El Gobierno renuncia a implantar el sistema de peajes pactado con Bruselas en 2023

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, durante su visita de este martes al peaje de La Roca del Vallés (Barcelona).
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en una imagen de archivo.
EFE
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, durante su visita de este martes al peaje de La Roca del Vallés (Barcelona).

El Gobierno no implantará finalmente peajes en las autovías españolas en 2023, tal y como era su intención y había pactado con Bruselas para recibir los fondos europeos. El Ejecutivo no ha previsto ningún ingreso por esta vía en los Presupuestos Generales del Estado del año que viene, que fueron aprobados el pasado martes en Consejo de Ministros y que han sido llevados hoy al Congreso de los Diputados, donde deberán ser refrendados en las próximas semanas.

Lo ha confirmado la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. En una rueda de prensa en su ministerio en la que ha desglosado las principales cifras del proyecto para su departamento, ha declarado que no esperan ingresar por lo que han llegado a llamar "tarificación por uso". Así, el mantenimiento de la red viaria española seguirá siendo financiado a cargo de los Presupuestos, que contemplan para esta partida más de 1.500 millones de euros.

Da la casualidad de que esta cantidad fue uno de los argumentos que esgrimieron primero José Luis Ábalos y luego su sucesora, la propia Sánchez, para implantar los peajes. Sin embargo, el anuncio no fue bien recibido ni por sus socios de coalición -Unidas Podemos-, ni por la oposición, ni por el sector de los transportistas. Es por ello por lo que el Ejecutivo terminó reculando. "Voy a recordar lo que siempre respondo: estamos analizando las diferentes alternativas", ha añadido Sánchez.

Con todo, la implantación de la tarificación fue uno de los compromisos a los que llegó España con Bruselas. Es más, lo incluyó como una reforma pendiente que debería ejecutarse en 2024 para recibir una parte de los Fondos Europeos de Recuperación. Eso sí, Sánchez aclaró hace semanas que el compromiso versaba sobre la posibilidad de implantar los peajes, algo que se recoge en la Ley de Movilidad, que fue aprobada en Consejo de Ministros y que prevé recibir el visto bueno del Congreso "a lo largo del próximo año". 

Los nuevos peajes que sí llegarán a cinco carreteras

Con todo, de cara al año que viene sí se prevé que en varias nacionales y una autovía se empiecen a cobrar los respectivos de peajes por uso. Eso sí, en la mayoría de los casos, por ahora solo tendrán que abonar los peajes los vehículos pesados, no los turismos. Estas vías van a ser la BI-625 entre Basauri y Llodio, la N-240 que une el Valle de Arratia y el puerto de Barazar y, además, un tramo de la N-636 entre Durango y la muga con Guipúzcoa. Un tramo existente entre Basurto y Haya de la A-8 también será de pago y se sumará el Corredor del Txoreirri, entre Tontegi y Erlentexes, según informa El Correo.

Las estimaciones pasan por descongestionar algunas de las principales vías gratuitas y trasladar parte del tráfico pesado a la AP-68, lo que reduciría en un 10% los accidentes y en un 13% la contaminación. Los peajes de la BI-625 y en la N-240 empezarán a funcionar (o eso se espera) a finales de este mismo año y el resto irá instalando todo lo necesario para cobrar ya en el 2023. El sistema que va a utilizarse es el mismo instalado en la A-636, a través de cámaras y con previo registro de la matrícula.

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