El FMI recorta el crecimiento de la economía española al 1,2% en 2023, la peor previsión de los grandes analistas

Previsiones de crecimiento para 2023 de diferentes organismos.
Previsiones de crecimiento para 2023 de diferentes organismos.
Henar de Pedro
Previsiones de crecimiento para 2023 de diferentes organismos.
Previsiones de crecimiento para 2023 de diferentes organismos.
Henar de Pedro

El FMI cree que la economía española avanzará solo un 1,2% en 2023, una cifra nueve décimas inferior a la previsión con la que el Gobierno ha elaborado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023. El organismo que preside Kristalina Georgieva ha recortado en ocho décimas su anterior previsión publicada en julio y ha incorporado tres décimas más a la de 2022, que asciende ahora al 4,3%. 

De esta forma, el FMI se une al club de los grandes analistas institucionales (OCDE, Banco de España, Airef y Comisión Europea) que sitúan el crecimiento del PIB previsto para el país el año próximo en una horquilla del 1,2 al 1,5%. Una cifra claramente por debajo de lo que espera el Ejecutivo en las cuentas públicas para 2023. 

Pese a ello, si los augurios del FMI son correctos, España sería, dentro de las cuatro grandes economías del euro, el país que más crecerá tanto en 2022 como en 2023. En concreto, se espera que el PIB nacional rebote el doble que la media de la eurozona (0,5%) en 2023 y un punto y tres décimas más que el promedio en 2022. Así, España será el octavo de los 19 países del euro que más crecerá el año próximo. Los únicos estados en los que se espera que la actividad se contraiga en 2023 son Alemania (-0,3%) e Italia (-0,2%). 

En todo caso, conviene recordar que España sigue siendo el país de la UE que más lejos sigue de recuperar su nivel de PIB anterior a la pandemia. El nivel de producción está todavía un 2,2% por debajo de lo que se registraba en el cuarto trimestre de 2019.

La previsión del FMI incluye también una reducción en la tasa de desempleo, que caería del 12,7% en 2022 al 12,3% en 2023. En este caso, España sería también el único país de las cuatro grandes economías del euro en el que se reduciría la tasa de paro. Un nivel de desempleo, que seguiría siendo, todavía en 2023, el más elevado de toda Europa.

En lo tocante a la inflación, se espera que 2022 concluya con una subida media del 8,8% en el Índice de precios de consumo armonizado (IPCA), cuatro décimas por encima de la media de la eurozona. El FMI cuenta con que la inflación vaya cediendo terreno en España en 2023 y que se reduzca hasta el 4,9%, 1,3 puntos menos que la media. 

La combinación de unos precios de la energía históricamente elevados que ya están haciendo mella en algunos indicadores de actividad y una confianza de los consumidores en mínimos históricos hace presagiar al FMI que el PIB se contraerá en la segunda mitad de 2022 en la eurozona. Ello no impedirá que los países del euro crezcan a un ritmo del 3,1% este año, gracias al impulso que se produjo en el segundo trimestre y a los buenos datos de la segunda mitad de 2021, que generan un efecto de arrastre. 

Las perspectivas para 2023 son menos halagüeñas. El crecimiento se frenaría en seco hasta el 0,5%, una cifra que refleja los efectos de la invasión rusa de Ucrania, especialmente agudos en las economías más expuestas a los cortes de gas ruso y el endurecimiento de la política monetaria

Un tercio del mundo entrará en recesión técnica

En lo que respecta a la economía mundial, el FMI vaticina que el PIB global avanzará un 2,7% el año próximo, el tercer peor registro desde 2001 si se descuenta la gran recesión de 2008 y el primer año de la pandemia. Una tercera parte de los países del mundo se enfrentan a un escenario de recesión técnica (dos o más trimestres seguidos de caídas de PIB). "En resumen, lo peor está por llegar, y para mucha gente 2023 se sentirá como una recesión", destaca el director de investigación del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, en la introducción del informe.

Además, el FMI deja claro que todo es susceptible de empeorar. Considera que los riesgos de que el escenario final acabe siendo peor del que proyectan son "inusualmente grandes". Entre los sucesos que podrían empeorar el escenario, alertan del peligro de que los bancos centrales "podrían equivocarse en la postura adecuada para reducir la inflación". 

La imparable senda ascendente del dólar también perjudicará a la economía global y podrían producirse nuevos shocks en los precios de los alimentos y las energías que harían que la inflación persista durante más tiempo. En lo que afecta a Europa, el principal riesgo está en la escasez de gas, que podría deprimir la producción en el Viejo Continente. Y, además, tampoco se descarta un nuevo recrudecimiento de la pandemia que pueda afectar la actividad en China, un país clave en la cadena de suministros globales. 

En todo caso, el FMI cree que el "endurecimiento agresivo" en la política monetaria con las subidas históricas de tipos de interés que estamos viendo en todo el mundo es necesario para que los agentes económicos sigan pensando que la inflación acabará reduciéndose en el medio plazo. Para evitar alimentar aún más la inflación, el organismo recomienda que las ayudas estatales se focalicen en los más vulnerables y tengan un horizonte a corto plazo.

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