La UE analiza las fugas de NordStream, pero sin atreverse a aludir a Rusia: "Es muy improbable que no haya sido un Estado"

La fuga de gas en el Báltico
La fuga de gas en el Báltico
Forsvaret
La fuga de gas en el Báltico

Parece claro que ha sido un sabotaje y que no ha podido ser acción de nadie más que no sea un Estado y todo en la actual situación de crisis energética. Estas son algunas de las certezas sobre lo ocurrido con las fugas de los gasoductos NordStream 1 y Nordstream 2 en el mar Báltico, que tiene uno de los países afectados, Suecia, que como nadie en la UE apunta directamente a Rusia. Este viernes, los ministros de Energía analizarán lo sucedido.

"Por lo que hemos visto, es altamente probable que haya sido deliberado y no por accidente y es muy improbable que haya sido alguien que no sea un Estado sin ser detectado". El ministro de Energía de Suecia, Khashayar Farmanbar, ha manifestado las sospechas que se tienen de momento sobre un suceso que todavía se está investigando y del que también Alemania y Dinamarca han pedido hablar en la reunión de ministros europeos.

"Primero tenemos que investigar adecuadamente lo que ha ocurrido y por qué", ha dicho el ministro sueco que, como nadie en la UE, tampoco ha querido apuntar directamente a Rusia, el país con el que el bloque europeo mantiene una abierta confrontación sobre suministro energético. "Ahora no quiero especular quién o por qué ha sido el responsable", ha indicado a su llegada al Consejo de Energía, en cuyo orden del día se ha introducido a última hora un punto relativo a lo sucedido con NordStream en el Báltico. 

De momento, nadie quiere "especular" con quién ha podido ser el causante de un acto que se da por supuesto que ha sido "deliberado", pero los dirigentes europeos no pueden evitar vincular lo sucedido con los gasoductos de NordStream en el Báltico con Rusia.

"La relación con nuestro vecino no volverá a ser la misma", ha dicho la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, al término de la reunión, cuando ha apostado por "seguir avanzando en la autonomía energética" de Rusia. A pesar de este comentario, la vicepresidenta tercera tampoco ha acusado a Moscú. "No puede llegarse a una conclusión determinante. Todo parece indicar que es un sabotaje (...) Es pronto para determinar con exactitud lo que pude haber producido esa disrupción".

Dentro de la sala, el ministro danés de Energía, Dan Jorgensen, ha informado de que su gobierno ha enviado una carta al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU para que "analice lo sucedido".

Extrema seriedad

Estos tres países son ribereños de la zona del mar Báltico donde han tenido lugar los hasta cuatro escapes de gas natural en los dos gasoductos que hasta hace unos meses llevaban gas desde Rusia hasta la UE, actualmente inutilizados como consecuencia del desafío de Moscú. A principios de septiembre, Rusia cortó el flujo de forma indefinida del NordStream 1, mientras que Alemania suspendió la autorización para que operara el NordStream 2 como respuesta al ataque ruso sobre Ucrania.

A pesar de ello, las instituciones de la UE y los Estados miembros consideran lo ocurrido algo "extremadamente serio", ha dicho el ministro checo de Industria y Comercio y presidente semestral del Consejo, Jozef Síkela. "Creo que no es una coincidencia y por supuesto tenemos que  reaccionar a cualquier acto deliberado contra infraestructuras europeas de energía y estaremos preparados para una reacción europea unida".

Lo sucedido en el mar Báltico ha suscitado este viernes entre los ministros la cuestión de cómo proteger las infraestructuras críticas, también las del ámbito energético. En este sentido, la comisaria de Energía, Kadris Simson, ha recordado que hace ya dos años la Comisión propuso elevar esta protección mediante una regulación que tuvo el visto bueno tanto del Consejo como del Parlamento Europeo, "para que [los Estados miembros] pusieran en pie una legislación más ambiciosa".

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