La subida completa de las pensiones conforme a la inflación contribuirá a ensanchar aún más la brecha de poder adquisitivo que separa a las generaciones jóvenes de los más mayores. Mientras que las prestaciones crecerán un 8,5% el próximo año, garantizando que los pensionistas no pierden poder de compra, los salarios de los jóvenes se enfrentan a una importante devaluación ante la inflación.

Estas diferencias se hacen especialmente significativas en el extremo más acaudalado del sistema. La revalorización con el IPC elevará la pensión máxima hasta los 42.829 euros anuales, que en 14 pagas suponen 3.059 euros mensuales. De esta forma, la pensión máxima aumentará en 3.355 euros anuales (240 más al mes).

Sin embargo, la revisión salarial que recibirán los más jóvenes estará muy por debajo de esas cifras. Para los trabajadores entre 20 y 24 años, el incremento en el sueldo podría rondar los 336 euros anuales (24 más al mes), mientras que en la franja entre 25 y 29 años la subida podría alcanzar los 478 euros (34 más al mes). Las dos cifras están diez y siete veces por debajo respectivamente de la ganancia que recibirá quien perciba la pensión máxima.

El Gobierno sube las pensiones casi un 30% en diez años mientras los sueldos de los jóvenes caen hasta un 12%

Este cálculo es el resultado de aplicar al salario medio en estas franjas de edad (19.925 y 18.373 euros brutos anuales respectivamente, según los últimos datos publicados por el INE) el incremento salarial medio que aparece en la estadística de convenios colectivos del Ministerio de Trabajo (un 2,6% hasta el mes de agosto). Esta es una de las métricas más utilizadas para medir cómo van evolucionando los salarios durante el año.

La estimación es aproximada (los datos del INE corresponden a 2020) y conviene recordar que los emolumentos de los jóvenes están muy vinculados al salario mínimo interprofesional (SMI), que ha aumentado un 5,3% desde 2020. Pero incluso asumiendo que los sueldos de los jóvenes hubieran crecido un 5,3% entre 2020 y 2022, la diferencia con la pensión máxima se mantendría en niveles similares.

La pensión máxima sube un 160% más que la media

Las ganancias brutas de la pensión máxima tras la revalorización también son muy llamativas si se comparan con las prestaciones medias del sistema. Mientras que pensión máxima subirá 3.355 euros anuales tras la revalorización, la pensión media lo hará 1.300 euros, un 160% menos. En el caso de las jubilaciones, que crecerán de media en 1.496 euros anuales, la diferencia se reduce al 124%. Las de incapacidad (1.231 euros adicionales al año por la subida), las de viudedad (928 euros) y las de orfandad (522 euros), obtendrán una ganancia bruta un 173%, un 261% y 543% menor que la que logrará la pensión máxima.

El sistema de pensiones español es muy heterogéneo. Por un lado, 4,7 millones de pensionistas (el 52,5% del total) reciben una renta menor que el salario mínimo interprofesional, otros 3,8 millones ingresa entre el SMI y la pensión máxima (el 42,3%), mientras que unos 460.000 se benefician de la pensión máxima (5,2%).

Y mientras que la pensión máxima beneficia solo a un 5% del sistema, su revalorización supondrá un coste para las arcas públicas de más de 1.549 millones, aproximadamente el 8,5% de los recursos que el Estado invertirá en la revalorización total (sin tener en cuenta la entrada de nuevos pensionistas en el sistema). 

Cuánto podría subir la pensión mínima en 2023 con los nuevos presupuestos

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado que presentará el Gobierno este jueves destina el 39% del gasto social a sostener el sistema público de pensiones. Una partida que, sumada al pago de intereses de la deuda, absorberá casi la mitad de los recursos públicos para el año próximo. De hecho, solo la revalorización de las pensiones costará 19.457 millones, casi el 60% de todo lo que el Estado pretende gastar de más en comparación con 2022.