El Gobierno rectifica y se abre ahora a rebajas fiscales selectivas ante la ofensiva del PP

María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en el Congreso de los Diputados.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en el Congreso de los Diputados.
EFE
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en el Congreso de los Diputados.

El Gobierno empieza a virar. Tras rechazar las rebajas fiscales emprendidas por autonomías del PP y por Ximo Puig, el barón socialista que está al frente de la Comunidad Valenciana, el Ejecutivo no se cierra ahora a incluir rebajas selectivas para las rentas más bajas en el paquete de medidas fiscales que presentará en los próximos días, sin que esto suponga que se vaya a deflactar el IRPF, tal y como piden los populares. El plan será consensuado con Unidas Podemos, con quien el PSOE está manteniendo en la tarde de este miércoles una reunión para intentar cerrar tanto Presupuestos como el paquete tributario. Las medidas que sí se incluirán buscarán "que paguen más los que más tienen" y potenciar la "progresividad" del sistema.

Según la agencia de noticias Europa Press, el Ejecutivo "podría" incluir dichas rebajas selectivas. Desde el Ministerio de Hacienda señalan que "está todo abierto". "Habrá medidas para garantizar que contribuyan más los que más tienen. A partir de ahí, entra todo lo que permita ganar progresividad al sistema", añaden las fuentes consultadas. 

Con todo, otras fuentes cercanas a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, rechazaban esta mañana en el Congreso de los Diputados que se fueran a producir rebajas impositivas, justo cuando el Gobierno está tratando de que cale su mensaje en el debate fiscal: los impuestos pagan "profesores, médicos y estudios...". Lo que desde Hacienda sí rechazan que se vaya a incluir son las dos principales peticiones del PP: ni deflactación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas ni la bajada del IVA al 4% para "productos básicos" de la cesta de la compra.

Otra de las incógnitas que falta por resolver es el día en el que el Gobierno presentará sus medidas. El lunes, Montero lanzó desde Ferraz el anuncio, sin dar más detalles. "Lo presentaremos en los próximos días", dijo. Este miércoles, fuentes cercanas a la ministra aseguraban que hacerlo este jueves sería lo ideal, pero no se ponían ninguna línea roja para que no desbarrara la negociación con Unidas Podemos. Añaden también que para realizar dicha presentación se ha de haber cerrado antes el pacto presupuestario para el próximo año, que según fuentes moradas sigue estando lejos.

"Preocupación" en Europa

Con todo, en Moncloa hay cierto desconcierto en el debate fiscal. Hasta hace días, en el palacio presidencial estaban "encantados" de que se hablase de impuestos. Veían que podían "ganar" la discusión. No obstante, el presidente de la Comunidad Valenciana rompió el martes el marco discursivo al sumarse a la iniciativa fiscal del PP. Además, puede que no sea el único, ya que Canarias o Navarra -con socialistas en sus gobiernos autonómicos- también lo estudian.

Por ello, este miércoles han insistido en una nueva arista para intentar retener posiciones en el debate tributario: fuentes de Hacienda han afirmado que la "competencia fiscal a la baja" emprendida por las comunidades autónomas dirigidas por el PP y por algunos barones del PSOE ha generado "preocupación" en la Unión Europea. Aunque no dicen quién ha trasladado estas sensaciones, las justifican señalando que la crisis provocada por la pandemia de coronavirus ha modificado las posiciones maximalistas que la Unión ejecutó en la anterior crisis financiera, en 2008, donde las políticas neoliberales fueron las elegidas.

Además, este miércoles han salido a hacerlo las dos principales arietes económicas del Gobierno: la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la propia Montero. La primera ha criticado a los populares por proponer "una política fiscal irresponsable y destructiva" que "desmonta" el Estado de bienestar, un planteamiento donde "no van a encontrar" a la coalición. Tras su intervención, la vicepresidenta también ha citado a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo, pero también al Fondo Monetario Internacional y a la OCDE.

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