'En boca de todos' muestra en exclusiva un extracto de la carta que Albert Solà envió a su presunto padre, Juan Carlos I

Albert Solà, en exclusiva, en 'En boca de todos'.
Albert Solà, en exclusiva, en 'En boca de todos'.
MEDIASET
Albert Solà, en exclusiva, en 'En boca de todos'.

El repentino fallecimiento de Albert Solà, que aseguraba desde hace décadas ser hijo ilegítimo de Juan Carlos I, pocos días antes de la emisión de su entrevista para el programa ¿Quién es mi padre?, ha supuesto todo un escándalo.

Solà, que se encontraba en un bar de La Bisbal (Girona) con un amigo tras haber terminado su jornada laboral, pidió una copa de vino y, tal como relató la camarera, cuando se dirigía a la mesa que compartía, se desplomó. Al parecer, la causa del fallecimiento fue un infarto fulminante.

Este martes, En boca de todos ha emitido, en exclusiva, un extracto de una de las cartas que Albert Solà mandó al emérito. En ella, se dirige a Juan Carlos I como "Querido padre" para, después, exponer los problemas de salud que tiene su madre adoptiva.

"Mi madre, a sus 87 años, está un poco delicada. Padre, estoy muy preocupado y, sinceramente, lo estoy pasando muy mal. Padre, como usted bien sabe, el gobierno catalán, en el año 1993, trató de imponerme una madre falsa en México avalado con 42 documentos falsos. Le comento de esta situación porque creo que tanto usted como mi madre biológica deben estar enterados. Me despido de usted y le mando un cordial saludo y un afectuoso abrazo de su hijo", exponía Solà en la misiva.

Así, Nacho Abad ha destacado que la Casa Real se puso en contacto con Solà para comunicarle que, si correspondía, le responderían. Por su parte, Solà relató a En boca de todos que, tras enviar la carta, su madre fue admitida en la residencia que habían solicitado para ella.

"A mi madre adoptiva le detectaron demencia senil. Se iba a ir a un geriátrico, pero había unas colas... una lista de espera enorme para entrar. No me quedó otra que escribirle esta carta, donde le pido al rey y le expongo toda la problemática. Se abrió la puerta", afirmaba Solà.

Nacho Abad ha explicado que, en ese momento, las suposiciones de Solà se basaban en que, al conseguir la plaza en el geriátrico saltándose las listas de espera, el emérito debía ser su padre. "Esto nunca se pudo saber porque el rey es inviolable y, por tanto, cuando Solà pidió una prueba de ADN en el juzgado y presentó una demanda de paternidad, al ser inviolable, se rechazó su petición. La justicia no es igual para todos. Por tanto, ni el rey ni Ingrid, otra española que vivía en Bélgica y que también reclamó la paternidad, pudieron hacerse la prueba de ADN con respecto al rey. Ingrid y Albert se la hicieron y su coincidencia era superior al 90%", ha recalcado el periodista.

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