PSOE y Unidas Podemos enfilan las últimas horas de la negociación para cerrar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado aún atascados en un asunto clave para los morados: la aprobación de la ley de vivienda. Así lo admitió este lunes el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, que, a escasas 24 horas de que se celebre el Consejo de Ministros en el que está previsto que se dé luz verde al proyecto de cuentas, afirmó que los morados van a presionar "hasta el último momento" para que el PSOE acepte un mecanismo de regulación de los precios del alquiler más ambicioso que el inicialmente previsto en la norma, entre otros cambios.

La aprobación de la ley de vivienda es uno de los grandes caballos de batalla de Unidas Podemos en la negociación de Presupuestos, después de que el plazo inicialmente previsto para que la norma se pusiera en marcha se haya sobrepasado con creces. El proyecto lleva varado meses en el Congreso por la negativa de partidos como ERC, EH Bildu y la propia formación morada a aprobarlo tal cual está, y también por el rechazo del PSOE a negociar sus enmiendas, que buscan profundizar en la regulación de los precios del alquiler, restringir la posibilidad de ejecutar desahucios o forzar a la Sareb a poner la mayor parte de sus inmuebles en el mercado de alquiler social.

Desde hace semanas, Podemos ha asegurado que el desbloqueo de la ley de vivienda es una de sus condiciones para llegar a un acuerdo para los Presupuestos. Y, aunque este lunes Fernández no quiso condicionar las cuentas a que se apruebe la norma, sí insistió en que desatascar la tramitación de la ley de vivienda "depende de la voluntad política del PSOE" y, por ende, los morados tienen intención de "seguir insistiendo en que es urgente" ponerla ya en marcha. "Un Gobierno progresista no puede permitir que la vivienda sea un bien de mercado inaccesible para la mayoría", espetó el portavoz de Podemos.

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Fernández pronunció estas palabras apenas unas horas después de que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, de cuyo departamento dependen las competencias de vivienda, asegurase que "espera" aprobar la norma "antes de fin de año". Sánchez ha obviado que, según el compromiso adquirido con Europa, la ley de vivienda debería haber recibido luz verde antes del 30 de septiembre, y se limitó a mostrar su "optimismo" ante unas negociaciones que reconoció que están siendo "arduas".

El texto ha recibido más de 800 enmiendas de los grupos, entre ellos de Unidas Podemos, pese a que el proyecto de ley es conjunto entre los morados y el PSOE. En esa autoría conjunta incidió la ministra, que además aseguró que la mitad de esas enmiendas ya se han transaccionado, es decir, que se ha llegado a un acuerdo entre lo que pedían los grupos y el Gobierno. 

Los puntos más controvertidos, sin embargo, siguen sin avanzar: tanto Unidas Podemos como ERC quieren que todos los propietarios, tanto grandes como pequeños, estén obligados a rebajar el precio de sus alquileres -y no solo a congelarlo- cuando los pisos se encuentren en zonas declaradas como de mercado tensionado.

Además de la aprobación definitiva de la ley de vivienda, Fernández afirmó que Podemos sigue insistiendo en las últimas horas de negociación para los Presupuestos en sus otras dos peticiones clave: la derogación de la ley mordaza y el inicio de la tramitación de la ley de familias. Esta última es una norma elaborada por el Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra y lista desde hace meses, pero todavía no ha recibido la luz verde del Consejo de Ministros. El texto recoge la ampliación de los permisos de paternidad y maternidad de manera progresiva hasta los seis meses, así como la extensión a las madres desempleadas de la ayuda de 100 euros al mes por hijo menor de tres años.