El retraso de Sánchez y la ausencia de Lesmes marcan un desfile militar que brilla tras dos años de restricciones

El rey preside el desfile militar en Madrid
El rey preside el desfile militar en Madrid
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El rey preside el desfile militar en Madrid
Sánchez hace esperar a Felipe VI y recibe abucheos antes del desfile del 12 de octubre.
EFE

El primer año en que los españoles recuperan el habitual desfile militar a lo largo de la Castellana, tras dos años de pandemia, la anormalidad ha venido marcada por la crisis institucional. El presidente del Gobierno ha hecho esperar al Jefe del Estado en el arranque del desfile, mientras que, la máxima autoridad del tercer poder del Estado, Carlos Lesmes, se ha ausentado tras ratificar el BOE de madrugada su dimisión al frente del CGPJ y el TS en el BOE. 

Sobre esto último ha entrado a valorar la presidenta de la Comunidad de Madrid a su llegada a la Plaza de Lima. "Hace falta darse cuenta de que el poder judicial no puede ser un poder carcomido como otras instituciones", sostiene Isabel Díaz Ayuso, para quien la solución a esta "situación enquistada" pasa -como demanda Feijóo en su reciente retomada negociación con Sánchez- porque los jueces elijan a los jueces. Es decir, que "no se trata de si [los miembros] son conservadores o progresistas, sino que sean los mejores", apunta a Telemadrid, sin cesar de saludar al público que llama su atención. 

Mientras autoridades de todo signo político han llegado con hasta media hora de antelación al desfile militar por la Fiesta Nacional, el presidente socialista Pedro Sánchez ha apurado su llegada hasta el punto de presentarse tarde en el desfile y saltarse el protocolo de estar antes que el rey para recibirle. "No abráis la puerta que el presidente no está", advierte en ese instante un personal de Casa Real. El rey Felipe VI se ha visto obligado a esperar un minuto dentro de su coche hasta reconocer el vehículo que transportaba al presidente del Ejecutivo. 

Pedro Sánchez justifica la polémica ante los periodistas: "He salido a menos cuarto, cuando me han dicho". También en conversación informal con los periodistas en la recepción en el Palacio Real con más de 2.500 invitados entre autoridades y sociedad civil, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska resta peso al suceso: "Si ha llegado tarde, que lo desconozco, seguro que hay una explicación más que justificada"

No obstante, a ojos del PP, que el presidente del Gobierno haga esperar al Jefe del Estado es "una descortesía más de un presidente empeñado en no dejar una sola institución del Estado sin agraviar". Fuentes de Génova apuntan a 20minutos que el retraso de Pedro Sánchez en el desfile militar del 12-O hace que "vuelva a ser protagonista negativo de una festividad para la que no ha estado a la altura". En esta línea, la vicealcaldesa de Madrid y miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos, Begoña Villacís, denuncia en sus redes que "al Jefe del Estado no se le hace esperar". 

El año pasado, Pedro Sánchez ya optó por acudir con poco margen con respecto al Jefe del Estado y, sin embargo, no evitó los abucheos. Esta vez tampoco. El público grita ¡fuera, fuera!, así como otras frases subidas de tono contra Sánchez, a quien han pedido su dimisión. Para el PP los pitidos no son efectivos, aunque sí respetables. "Creemos que el descontento ciudadano se manifiesta de manera más práctica con votos que con silbidos. Pero cualquier expresión pacífica ha de ser respetada. Y más aún por aquellos partidos que antes de ser Gobierno alentaban y justificaban escraches desde la oposición", sostienen fuentes autorizadas.

La meteorología ha acompañado al público en una mañana soleada y con ausencia de incidentes reseñables. Quizá el traspié más anecdótico lo ha protagonizado el paracaidista a quien se le ha enrollado la bandera de 56 metros en la pierna en el aire. No obstante, con destreza y rapidez ha conseguido desenredarla antes de aterrizar, evitando cualquier incidente destacable. La jornada ha continuado de acuerdo con lo previsto. 

Las ausencias destacadas

A lo largo del paseo de la Castellana han desfilado más de 4.000 militares, 150 vehículos y carros de combate, 220 caballos, 84 aeronaves y, como marca la tradición, la mascota de los legionarios. Desde las tribunas la mayoría de autoridades asisten al espectáculo. La ausencia más reseñable ha sido la de la princiesa Leonor, quien no puede faltar al colegio en Gales y el próximo 28 de octubre asistirá a los premios Princesa de Asturias.

Tampoco han acudido, alegando motivos de agenda, los ministros Calviño, Ribera, Belarra y Subirats; y, sin dar explicaciones, miembros de partidos independentistas, como Mertxe Aizpurua [EH Bildu] o el presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès [ERC]. Con la dimisión de Lesmes como telón de fondo, cabe subrayar la ausencia de miembros del Supremo, de la Audiencia Nacional, ni de los Tribunales Superiores de Justicia, quienes dicen sentirse "despreciados por el Gobierno". De acuerdo con su versión, solo habría recibido la invitación al Palacio Real y, tras quejarse a Moncloa, les llegaría la invitación al desfile. Moncloa lo niega, pero gran parte del gobierno de los jueces no ha acudido al tradicional desfile.

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