco tecnológico existente hasta ahora entre la Academia y las unidades de combate. 

Este avión lo utilizan los los alumnos del cuarto curso de la Academia General del Aire: los dos primeros años son únicamente teóricos, en tercero seguirán usando la aeronave 'Pillán' y el quinto ya divide a los estudiantes entre las especialidades de caza y combate, carga y transporte, helicópteros o sistemas no tripulados (drones).

Los C-101 serán dados de baja progresivamente durante los próximos años hasta quedar solo 28 unidades, destinadas exclusivamente a la Patrulla Águila, la unidad acrobática del Ejército del Aire conocida por 'pintar' el cielo con los colores de la bandera española y que seguirá usando estos aparatos durante la próxima década.

Reducción de costes

Además de numerosas ventajas en la instrucción, el Pilatus PC-21 reducirá los costes de la formación hasta en un 50% por piloto, según la experiencia obtenida por otros países que ya utilizan esta aeronave, como Francia o Suiza. Este ahorro será posible gracias a su menor consumo de combustible, lo que también supondrán menores emisiones de CO2. 

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Asimismo, hacen falta menos horas reales de vuelo en la formación debido a los avanzados sistemas de simulación en tierra y su mantenimiento genera menos costes, ya que cuenta con un complejo sistema de alerta y prevención de fallos o necesidades.

Estos aviones representan un "cambio radical" en la enseñanza de las siguientes generaciones de pilotos militares que se notará sobre todo a partir de los próximos años, según se vaya explotando el "enorme potencial" de la aeronave, de acuerdo con el comandante Hugo Astudillo, jefe de la Escuela Básica. También el capitán Alberto Guzmán, instructor, destaca el avance que supone para la aviación española. 

Los Pilatus PC-21 han participado este miércoles en el desfile, junto a más de 4.000 efectivos, 150 vehículos y 84 aeronaves, entre las que la Patrulla Águila también contaba con una novedad: ha volado gracias a combustible renovable, un lote de biojet producido por Repsol en España.