Las olas de calor serán más frecuentes, intensas y mortales en el futuro debido al cambio climático, e incluso podrían "exceder los límites humanos, psicológicos y sociales" en regiones como el Sahel, el Cuerno de África o el sur de Asia, advierte este lunes un informe de la ONU y de la Cruz Roja.
El estudio de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas y de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) alerta que las numerosas canículas vividas este año en Europa, Asia Meridional, Australia, el Norte de África, Estados Unidos y China son solo un aviso de lo que está por venir.
"Los eventos meteorológicos extremos, tales como olas de calor e inundaciones, están golpeando a los más vulnerables, y es especialmente notorio en países con hambre, conflicto y pobreza", subrayó en la presentación del informe el coordinador humanitario de la ONU, Martin Griffiths.
"Para evitar los impactos más devastadores, debemos invertir de forma igualitaria en adaptación y mitigación, particularmente en los países en mayor riesgo", agregó el secretario general de FICR, Jagan Chapagain.
El estudio advierte que al ritmo actual, a finales de siglo las olas de calor pueden causar tantas muertes como el cáncer o las enfermedades infecciosas, especialmente en los países menos desarrollados. Olas de calor recientes ya han tenido efectos muy letales, como la que causó 70.000 muertos en Europa en 2003 o la que en Rusia provocó 55.000 fallecimientos en 2010.
The climate crisis is intensifying humanitarian emergencies all around the world.
— Jagan Chapagain (@jagan_chapagain) October 10, 2022
We must invest equally on adaptation and mitigation, particularly in the countries most at risk.
Together with @UNReliefChief, we call for drastic climate action.pic.twitter.com/8mgcmD4DL3
"El sistema humanitario no está adecuadamente preparado para estas olas, tiene una financiación insuficiente", señaló Griffiths, quien puso como ejemplo la urgente necesidad de aumentar la ayuda a Somalia, amenazada en algunas de sus regiones por la hambruna.
Para Chapagain, las olas de calor "ya afectan prácticamente a todas las regiones", aunque es especialmente palpable en África o Latinoamérica, donde "pueden causar más hambre, enfermedades y conflicto" si la comunidad internacional no reacciona.
Soluciones propuestas
El informe propone para ello distintas soluciones, que pasan principalmente por crear mecanismos de alerta temprana de canículas o apoyar programas preventivos por parte de los actores locales que responden primero a las emergencias.
También indica que muchas organizaciones humanitarias como Cruz Roja ya están aplicando soluciones cotidianas que pueden ser útiles, como sistemas de aislamiento térmico natural de viviendas o ajustes de los horarios escolares.
Los niños, junto a las personas mayores, las mujeres embarazadas y las lactantes son los colectivos más vulnerables a enfermedades o fallecimientos ligados a las olas de calor.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 820 millones de niños están en alto riesgo de verse expuestos a olas de calor.
El informe, publicado a un mes de que Egipto acoja una nueva Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, subraya que limitar a 1,5 grados el calentamiento global medio puede reducir en 420 millones el número de personas expuestas a canículas extremas.
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