Ya han pasado dos semanas desde que saltara por los aires la relación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que duró los últimos dos años. Desde aquel día ambos están reubicándose en sus respectivas viviendas para dejar atrás ese hogar que formaron en el centro de Madrid.
Este miércoles, un equipo de mudanzas trasladó las pertenencias del ex de la marquesa de Griñón desde esa misma vivienda hasta La Moraleja, urbanización donde se encuentra la casa de su madre, en la que está encontrando el refugio ante la gran presión mediática.
Pocas horas después, un hombre de la confianza de Tamara repitió la misma operación y sacó varias cajas de la casa, en la que también se produjo la ruptura en la noche del viernes 23 de septiembre.
En la madrugada de aquel día, Onieva abandonó el domicilio instantáneamente. Al día siguiente lo hizo Tamara que, sin el anillo de compromiso, marchó hasta la casa de Isabel Preysler para apoyarse en su familia y en sus amigas.
Tras la confirmación de las infidelidades por parte de Íñigo Onieva y la oficialidad de la ruptura, Tamara Falcó se ha refugiado en la fe para seguir adelante. En su participación en la XIV edición del Congreso Mundial de las Familias, la marquesa reconoció que ha sido un "despertar espantoso" este varapalo, pero que no guarda rencor a Onieva porque prefiere dar importancia al perdón.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios